Compromís se rebela contra el Gobierno de Sánchez
La infrafinanciación rompe la relación entre Compromís y el Gobierno que, a corto plazo, parece no preocuparle la situación de la Comunidad
Ya hace seis días desde que Compromís, mediante su portavoz en el Congreso, Joan Baldoví, votara ‘no’ a la prórroga del estado de alarma. Y es que días antes ya se empezó a inducir cierta actitud beligerante desde el partido valencianista. El motivo: la infrafinanciación que sufren los valencianos.
Actualmente, la Comunitat Valenciana es la autonomía que recibe una menor cantidad de dinero por habitante desde el Gobierno, con 3.096 euros. Esta cifra se aleja de la media española (3.493). Y más aún de las regiones más financiadas: Navarra (5.191), País Vasco (5.069) y Cantabria (4.086). De hecho, el actual sistema de financiación autonómica, caducado desde enero de 2014, no hace más que empeorar la situación de los valencianos. La brecha en 2017 respecto a la media era de 198 euros y ahora el agujero se ha duplicado y las diferencias con las autonomías más financiadas también ha aumentado exponencialmente.
Sin embargo, el Gobierno de Pedro Sánchez hizo caso omiso a las exigencias de Compromís. Baldoví, antes de la votación de la prórroga del estado de alarma, explicó que «hemos votado siempre que sí, por tanto no intenten meternos en el vagón de esta derecha irresponsable e histriónica. Nadie puede dudar de nuestra responsabilidad ni de nuestra lealtad, pero esta vez votaremos no rotundamente porque nuestro compromiso es con las personas a las que queremos representar. Este Gobierno ha faltado el respeto a los cinco millones de valencianos y valencianas. La salud, primero, pero los hospitales valencianos no se pagan con el aire”.
EL BLOQUE DE INVESTIDURA, EN PELIGRO
«Al amigo y al caballo no hay que cansarlos”, aseguró Baldoví el día de la votación. Ese día se descubrió la gota que colmaba el vaso del enfado de Compromís: el Gobierno había preferido pactar con el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Ciudadanos antes que con ellos.
Al respecto, recriminó al Gobierno haber sido capaz «de gastar 2.100 millones en tanques e incapaces de dotar de 2.300 millones a Andalucía, Murcia, Castilla-La Mancha, Galicia y Comunitat Valenciana para que sus ciudadanos tengan los mismos recursos que la media para luchar contra esta emergencia; han sido capaces de llegar a acuerdos con quienes les han negado el pan y la sal y blanquean a la ultraderecha e incapaces de llegar a acuerdos con quienes les ayudaron a sentarse ahí y a aprobar todos sus decretos y todas sus prórrogas”.
DINERO PARA SALVAR VIDAS
“Nuestra Sanidad no se paga con aire” fue el lema que inició Compromís desde la semana pasada. El día de la votación, Baldoví exclamaba: “Señores del PSOE y de Podemos, no hablo de dinero, hablo de sanidad, hablo de vidas, hablo de oportunidades”.
Asimismo, recordó la cifra de 881 millones de euros, “la que cada año se queda fuera del presupuesto de la sanidad valenciana porque el Gobierno no transfiere los recursos”.
Es por ello que preguntó: “¿Saben que a partir de septiembre pagamos las nóminas con préstamos, un año y otro y otro?; seis años caducado el sistema de financiación y ¿cuál es la consecuencia?: que los valencianos tenemos menos camas hospitalarias, menos UCI, menos médicos, enfermeras y matronas que la media».
¿SALIMOS MÁS FUERTES?
La última reivindicación de Compromís hacia el Gobiero fue la crítica de su senador, Carles Mulet, a la campaña de autopromoción del Gobierno debido a que «cuesta entender este mensaje después del drama de miles y miles de muertes, más de 28.000 mil personas fallecidas en España por la Covid-19”.
La campaña, bajo el lema ‘Salimos más fuertes’, copó ayer las portadas de las principales cabeceras de prensa españolas. Así, señaló que «si es para insuflar ánimos igual no es el más apropiado”.
En consecuencia, el representante de la coalición valenciana exigió conocer quién ha escogido este lema, qué coste ha tenido el diseño de esta campaña y si la inserción la ha realizado directamente el Gobierno o a través de empresas intermediarias o agencias que cobran comisión.
Sobre el coste, indicó que ”si la intención era ayudar a los medios, sería más sensato que la publicidad institucional se basara en recomendaciones sanitarias y no en aparente autobombo de la gestión del Gobierno”.