El centro comercial de la ciudad de Valencia ha perdido más del 30% de su actividad, sin embargo el gobierno municipal de Joan Ribó ha respondido este año con una tercera subida del IBI, que se suma a las de 2015 y 2019. Un incremento de tasas que suponen aumentos de entre un 3% y un 13% para los comercios del centro de la ciudad. Si a estos números sumamos una reducción del 70% en la facturación, la situación se convierte en dramática, por lo que el Partido Popular reclama un cambio en la política municipal y que se apruebe un plan para reactivar el comercio en el centro de la ciudad.
Ante este panorama, y mientras el comercio de la ciudad sigue en una situación crítica, “desde el gobierno municipal formado por Compromís y PSOE sus medidas son subir los impuestos y tasas municipales en plena crisis del COVID 19, cerrar los aparcamientos públicos”, como ya ha ocurrido con el parking de Parcent donde podían estacionar 250 vehículos, y “muy pronto se cerrará el de la plaza de Reina”, explica el concejal del grupo municipal popular, Santiago Ballester. Con estos cierres, se perderán 600 plazas de parking en las zonas céntricas de Valècia, circunstancia que perjudica notablemente el desarrollo del comercio ya que los clientes cada día encuentran más dificultades para acceder al centro.
Caos circulatorio
Por otro lado, los accesos al centro se han visto “seriamente perjudicados” con actuaciones como la de la calle Colón “que ha pasado de cinco carriles a uno sólo para la circulación de vehículos” privados, decisiones que se han tomado sin contar con el apoyo los comerciantes y sin haber tenido en cuenta su opinión.
Ante esta situación, el PP ha pedido que cualquier obra o actuación en el centro de la ciudad debe contar con la opinión de los afectados, consensuarse con los propios comerciantes que son el motor de la economía y sobre todo del empleo. “No se pueden cortar calles, cerrar aparcamientos públicos o cambiar direcciones sin hablarlo previamente con vecinos y comerciantes”, ha señalado Ballester. Además, consideran que esta forma de gobernar no aporta ningún valor. Así ha destacado que “las imposiciones de Ribó y sus socios del PSOE no benefician a la ciudad y han contribuido al cierre de comercios y la destrucción de empleo”.
“Tanto movilidad como urbanismo han demostrado una escasa sensibilidad con los comerciantes, a quienes no han consultado las actuaciones y sólo han impuesto cierres de aparcamientos y peatonalizaciones sin buscar alternativas”, explicó Ballester.
Activar el empleo
Una de las medidas que el PP considera fundamentales es fomentar el empleo, sobre todo el juvenil que en la ciudad de València ofrece cifras muy preocupantes. Así, el concejal popular ha pedido al equipo de Gobierno Ribó y PSOE “que se bajen del coche oficial y paseen por el centro de la ciudad para conocer la realidad, los locales están llenos de carteles de se alquila o se vende, esa es la realidad. Por ello, es necesario que pongan en marcha un plan para poder salvar la vida comercial del centro de la ciudad para activar el empleo y frenar el desbocado incremento del paro en la ciudad con tasas de desempleo juvenil del 60% con especial incidencia en los barrios del centro de la ciudad”, ha sentenciado.