Mercadona amplía su expansión en Portugal con dos nuevos supermercados en Lisboa

Mercadona continúa con su proyecto de expansión. Tras haber logrado tener presencia por toda España, ahora está apostando por el país vecino, Portugal. Este viernes, la empresa de Juan Roig ha anunciado la apertura de sus primeros supermercados en la gran área metropolitana de Lisboa.

Concretamente, serán dos establecimientos en Setúbal y Montijo, que están previstos para 2022, según han informado en un comunicado. La compañía apuesta por la «creación de empleo de calidad», y por ello contratará a 100 personas. El proceso de selección ya ha comenzado.

Estos dos nuevos establecimientos representan un «gran paso» en la expansión de la compañía desde que desembarcara en el mercado luso. Y dentro de sus planes de futuro se encuentran la zona Norte de Portugal para 2022. En donde se abrirán tres tiendas en Guimarães, Braga y Póvoa de Varzim.

24 supermercados en Lisboa

Actualmente, hay 24 establecimientos en el país, situados en el norte de Portugal, como Oporto, Braga, Aveiro o Viana do Castelo. El último fue inaugurado la semana pasada en la ciudad Vila Nova de Famalicão (Braga).

El primer Mercadona se abrió el 1 de julio de 2019 y para este 2021 se espera que la plantilla ya supere los 1.700 trabajadores. Además de las tiendas, cuenta con un Centro de Innovación en Matosinhos (Oporto) y un Bloque Logístico en Póvoa de Varzim (norte) que abastecen a todas las tiendas del país luso.

La inversión para abrir las tiendas en el norte ha sido de 150 millones de euros. La cadena cerró el 2020 con 727 millones de beneficio, siendo un 17% superiores a los de 2019. Otra de las apuestas de Roig, la vanta online también subió hasta alcanzar los 176 millones de euros de la facturación.

Roig continúa su proyecto pese a las pérdidas millonarias

En 2021 la empresa quiere llegar a los 27.850 millones, el 3,7% más que en la temporada actual. En 2020 la sociedad  Irmádona Supermercados, bajo la que están registrados los supermercados en Portugal, cerró con unas pérdidas de 83,7 millones de euros frente a los números rojos de 97,6 millones de 2019.

Unas pérdidas que derivan de la inversión que supone implantar todas estas tiendas e instalaciones. De hecho, Roig ha hecho inyecciones millonarias para poder llevar a cabo este proyecto. De estas, 369 millones fueron a parar a proveedores portugueses, mientras la cifra de negocio se situó en 186 millones.