La patronal de Mercadona y Consum advierte: el impuesto del plástico añadirá un punto más al IPC en 2023
El nuevo gravamen encarecerá la cesta de la compra entre 690 y 900 millones y afectará más en los productos más económicos
El nuevo impuesto del plástico que entrará en vigor en 2023 elevará un punto la inflación en España. Este es el cálculo que ha realizado la patronal de Mercadona y Consum para Economía Digital. Con un gasto de la cesta de la compra de 74.455 millones en 2021 en España y una estimación de recaudación de Hacienda por el nuevo gravamen de 690 millones, que se eleva a 900 millones según la previsión de Asucova (la patronal de supermercados valencianos), el impacto en la inflación se prevé de un punto.
El impuesto del plástico encarecerá la cesta de la compra a razón de 0,80 euros por kilogramo de plástico no reciclado utilizado. Esto significa que todo producto del supermercado envuelto en plástico de un sólo uso (en alimentos y también en productos de limpieza) tendrá que abonar el impuesto. “El gobierno plantea que se pague sin dar una alternativa para no pagar ya que no existe plástico reciclado suficiente para la alimentación», asegura Pedro Reig, director de Asucova.
Desde los supermercados, matizan la diferencia entre España y el resto de Europa: “Es un impuesto de la UE a los estados miembros, que deben pagar 0,80 euros por kilo de residuo de envase plástico no reciclado (enviado a vertedero o incineración). Los estados miembros, para compensar este gasto, están articulando impuestos dentro de su propio territorio. España ha creado éste pero ya ves que no es lo mismo: en Europa se penaliza el residuo de envase enviado a vertedero y en España se penaliza el uso de envases de plástico”.
Dicho de otra forma, el trabajo que realice Ecoembes o cualquier otra medida, empresarial o particular, de cara al reciclaje será ignorada en España para el cálculo del nuevo impuesto ya que se cobrará el nuevo tributo por el plástico utilizado y no por el plástico de un sólo uso no reciclado que acabe en vertedero, como es el caso general en Europa.
El impuesto que pagará una bandeja de lomo será igual que el del solomillo, pero la repercusión sobre el precio en el alimento más barato será mayor
El nuevo gravamen se calcula por el peso del plástico, de manera que pagará lo mismo una bandeja de lomo que una de solomillo, aunque la repercusión que tendrá el alimento más económico será muy superior que el impacto que supondrá entre los productos más premium.
Mercadona, Aldi, Lidl y Consum aseguran que amortiguan el alza del precio en el campo
Desde Asedas, la patronal nacional de los supermercados que agrupa a Mercadona, Consum, Aldi y Lidl, entre otros, se asegura que en la espiral inflaccionaria actual hay una diferencia sustancial entre lo que pasa en el campo, en la industria y en los supermercados. De este modo, señalan con datos de noviembre de este año, que los precios percibidos por los agricultores han subido un 33,2% mientras que el índice precios de la industria alimentaria ha avanzado un 21,2% y la inflación alimentaria se sitúa en el 15,3%.
La guerra es un factor indiscutible en este proceso y una prueba de ella es la evolución del precio del trigo, que se disparó en el momento de empezar la invasión rusa a Ucrania, tal y como se observa en el gráfico de arriba. El punto más alto se alcanzó el pasado mes de mayo pero la repercusión en el precio de los alimentos tiene una reacción más tardía. El precio de los cereales de mayo sigue afectando actualmente ya que la harina extraída de los cereales es la materia prima para los piensos que consume el ganado, por lo que aquellos precios todavía tienen su afección en la actual cesta de la compra, según explican desde la patronal de supermercados.
Además, la inflación en la alimentación no tiene confirmada su desparición. En España, durante el mes de julio se produjo la mayor diferencia entre el dato de la inflación y el IPC subyacente (es decir, los precios sin tener en cuenta alimentación y energía). El dato general se disparó hasta el 10,8% mientras que el subyacente se situaba a 4,7 puntos de diferencia, en el 6,1%. El último dato conocido, referente al mes de noviembre, ha reducido notablemente la distancia fijando el IPC en el 6,8% mientras la inflación subyacente se sitúa sólo a medio punto, en el 6,3%. Pese a estos datos en España, los mercados de futuros de las materias primas de la alimentación, que cotizan en el mercado de Chicago, no son tan optimistas.
Tal y como figura en los datos de Bloomberg referentes a los futuros en el mercado de Chicago del azucar (reflejados en el gráfico de arriba), en concreto del contrato de referencia mundial número 11 para contrataciones de azúcar bruta, que mide la entrega física del azúcar de caña bruta, los máximos anuales se están marcando actualmente, lo que hace preveer efectos nuevas repercusiones en la inflación de manera directa y de segunda ronda en aquellos productos que utilicen esta materia prima.
Ante esta evolución de las materias primas y los riesgos todavía presentes de nuevos encarecimientos, desde la patronal nacional Asedas se aboga por una moratoria en la aplicación del nuevo impuesto del plástico y por una rebaja del IVA. Las subidas de este impuesto aplicadas en 2007 y 2012 provocaron una subida de la inflación, ya que el impuesto del valor añadido, que es inocuo para las empresas al compensarse, es repercutido y pagado íntegramente por los hogares.