El confinamiento domiciliario divide al Gobierno valenciano
Compromís y Podemos presionan para imponer restricciones más duras contra la pandemia ante la reticencia del Partido Socialista
El coronavirus continúa ganando terreno en la Comunidad de Valencia y cada vez son más voces las que se han unido para poner sobre la mesa la necesidad de implantar un confinamiento domiciliario para contener la pandemia. Una postura que Compromís y Podemos defienden pero que el Partido Socialista se resiste a poner en marcha.
El presidente valenciano, Ximo Puig, apuesta por esperar al menos unos días más para poder evaluar el efecto de las últimas restricciones que entraron en vigor el pasado 7 de enero tras el incremento de casos de Covid-19 que ha provocado la celebración de las fiestas navideñas. Habitualmente es necesario el transcurso de al menos una semana para observar el efecto en la curva de contagios.
“No va a haber un confinamiento domiciliario con carácter inmediato”, expresó este domingo el líder socialista en un vídeo difundido por el Gobierno. Sin embargo, no ha querido descartar en ninguna de sus apariciones en los medios ese escenario si la situación epidemiológica no se revierte en los próximos días.
La Comunidad Valenciana cerró el domingo la peor semana de casos positivos de Covid-19 desde que se inició la crisis sanitaria. Las autoridades sanitarias notificaron 22.103 nuevos contagios en la región, de los cuales 1.555 corresponden a la última jornada.
Compromís reclama un confinamiento severo
Los socios del Acuerdo del Botànic no están dispuestos a esperar el tiempo que reclama el presidente valenciano. Tanto Compromís como Podemos han puesto ya sobre la mesa la necesidad de solicitar al Gobierno de Pedro Sánchez que facilite un confinamiento total para reducir al máximo la interacción social y reducir los contagios de coronavirus.
La formación de la vicepresidenta Mónica Oltra lleva días advirtiendo de que no es un escenario descartable y que ya se discutió en la última reunión del Gobierno autonómico del 5 de enero pero que no se alcanzó un consenso.
El portavoz del grupo en las Cortes Valencianas, Fran Ferri, ha ido más allá e incluso ha afirmado que “sería bueno” acordar una restricción de estas dimensiones para frenar la curva de contagios que está “desbocada”.
«Somos los que peor estamos y si hay que cerrar una parte de nuestra economía habrá que hacerlo, como ya se ha hecho con el cierre de los bares a las 17 horas”, ha expuesto.
Podemos defiende que se cierren los centros educativos
La propuesta de Podemos va incluso más allá. El tercer socio del Consell lleva cuatro días reclamando públicamente que se confine a la población, se ponga en marcha el teletrabajo e incluso se decrete el cierre temporal de los centros educativos de la Comunidad Valenciana.
El diputado de la formación morada en el Parlamento autonómico, Ferran Martínez, ha defendido la toma de “las medidas más robustas posibles” para hacer frente a una crisis sanitaria que ha dejado unas cifras “absolutamente inaceptables”.
No es la primera vez que los socios de Gobierno muestran sus discrepancias en público desde que comenzó su segunda andadura juntos. La planificación de la recuperación económica tras la crisis de la Covid-19 ya ha sido el terreno para las acusaciones cruzadas de Mónica Oltra y Ximo Puig.