Cantó azuza el fantasma de los «Països Catalans» para presionar a Puig
Toni Cantó pide a Ximo Puig que se fije "modelos mucho más interesantes" y pone el ejemplo de Madrid o Andalucía como éxitos en gestión
El fantasma del catalanismo sigue latente en la política valenciana, aunque con pulsiones mucho menores que durante los primeros años de democracia. Ciudadanos ha aprovechado los acercamientos entre Ximo Puig y los otros territorios históricos de habla valenciana –Cataluña y las Islas Baleares– para levantar la bandera contra los llamados «Països Catalans».
El síndic de Cs, Toni Cantó, ha asegurado que aunque Puig pretenda «vestir als Països Catalans de Commonwhealth, siempre serán Països Catalans». El portavoz naranja en la Comunitat Valenciana ha emplazado al presidente de la Generalitat a mirar hacia Madrid o Andalucía, puesto que tienen «modelos mucho más interessantes».
Para Puig, los gobiernos bipartitos de PP-Cs con los populares Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno al frente son «el ejemplo de cómo tienen que hacerse las cosas». La formación naranja intenta así acercar a Ximo Puig a posiciones más moderadas, en un momento donde el Botànic trabaja para restablecer relaciones entre socios.
Tierra «desvastada por el nacionalismo y el secesionismo»
Cantó ha denunciado este miércoles que Cataluña se ha convertido en una tierra «devastada por el nacionalismo y el secesionismo» de la que está «huyendo toda empresa», unas afirmaciones que ya había hecho nada más conocerse la reunión entre el presidente de la Generalitat Valenciana con el de la catalana.
Por ello, ha considerado que Puig «tiene que mirarse en muchos lugares, no siempre en el mismo» y le ha instado a fijarse en Madrid, Andalucía o «algunas comunidades socialistas, que llevando a cabo proyectos de forma más moderada están obteniendo mejores resultados, como Aragón», donde Cs está «cerrando los presupuestos» con el gobierno de coalición que preside Javier Lambán.
Puig pide «seny» y «trellat» para reconstruir relaciones
El presidente de la Generalitat había visitado Cataluña para participar en un coloquio del Cercle d’Empresaris, donde aprovechó para reunirse con el presidente interino catalán, Pere Aragonès. El líder del Consell instó a superar el «bloqueo» que ha supuesto el procés y ofreció su apoyo para que la autonomía regresara «a todos los tableros donde se juega el futuro», para tejer una «alianza» catalano-valenciana que permita «reinventar» España.
Puig sacó pecho de la gestión política y económica de la Generalitat Valenciana como un modelo político y económico de éxito, y fue entonces cuando propuso liderar junto a Cataluña una «Commonwealth mediterránea para tender hacia una «España catalana» y una «España de las Españas».
El líder del gobierno valenciano también lamentó la «desaparición práctica de las relaciones institucionales» entre ambas comunidades, algo que se «vive con dolor» emocional, también «por haber perdido desde hace años un aliado fundamental en la petición de un nuevo sistema de financiación» o el corredor mediterráneo. Ximo Puig obvió a Quim Torra y se reunió por última vez con Carles Puigdemont hace tres años.