Un inventor valenciano gana a Lidl en los tribunales de Alemania

El creador de un utensilio para hacer bebidas vegetales gana un juicio por plagio a la cadena de supermercados Lidl

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El inventor valenciano, Andoni Monforte, de la Vegan Milker de Chufamix S.L. –un utensilio para elaborar bebidas vegetales– ha ganado un juicio por plagio a Lidl ante los tribunales alemanes. En concreto, la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Mannheim señala que la compañía alemana ha infringido la patente española y debe, por tanto, indemnizarle.

Fue la compañía germana la que interpuso una demanda contra el inventor y, tras nueve meses, ya ha habido juicio y sentencia que da la razón al valenciano. Mientras, en España, el procedimiento por este asunto sigue paralizado.

La idea que originó Vegan Milker, utensilio convertido en objeto de culto en las redes veganas en más de 40 países, logró la patente europea por la Oficina Europea de Patentes en junio de 2017, además de por las Oficinas de Patentes de China, EEUU o México, entre otras, ha recordado la compañía en un comunicado.

Solo un mes después, Lidl lanzó al mercado un utensilio «con un parecido tan asombroso» al Vegan Milker de Chufamix S.L. que su inventor recibió una cascada de quejas de sus distribuidores, convencidos de que había alcanzado un acuerdo con la firma alemana. Por tanto, remitió entonces un requerimiento amistoso a la multinacional alemana para que retirara su copia, a la cual Lidl hizo caso omiso, manteniendo sus campañas de venta en Europa y EEUU.

El inventor ha afirmado que les calcaron hasta los dibujos del manual de instrucciones. «En vez de disimular poniendo soja o almendras como ejemplo de semillas que el invento puede transformar en bebidas vegetales, su departamento de marketing en Alemania reprodujo las mismas chufas valencianas que nosotros teníamos», ha lamentado. «Lo más sorprendente es que a día de hoy Lidl sigue negando que se trata de un plagio de manual», ha apostillado.

Ante la imposibilidad de competir en precio con Lidl, distribuidores de medio mundo cancelaron sus pedidos y, tras tres años de beneficios desde su creación, la startup Chufamix S.L. entró en 2017 en un ciclo de pérdidas del que no se ha recuperado hasta 2019, en el que ha vuelto a generar 40 millones de euros de beneficios.

Paseo por los tribunales

Chufamix S.L. acudió en primer lugar a los tribunales valencianos interponiendo una querella por un delito contra la propiedad industrial e intelectual, admitida a trámite y declarándose investigadas las divisiones española, alemana y holandesa del grupo alemán Lidl, al considerarse que el delito había sido cometido también en España dado que el producto se ofrecía y vendía también en España desde las tiendas online de Lidl Alemania y Lidl Holanda.

La Oficina Española de Patentes y Marcas y la sección de falsificaciones de la Policía Nacional emitieron, a petición del juez instructor, sendos informes dictaminando que Lidl había reproducido de forma fidedigna e irrefutable todas las características protegidas por la patente, ha indicado la compañía.

Dos años después, la fiscalía y el juez instructor que declararon que un juzgado valenciano era competente para instruir el caso, se inhibieron a favor de los juzgados de Cerdanyola del Vallés (Barcelona), donde Lidl tiene su sede en España, «quedando el proceso estancado en un limbo que la pandemia no ha hecho más que acentuar», han lamentado.

En ese momento, Lidl inició una campaña judicial de demandas contra el inventor y fundador de Chufamix S.L., Andoni Monforte, así como contra la validez de su patente europea. Presentó tres demandas contra el inventor valenciano, dos en Alemania y una en España. En agosto de 2019, Lidl International le demandó y pidió a un tribunal alemán que se pronunciara negativamente sobre la infracción de patente. En noviembre de 2019 lo volvió a demandar solicitando al Tribunal Federal de Patentes de Alemania (Bundespatentgericht) la nulidad de la patente de Vegan Milker en ese país, estrategia que replicó en un tribunal de lo mercantil en España.

El inventor de Vegan Milker fue forzado entonces a contratar abogados alemanes para no perder su patente, a la vez que cambió radicalmente la estrategia comercial de Vegan Milker con el único objetivo de volver a la senda de los beneficios, única forma de poder costear los cuatro juicios. Ahora, los tribunales alemanes le dan la razón y, aunque cauto, ve con más optimismo el resto de procesos judiciales pendientes.

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