Oleada de despidos en la industria cerámica por el descontrol del precio del gas
El sector del azulejo ha pasado de tener 61 personas en procesos de despidos masivos a principios de esta semana a sufrir nuevos ERE en Halcón Cérámicas (185 despidos), Todagres (174) y Azulejera Alcorense (78)
El sector azulejero ha iniciado un mes de octubre negro que hace recordar el desplome vivido en 2008. Los parches del gobierno no han servido para frenar un problema que había provocado que algunas empresas pararan máquinas de manera preventiva mediante ERTEs al no poder asumir los costes energéticos. Pese a los avisos lanzados por el sector, la inacción ha dado paso a los despidos masivos provocando una oleada en forma de ERE.
Según datos de la Dirección General de Trabajo a los que ha tenido acceso Economía Digital, el mes de septiembre cerró con sólo dos pequeñas empresas que habían presentado expediente de regulación de empleo (ERE sin T de temporales) afectando a un total de 61 personas. El número de afectados por ERE en el sector de la cerámica se ha multiplicado por ocho hasta alcanzar casi medio millar despidos (498) en sólo una semana.
El ERE con más afectados, por ahora, lo protoniza Halcón Cerámicas, que ha presentado un expediente para despedir a 185 empleados, según ha podido confirmar este periódico. La cifra supera el record de 174 despidos que había marcado Todagrés, mientras empresa como la Azulejera Alcorense va a desprenderse de hasta 78 personas. El descontrol del precio de la energía es la causa de estos ajustes drásticos de plantilla.
Hace un mes, la cerámica salvó un obstáculo al lograr la subsanación por parte de Pedro Sánchez de que la cogeneración se hubiera quedado excluída del tope del gas. Azuliber, filial del grupo Pamesa, envió previamente a toda su plantilla (117 personas) a un ERTE por los elevados costes de la energía aludiendo que la subida del precio del gas hacía inviable la cogeneración de energía.
Lejos de cerrar con esta medida parcial el problema del sector, que tiene más de 50.000 empleos entre directos e indirectos, tanto la patronal de azulejo (Ascer) como la de los productores españoles de fritas, esmaltes y colores cerámicos (Anffec) incidieron en la necesidad de incrementar las ayudas a las empresas del sector, que se situaron en 400.000 euros por empresa a final de año.
Desde Cersaie, feria italiana del sector cerámico a la que acudió Ximo Puig, presidente de la Generalitat, para reunirse con las empresas valencianas se articuló la reivindicación de que las azulejeras españolas obtuvieran las misma subvención que reciben las italianas. El presidente de la patronal azulejera, Vicente Nomdedeu, aseguró entonces que Italia subvenciona el 40% del incremento de la factura del gas producidas por la inflación.
Ximo Puig anunció que añadiría 100.000 euros a la ayuda de 400.000 euros del gobierno central y dijo: «Para que no se produzca una competencia desleal, tenemos que ser conscientes de que cada Gobierno tiene que apoyar de la misma manera o de una manera semejante a los productores de su país«. El día de antes de este anuncio, Ximo Puig anunció una bajada de impuestos a las clases medias que no fue respaldada por el gobierno. Lo mismo ha ocurrido con esta sugerencia al presidente del Gobierno.
Despidos masivos en empresas líderes del sector
Mientras la inacción del gobierno central continúa, el deterioro de este sector económico se acrecienta. Actualmente hay 70 expedientes de regulación temporal de empleo de los cuales nueve están en negociación. El número de trabajadores afectados por ERTEs asciende a 7.408. La duración de los ERTEs firmados oscila entre los seis y los nueves meses con casos en los que se alarga hasta un año. El problema que sufre el sector es que de las medidas temporales se ha saltado a las definitivas con planteamientos de despidos masivos que afectan a empresas líderes del sector.
Este es el caso de Halcón Cerámicas, que está dentro de los 25 mayores productores de producto cerámico a nivel mundial. Tal y como informa en su página web, Grupo Halcón, compuesto por las marcas Halcon, Emotion y Cicogres, cuenta con cinco plantas productivas en el territorio español y forma parte del top 3 de grupos españoles productores. Con una plantilla que ronda las 1.000 personas, ha planteado un ERE para desprenderse de 185 personas. Además, ha solicitado también un ERTE que afectará hasta a 550 personas.
El ajuste de Halcón Cerámicas se une al de Todagres, que pretende el despido de 174 empleados debido a «la situación actual y el complicado escenario de la empresa, derivado de su inviabilidad a nivel operativo y económico a lo largo de los años».
Mismos argumentos ha presentado Azulejera Alcorense, que en un breve comunicado ha dicho que inicia el proceso de negociación para acometer un ERE que podría llegar a afectar a 78 trabajadores en su única planta de Almazora. «La reciente escalada de los precios del gas y la energía es totalmente inasumible para las industrias gasintensivas, entre las que se encuentra el sector cerámico. Este contexto nos ha llevado a tomar esta decisión que hemos tratado de evitar desde el inicio de esta crisis energética», asegura la compañía.
Desde la órbita sindical, se ve este proceso con preocupación. Vicente Chiva, de UGT, señala: “Primero está afectando a las empresas más pequeñas pero afectará a las más grandes. Esto es como en 2008. Con el gas tan caro, las empresas tienen un problema y lo vamos a pagar los trabajadores”