Los sindicatos minoritarios de Ford Almussafes llevan a arbitraje el acuerdo que trae el Mustang
La oferta alemana para lograr vehículos sigue secreta y abstracta a la espera de cuantificación económica y de que llegue el 30 de junio para hacer oficial las adjudicaciones de los modelos eléctricos a Valencia
Los sindicatos minoritarios de Ford Almussafes se han unido para pedir en el tribunal de arbitraje la anulación del acuerdo de electrificación diseñado por UGT y que permite la llegada a Almussafes de la plataforma eléctrica desde la que se fabrica el Mustang. Según refleja el acta de la última reunión del Tribunal Laboral de la Comunitat Valenciana, Comisiones Obreras y CGT se han unido a STM en la petición. UGT no ha aceptado la propuesta de los sindicatos minoritarios.
Los motivos de esta iniciativa por parte de STM, tal y como se refleja en un video que circula entre algunos trabajadores de la factoría, son que el IPC está “desbocado” y la ausencia de un referéndum. El acuerdo de UGT plantea subidas salariales de 1.000, 1.500, 2.000 y 2.500 euros entre los años 2022 y 2025 y la recuperación del IPC de manera retroactivo para 2026.
Desde STM se aseguró hace más un mes que hay estimaciones de economistas que predecían que un empleado perdería más de 3.000 euros de salario frente a la inflación prevista. La estimación actualizada de STM tras el dato de IPC de marzo es que sólo en 2022 se perderían 4.000 euros. “Desde el STM pedimos que las partes nos volvamos a sentar para tener otro acuerdo que no deje tan mal parado a los trabajadores. El acuerdo de electrificación va a hacer unos recortes salariales brutales”, sostienen desde STM.
El segundo punto de conflicto es el respaldo por referéndum de los acuerdos tomados por el comité de empresa respecto a los salarios. Según refleja la documentación que STM ha trasladado al Tribunal Laboral para impugnar el acuerdo, los pactos similares al anunciado para la electrificación siempre han venido acompañados por una votación. Ocurrió en 2009, cuando se tumbó la propuesta formulada en abril y que finalmente fue aprobada en octubre y también en 2013 para aprobar el acuerdo entre 2014 y 2018. En 2018 se votó el XVII Convenio Colectivo. El año que viene hay elecciones en la factoría de Almussafes, lo que alimenta la confrontación sindical actual.
UGT ya celebró una consulta telemática para valorar el acuerdo de electrificación con un respaldo del 75% de los empleados. STM considera que no se dieron las condiciones que, históricamente, han tenido las votaciones en la factoría.
Mientras desde Valencia se discute por parte de los sindicatos minoritarios las cesiones que UGT propuso para lograr a un acuerdo, en la sede de Ford Europa se sigue deshojando la margarita con el plazo del 30 de junio en el horizonte para hacer oficial las adjudicaciones de modelos que los proveedores dan por hecho. “En las previsiones de producción a largo plazo de Ford, Saarlouis no tiene producción a partir de 2025 y en 2026 aparece el Mustang para Valencia”, asegura uno de los principales proveedores de la automoción desde sus oficinas centrales en Alemania. La última declaración oficial de Ford al respecto es que no hay adjudicación oficial a la planta valenciana.
Según explican fuentes próximas a la negociación, el proceso ahora está ralentizado con la comparación de la oferta que ha realizado los alemanes y los españoles. “Hay propuestas alemanas abstractas que son difícilmente cuantificables”, explican desde Colonia, sede de Ford Europa. El secretismo de los sindicatos alemanes, que no han detallado sus compromisos como lo ha hecho el sindicato mayoritario español, mantiene el suspense entre los trabajadores. Los sindicatos minoritarios alemanes, como reflejaron recientemente en un comunicado, han criticado al sindicato mayoritario por no compartir toda la información que tienen.
Los pasos ahora previstos son continuar con la comparativa de las propuestas hasta que Ford encuentre el momento en el que comercialmente le interese hacer oficial las adjudicaciones. Mientras tanto, Ford tiene que garantizarse que no se produzca un parón en la fábrica de Saarlouis, en la que ha confiado la producción del Focus hasta 2025, es decir, tres años desde que anuncie su previsto cierre y que es uno de los motivos de que este proceso de adjudicación de modelos se alargue y tenga dosis de suspense.
La judicialización del proceso por el enfrentamiento de sindicatos en España sobrevuela como una amenaza para el futuro de Almussafes
La judicialización del proceso por el enfrentamiento de sindicatos en España sobrevuela como una amenaza para el futuro de Almussafes ya que desde Alemania podrían utilizar esta lucha entre trabajadores para poner en duda el acuerdo de electrificación y prolongar la decisión, una opción poco viable ya que el fabricante necesita empezar a adjudicar a los proveedores las piezas para poder montar los nuevos modelos en 2026. “Hay proveedores a los que se les ha preguntado por el coste de hacer piezas del Mustang para montarlo en Almussafes”, indican fuentes del entorno del parque de proveedores de la factoría valenciana.
La guerra y las consecuencias que tendrá para la venta de vehículos es la otra incógnita que sobrevuela sobre las factorías de Ford en la medida que la evolución económica afectará a los volúmenes de producción. Al margen de estos temores, la posición de ventaja de Almussafes sobre Saarlouis se mantiene clara y las previsiones de que la adjudicación de la nueva plataforma de vehículos eléctricos será para la planta española sigue firme.