El IVF bloquea 14 millones para los préstamos participativos

De esta línea dotada con 38 millones de euros, un 36,8% está en trámite para que lo reciban 15 compañías y un 63,2% (24 millones) sigue pendiente

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

La última línea de financiación del Instituto Valenciano de Fianzas (IVF) para apoyar a las pymes valencianas se anunció en un webinar hace dos meses y medio. Sin embargo, “no lleva ni un mes en el mercado”, explica Manuel Illueca, director General del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) quien afirma que a día de hoy un total de 15 compañías se han podido acoger a estos préstamos participativos que no podrán superar los 500.000 euros por entidad y que tendrán un interés de entre el 4 y el 7% en función de la rentabilidad de la empresa, con una carencia de tres años.

Por lo tanto, hasta 24 millones de euros que computan al igual que los 14 millones prestados como fondos propios para el beneficiario a los efectos de la legislación mercantil, se mantienen a la espera de servirle a alguna de las empresas valencianas que se hayan visto golpeadas por los efectos del coronavirus.

Mientras tanto, las otras líneas de liquidez para pymes, autónomos y microempresas ya están totalmente agotadas, exceptuando la dirigida a la gran empresa, “de esta faltan 10 millones que iremos redirigiendo a pyme y microempresa”, cuenta Illueca.

Así, a raíz de la crisis del coronavirus, la entidad pública que persigue a través de préstamos bonificados estimular proyectos de inversión, de startups o de economía verde (política de crédito del Consell), transformó las líneas en dos direcciones. Por una parte, admitir financiación de capital circulante para paliar la caída de ingresos. “Nosotros siempre financiamos hasta el 80% de los gastos, entonces lo que hicimos fue financiar hasta el 100% de los gastos derivados del ciclo de explotación”, subraya Illueca.

Por otra parte, han bajado los tipos de interés con el objetivo de reducir la factura de los gastos. “De ahí proviene la línea del 0% para autónomos y microempresas, y también que el máximo que hayan pagado las pymes para venirse al Instituto sea un 1%”, afirma.

Asimismo, el presidente del banco público con un marcado carácter social destaca que desde en el IVF “bajamos los importes máximos que podíamos financiar, podíamos ir hasta 5 millones y decidimos bajar hasta 2 millones para gran empresa y hasta 1,5 para pyme. La idea era aumentar la cantidad de beneficiarios al máximo”, asegura y añade que “hemos adaptado rápidamente el producto a las necesidades del Mercado, pues hemos tenido mucha demanda, y eso es una lección para la Administración”.

¿El IVF favoreció a Ximo Puig?

“El Instituto tenía un crédito deteriorado y debía minimizar las pérdidas, eso significa dar entrada a un nuevo inversor que pueda reflotar el negocio y que te pague lo que te pueda pagar para hacerse cargo del negocio, ¿eso es favorecer a Ximo Puig?”, se pregunta el mismo Illueca que responde: “Eso es simplemente minimizar el coste para los valencianos”.

La semana pasada Europa Press publicaba que el IVF autorizó el reparto de dividendos entre los accionistas minoritarios de Pecsa, entre ellos Ximo Puig, por un importe máximo de 84.224 euros. Así, el IVF suscribió una operación para la reestructuración de la deuda de 1,3 millones de euros de Editorial Prensa Ibérica (EPI) para comprar el Grupo Zeta donde Pecsa está integrada.

Para José Muñoz, el portavoz de Hacienda del PSPV en Les Corts Valencianes, el reparto «no dependió de la decisión del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), sino de los bancos que gestionaban la mayor parte de la deuda». En contraposición, el portavoz de Economía del PP en Les Corts, Rubén Ibañez, denuncia los hechos y es que la autorización del reparto de dividendos entre los accionistas minoritarios de la empresa Pecsa como Ximo Puig significa que ha obtenido algo más de 18.000 euros.

Economía Digital

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Ahora en portada
Ford anuncia 4.000 despidos en Alemania y deja para Almussafes «vehículos icónicos»