Hace poco más de diez años que el Levante UD se encontraba al borde de la desaparación: sumergido en Segunda División y en concurso de acreedores la situación del club era dramática. Hoy, la realidad es muy diferente. Asentado en La Liga Santander y «en peligro de expansión», como dice su lema, el club ha solicitado un préstamo de hasta 60 millones de euros (una cantidad similar a la deuda de 2009) para acometer las obras de reforma del Ciudad de Valencia y de la nueva Ciudad Deportiva de Nazaret.
El director financiero del club, Nacho García, hace un repaso de la realidad económica del club: «La situación no tiene nada que ver a la de entonces: tenemos unos activos con muchísimo más valor, unos derechos de televisión muy superiores y sobre todo mucha más capacidad de gestión que en 2009».
¿Cuál es el objetivo del club a medio y largo plazo?
El club tiene ahora mismo tres objetivos: concluir las obras del estadio: queremos que sea un referente en València y un generador de ingresos extra para el club; empezar cuanto antes las obras de la Ciudad Deportiva de Nazaret y afianzar al equipo en Primera División. Todo ello con el objetivo de consolidar nuestra masa social, que en diez años ha pasado de ser de entre 3.000 y 4.000 socios a 22.000.
Para ello ha pedido un préstamo de 60 millones de euros, ¿no es un tanto arriesgado dada la situación de incertidumbre actual?
Ahora mismo hay un riesgo en toda la economía por el tema del Covid. Lo que pasa es que miramos a largo plazo para afrontar las inversiones que está realizando el Levante. El préstamo se amortiza en doce años y lo que no podemos es pararnos. Este año ha sido el Covid, pero el que viene puede ser cualquier otra cosa. Una coyuntura puntual no puede estar por encima de un planteamiento a largo plazo como el que hizo el Levante en su día con la reforma del estadio y la nueva ciudad deportiva.
¿Por qué se ha solicitado el préstamo al Grupo Edmond de Rothschild?
Porque la banca tradicional no está tanto en fútbol, por lo que hemos tenido que ir a buscar a operadores financieros como este, que es una institución muy grande a nivel mundial. Estamos bastante contentos con la forma con la que se está desarrollando esto.
¿La reforma del estadio se ha hecho por necesidad o como un paso más en el crecimiento del club?
Las demandas de los fans te llevan a que los estadios tengan algo más. La gente además de ir al estadio a ver un partido de fútbol, quiere tener una experiencia. No es casual que todos los clubs estén invirtiendo en estadios: Osasuna, Alavés, Betis, Real Madrid, Barcelona, Real Sociedad, Atlético de Madrid… Es una ola que te empuja a ponerte a la misma altura que el resto de clubs. Sin embargo, también tenemos que adecuarnos al reglamento de las retransmisiones televisivas, por eso hacemos la reforma en dos fases. En la primera estamos cambiando la fisonomía del estadio para otorgarle una cubierta completa, mejorar la iluminación e incluir una cámara aérea. En la segunda, queremos dotarle al estadio de nuevas zonas comerciales, de hospitality, de nuevos palcos vip… Queremos que sea una inversión que luego tenga un retorno.
¿La COVID-19 ha modificado el inicio de la segunda fase de las obras?
La idea es que comiencen en el curso 2020-2021. Con esta segunda reforma pretendemos generar unos ingresos retorno que faciliten la amortización de las obras.
¿Y por qué ha solicitado el club un préstamo entonces?
Con nuestros propios recursos podríamos acometer las obras, pero para eso tendríamos que sacrificar el refuerzo de la parcela deportiva. Si te gastas el dinero en ladrillo no te lo gastas en jugadores. Por tanto, decidimos mantener nuestro nivel deportivo y financiar el estadio con un préstamo lo más acorde a la realidad del Levante.
¿La ausencia de público puede afectar a la hora de hacer frente a la devolución del préstamo?
