Las empresas valencianas despiertan del confinamiento
Las empresas valencianas de los sectores del juguete y plástico activan entre un 50 y 75% su funcionamiento tras un parón de dos semanas
Tras las fiestas de Semana Santa, las actividades no esenciales han podido reactivarse. Así, empresas valencianas de sectores como el juguete o el plástico han vuelto a trabajar entre un 50% y 75% respecto a su pleno funcionamiento.
Un porcentaje que se traslada también a la construcción, el sector que no ha retomado completamente la normalidad al prohibirse las actividades relacionadas con obras de intervención en edificios con riesgo de contagio por coronavirus.
Con el Estado de Alarma, la adopción de normas semanales ha sido necesaria para hacer frente al COVID 19. De esta forma, se anunciaba dos semanas más tarde al confinamiento el parón obligatorio de cualquier actividad no esencial. Una medida que trasladó mayor inestabilidad económica entre los sectores industriales y la construcción.
Sin embargo, hoy en el balance inicial de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) se ha contabilizado que en el sector textil la reactivación ha sido del 50%, un 2% menos que el sector metalmecánico.
Desde la Federación Empresarial Metalúrgica Valenciana (Femeval) han asegurado que la vuelta ha sido «de forma dispar», ya que ha habido un absentismo por coronavirus inferior al 10% y algunos problemas de abastecimiento. También han resaltado la ausencia de personal por los ERTE, al haberlo solicitado un 37% de las empresas del sector.
En cuanto al sector del azulejo y madera-mueble el reinicio ha sido inferior al 25%. Y en la automoción, las empresas de la Comunitat Valenciana siguen con los motores apagados. De hecho, Ford anunciaba la apertura de la fábrica el próximo lunes 23 de abril.
En el sector primario, la actividad se ha podido mantener al 100% mientras que en sector servicios las consecuencias de las crisis siguen haciendo mella. Por ello, asociaciones como SOS Hostelería han pedido a la Generalitat Valenciana medidas específicas para amparar al sector. Una circunstancia que nace ante la ausencia de propuestas, por parte, del Gobierno Central y la posible pérdida de hasta 20.000 empleos en la hostelería valenciana.