Lear despide a 37 personas en su pugna con Magna por los asientos de Ford Almussafes

La multinacional americana Lear ha iniciado los expedientes de despidos masivos en la industria de la automoción valenciana por la pérdida de modelos de Ford Almussafes y la falta de concreción de los nuevos vehículos eléctricos. Su ERE ha supuesto la salida de 37 trabajadores, aunque Lear puede desprenderse de hasta 50 empleados con el acuerdo alcanzado con la plantilla. El expediente es un capítulo dentro de la lucha fratricida entre Lear y Magna por los asientos para Ford Almussafes. Sólo quedará uno, como ya ocurrió con Saaroluis o Valencia.

El ERE forma parte de las negociaciones de las que Economía Digital ya informó y que suponen una rebaja de salarios del 6,5% más cuatro años de congelación. Este acuerdo, según confirman fuentes sindicales, fue aprobado en asamblea por los trabajadores en un entorno de inflación superior al 10%.

Juan Yuste, delegado de Comisiones Obreras en Lear, explica: “La empresa nos dijo que esto era necesario para optar a nuevos modelos pero que no nos daba la garantía de tenerlos”. La multinacional americana ha señalado a Economía Digital: “Lear no hace declaraciones públicas sobre sus relaciones laborales y estrategias de negocio”.

Lear fabrica asientos de S-Max, Galaxy y Transit Connect mientras Magna, del Kuga

Actualmente, para la fabricación de asientos para Ford Almussafes hay dos proveedores. Por un lado, Lear suministra para S-Max y Galaxy, ambos modelos en recesión con bajo volumen, más Transit Connect, cuya producción finalizará el año que viene. Ahora mismo, la previsión de producción de Lear asientos en Almussafes para 2025 es de 0 vehículos.

Además esta Magna, que fabrica los asientos para el Kuga, modelo que va a experimentar un restyling, lo que permite a Ford cambiar de proveedor. Lear y Magna pugnan por los asientos del todoterreno. El que resulte perdedor se quedará sin carga de trabajo. Lear tiene actualmente 255 trabajadores mientras Magna, más de 300, según fuentes sindicales.

Sea cual sea el resultado, el desembarco en Almussafes de nuevos modelos de la plataforma GE-2 no van a llegar a tiempo. Si el lanzamiento se hubiera producido antes del 30 de junio de 2025, como marcaban las condiciones del PERTE, sería previsible que en 2024 ya hubieran empezado algunos trabajos de preparación en proveedores ‘just in time’, como son los que suministran los asientos.

Desde Comisiones Obreras se prevé la decisión sobre quién fabricará el Kuga modificado entre septiembre y noviembre de este año mientras fuentes de UGT retrasan el restyling a principios del año que viene. Sea cuando sea, desde esta decisión hasta la llegada de nuevos modelos a partir de 2026 (y no necesariamente ese año ya que Ford no se ha pronunciado) pasará un tiempo excesivo para mantener a las plantillas sin carga de trabajo.

La decisión de renunciar al PERTE con más de 100 millones de subvenciones concedidas por parte de Ford,  desvelada en exclusiva por Economía Digital, fue confirmada por el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, con el relato de que se trataba de un “cambio de plazos, no de planes”.

El retraso de los proyectos de Ford dificulta enormemente el mantenimiento de las instalaciones y las plantillas. Como ya ha informado Economía Digital, los proveedores están buscando en otras fábricas de España la carga de trabajo que en Ford Almussafes ha cambiado de plazos. Multinacionales como Dr Franz Schneider o Plastic Omnium son ejemplos de firmas que han conseguido diversificar su producción.

“Trasladar bolsas de airbag tiene un coste razonable. Mover asientos no”, explican desde el parque de proveedores. Y ese es precisamente el problema que tiene las plantas de Lear y de Magna aunque, según fuentes del entorno, se está trabajando para buscar soluciones al problema que ha generado ese cambio de “planes, no de plazos” al que aludía Ximo Puig.

Lear ha despedido con indemnizaciones de 45 días por año trabajado, nada que ver con los de 6 a 13 días que ha aplicado Ford en Estados Unidos

Desde el entorno sindical se da como factible que el resultado de este proceso será un nuevo expediente de despidos, ya sea en Lear o en Magna, que acabe con centenares de empleados en la calle. Este ERE de Lear para 50 empleados de los que ya han salido 37 se ha firmado con indemnizaciones de 45 días por año trabajado con un máximo de 42 mensualidades, nada que ver con los entre 6 y 13 días que acaba de aplicar Ford en Estados Unidos. En caso de cierre de la planta será muy complicado que las multinacionales se alejen del mínimo en España situado en los 20 días por año trabajado. Con el actual calendario, estos despidos se producirían en periodo electoral.

El paso dado por Lear en su batalla con Magna supone un aviso y un ejemplo de la travesía que van a tener que pasar empresarios, directivos y trabajadores durante los próximos años. Si bien se confía en la llegada a Ford Almussafes de modelos eléctricos de gran tamaño con gran valor añadido y volúmenes de producción altos (de precios altos pero no tan premium como para no generar empleo masivo), los próximos meses y años se siguen viendo con enorme incertidumbre desde la industria auxiliar de la automoción en la Comunidad Valenciana.