La crisis sanitaria que aún hoy sigue golpeado en cada punto del mundo, de España y de la Comunitat Valenciana trae consigo una crisis económica sin precedentes en la última década. Los Gobiernos estatales y autonómicos trabajan para encontrar “ese equilibrio entre economía y salud” del que nos habla la portavoz adjunta de Compromís en Les Corts, Aitana Mas.
Su grupo parlamentario, que ya suma cinco años en el Gobierno de la Comunitat Valenciana, no duda en apostar por “un sistema tributario progresivo y progresista” para salir de la recesión.
¿Cómo se le explica a la ciudadanía valenciana que para salir de la crisis se deben subir los impuestos?
La verdad es que hay estudios recientes que muestran que la ciudadanía española no paga tantos impuestos como otros países europeos. Y es cierto. La carga impositiva española, en general, es mucho menor que la de nuestros vecinos que tanto ponemos de ejemplo para otras cuestiones económicas. Partiendo de esa premisa y evidentemente sin gravar a la gente que lo está pasando mal, los partidos progresistas como Compromís apostamos por gravar a los que más tienen, es decir, hacer un sistema tributario progresivo y progresista donde paga más el que más tiene. Lo que no podemos hacer es lo que dice la derecha: bajar los impuestos y al mismo tiempo mantener y blindar la sanidad, los servicios sociales, la educación… Esa teoría no cuadra. Es como hacer castillos en el aire.
¿Se ha sopesado la posibilidad de programar unos nuevos presupuestos que contemplen la nueva tesitura económica?
Supongo que los de 2021 serán los que la contemplen. A parte, son unos presupuestos en los que esperamos que, al mismo tiempo, se tramiten otros en Madrid. Tenemos una perspectiva de presupuestos 2021 compleja y esperanzadora por el dinero que pueda llegar desde fuera y los compromisos que tienen que llegar en ayudas concretas por parte del Gobierno español.
La semana pasada salían las cifras del paro en el primer semestre. ¿Qué ha hecho mal el Gobierno autonómico para situarse a la cola de España en la mayoría de los datos? ¿O que podría haber hecho mejor?
Creo que los datos del paro han ido mejorando a lo largo de los últimos cinco años. Afortunadamente. Creo que la diversificación de la oferta formativa o la apuesta por la economía social también ha sido importante por parte del Consell y son cosas que se tienen que ir incrementando. Viendo los datos, en comparación con el resto de España estamos unos puntos por encima. Ahí vemos la vulnerabilidad de nuestro sistema productivo y la gran dependencia del turismo. En un momento donde este está en horas bajas, vemos cómo se incrementa el paro. Por eso, planteamos apostar por un modelo productivo donde tenga presencia el turismo, pero sin depender de él.
Como bien dices, uno de los ejes que vertebra la economía valenciana es el turismo. Reino Unido recomendó no viajar a la Comunitat y Puig pidió que revocasen la decisión. Vosotros lo criticabais. ¿Por qué?
Yo tengo mi opinión personal: estamos teniendo muchos contagios, la situación es preocupante y se tiene que hacer equilibrio. Es complicado encontrar ese equilibrio entre economía y salud. Yo no critico la decisión de Puig, pero sí que opino que hay que buscar ese equilibrio. Es verdad que la medida que ha tomado Reino Unido pueda ser incluso exagerada en un momento en el que la Comunitat tiene rebrotes, pero aún no tiene una situación grave. Al mismo tiempo, no podemos tener una situación turística como si no pasara nada. Es complicado encontrar un equilibrio entre economía y salud, pero hemos de hacerlo si no queremos que la situación sanitaria vaya a peor.
Por otra parte, uno de los colectivos más afectados es el de los autónomos. Las ayudas de la conselleria de Economía de Rafael Climent, de Compromís, han llegado apenas a uno de cada tres. ¿Qué ha fallado?
Es evidente que ha faltado dinero. 57,5 millones son muchos, pero no esperábamos una oleada de solicitudes como la que ha habido. También es cierto que eran ayudas incompatibles con las locales y estatales para que, con los tres niveles de la administración, todos pudiesen llegar a ellas. Pese a ello, no voy a negar que hay personas que se han quedado sin ninguna. El Consell está trabajando para hacer una partida presupuestaria para poder seguir dando subvenciones en este sentido porque hay miles y miles de autónomos que continúan con graves problemas de financiación tras el confinamiento.
Por otra parte, la famosa ‘Ley del juego’ se ha cargado un sector que aporta 350 millones de euros a las arcas valencianas. ¿Cómo se explica?
La ley necesitaba salir con urgencia por un problema que estaba creciendo en la sociedad valenciana, sobre todo en los jóvenes. La adicción al juego estaba preocupando en el ámbito sanitario porque afectaba a edades muy bajas. La ley es para luchar contra la ludopatía en la gente joven y contra la proliferación de las casas de apuestas cerca de los institutos que se estaba viendo los últimos años. Esto va hacia modelos de ocio que se alejan de los que tendrían que tener los adolescentes. Es una ley bienvenida, que evidentemente no gasta a todo el mundo, pero que se ha hecho pensando sobre todo en la gente más joven.
Finalmente, desde ED hemos seguido el tema de la concertada, que se siente discriminada por el Gobierno autonómico. ¿Qué ventajas reales puede tener una educación totalmente pública? ¿O más bien se aboga a ella por una cuestión meramente ideológica?
Compromís ha dejado claro que no nos molesta la concertada, ni mucho menos. Lo que queremos garantizar es que cualquier niño o niña de nuestra comunidad tenga acceso a una educación pública. Donde no haya acceso y se tenga que hacer un concierto, pues se hace. Ahora, hacer conciertos por hacer no entra en nuestra ideología, que es primar lo público. Es difícil entender posturas como que se margina a la concertada cuando la semana pasada el conseller Marzà comunicaba un incremento de 200 millones de euros para la contratación de maestros a partir de septiembre y también irán a la concertada. No se discrimina a nadie. Cuando el conseller toma una decisión, entiende que tiene que ir a los centros públicos y los concertados. Se tiene una imagen de él que no es la correcta. Al menos, por lo que demuestran los hechos.