En nuestro caso el impacto que tiene la ausencia de público es muy poco relevante. Representa un porcentaje muy bajo por la política de bonificación que tenemos con nuestros socios. Obviamente no deja de ser un impacto, de hecho, son dos millones de euros que dejamos de ingresar, pero no es tan significativo como en equipos más grandes.
¿Y cómo afectaría un descenso? El club estuvo a punto de desaparecer en 2009 por una deuda similar a la cantidad que se ha solicitado en el crédito.
Bueno, el préstamo no es de 60 millones de euros, sino de hasta 60 millones de euros. Es decir, no hemos dispuesto de todo el préstamo porque ya lo haremos cuando acometamos las obras, mientras tanto no tenemos el dinero. En el caso de que todo vaya bien y pidamos todo el préstamo, tendríamos en Primera División una deuda de 60 millones con unos ingresos de televisión superiores a 50 millones de euros. Si estuviéramos en Segunda, los ingresos de televisión estarían en torno a 10-12 millones de euros, que es lo que teníamos cuando subimos a Primera División e íbamos amortizando año a año la deuda concursal. La situación no tiene nada que ver a la de entonces: tenemos unos activos con muchísimo más valor, unos derechos de televisión muy superiores y sobre todo mucha más capacidad de gestión que en 2009.
El club está “ahogado” con la regulación del Fair Play Financiero, ¿qué va a pasar con la plantilla? ¿se va a pactar una disminución de salario?
No, no lo tenemos pensado. Vamos a estar trabajando hasta el 3 de octubre para aligerar la plantilla. Tenemos muchas fichas y lo que tenemos que hacer es reducir la plantilla a 24-25 fichas, pero también en función de como se vaya desarrollando el mercado, que está vivo y que puede cambiar mañana completamente. Tenemos que ir viendo cómo va y las alternativas que te van ofreciendo.
¿Hay salarios fuera de la lógica actual de la plantilla del club?
Nuestro nivel salarial está acorde con lo que es el Levante, lo que pasa es que tenemos muchos más jugadores de los que tendríamos que tener, que son 25, pero a nivel individual los jugadores cobran acorde con lo que es el Levante.
En los últimos años la política de contratos ha sido la de firmar fichas muy altas y con muchos años de contrato.
Hay que tener en cuenta el coste del computo del salario del jugador más la amortización de su fichaje. Estamos excedidos de coste de plantilla no porque les paguemos mucho, sino porque tenemos muchos jugadores. Eso también le pasa al 80% de las plantillas, que tienen más jugadores que fichas pueden tener, concretamente a 35 clubes entre Primera y Segunda.
¿Son rentables el resto de secciones del club?
¿Es rentable la cantera? No, pero si subes jugadores al primer equipo no los tienes que comprar. Nuestras secciones no están encaminadas a ganar dinero, sino al fomento de deportes minoritarios, que es uno de los pilares del Levante UD, por eso apoyamos el fútbol adaptado, al balonmano, al fútbol sala, fútbol femenino… Las secciones no son rentables, pero empiezan a generar por ellas mismas dinero para mantenerlas, el fútbol sala y el fútbol femenino son muy buenos ejemplos.
¿Cuándo van a comenzar las obras de la ciudad deportiva de Nazaret?
El proyecto de Nazaret es un plan de actuación en el que el Levante es un actor más. Tiene un procedimiento administrativo largo que, unido al tema de la pandemia, se ha ralentizado todo. La idea del club es que a lo largo de la temporada 20-21 se puedan iniciar algunas actuaciones. No es que no pase nada, sino que los trámites son los que son. No es algo anormal lo que está pasando.
¿Y qué va a pasar con Buñol? ¿Se va a vender?
Nosotros queremos darle una salida, no la vamos a dejar morir. Es una ciudad deportiva grande, que está muy bien equipada, por lo que se puede usar como una instalación deportiva o con un uso industrial o logístico. Cuando sepamos cuándo nos vamos a trasladar a Nazaret, nos lo empezaremos a plantear. Lo que no podemos hacer es precipitarnos y decir que vamos a hacer una cosa u otra porque todavía no sabemos que va a pasar con Buñol.