La patronal presiona a Mazón para una gestión privada de Feria Valencia
Cámara de Comercio se niega a un externalización total y quiere colocar al consejero delegado de Feria Valencia
La patronal valenciana quieren que Carlos Mazón valore la gestión privada para Feria Valencia. El recinto ferial fue convertido en empresa pública por el Botànic, con Natxo Costa (Compromís) al frente de ella. El giro político tras el 28-M abre la puerta a que la tantas veces citada “colaboración público-privada” encuentre una fórmula dentro del recinto ferial. La música de la colaboración público-privada suena bien en el PP y desde sectores empresariales se quiere empujar en ese camino, es decir, que una empresa externa gestione el recinto ferial.
Sin embargo, Cámara de Comercio frena las expectativas. Aceptaría una privatización parcial de la gestión pero quiere colocar un consejero delegado empresarial al frente de la empresa pública Feria Valencia. Y, sobre todo, quiere ser la Cámara de Comercio la que coloque a la persona concreta. El pulso Cámara-CEV genera tensión.
El elegido por la Cámara es Alejandro Bermejo, empresario del mueble y presidente de la feria Maderalia. Este nivel de definición contrasta con lo que ocurre en la esfera política respecto al futuro de Feria Valencia. Tanto los equipos de Carlos Mazón como los de Maria José Catalá, futuros presidentes de la Generalitat y alcaldesa de Valencia y, por tanto, las dos administraciones que van a decidir, aseguran a ECONOMÍA DIGITAL que todavía no se han planteado nombres para Feria Valencia.
De hecho, no se han planteado en general nombres para consellerías/concejalías y, ni mucho menos, para los cargos que colgarán de cada área. Esta definición, en medio del tsunami generado por Pedro Sánchez por la convocatoria de elecciones generales, se acepta por parte de los empresarios aunque el deseo es conocer y reactivar las administraciones autonómicas y municipales lo más rápido posible.
La privatización estuvo en la mesa y ahora vuelve
La opción de una privatización parcial estuvo encima de la mesa en los inicios del Botànic, cuando se planteó que el eterno proceso de refundación de Feria Valencia concluyera con la entrada de un operador privado de ferias que dotara de negocio adicional al recinto ferial. En el modelo de Natxo Costa esta opción se difuminó.
Según explican fuentes empresariales, “podemos presionar para que exista una gestión privada”. El objetivo sería encontrar empresas que aportaran valor a la gestión del recinto ferial. Desde la Cámara de Comercio se ponen líneas rojas a la externalización de la gestión de los certámenes más ligadas al tejido productivo valenciano, es decir, Cevisama, Hábitat y Maderalia, entre otros.
Además de la pugna por los dos modelos que se proponen para feria desde la patronal y la Cámara, en el fondo hay un deseo de control de ambos de ser la institución preferente en Feria Valencia y, por tanto, ser el mayor y mejor enlace de las empresas. En 2012, el PP solucionó el problema de la gestión de Feria Valencia colocando al frente a Enrique Soto, que durante ocho años había sido la mano derecha de Salvador Navarro en una CEV que por entonces tenía sólo ámbito de la provincia de Valencia.
Con el paso de los años, Soto se convirtió en un enlace válido y reconocido para todos los empresarios e instituciones (patronal y cámara) hasta el punto que, como contó este periódico, Compromís fió el arranque de la nueva Feria Valencia al directivo que había colocado el PP en 2012. Este enlace se rompió con la oferta a Soto de la Fundación Lab, que depende de la Asociación Valenciana de Empresarios, el lobby presidido por el naviero Vicente Boluda e inspirado por Juan Roig, presidente de Mercadona. Soto dejó Feria Valencia el 2 de mayo mientras los órganos de Feria Valencia se quedaban en suspense.
Maria José Catalá sí que va a opinar
Joan Ribó (Compromís) ha pasado de puntillas por Feria Valencia durante sus ocho años como alcalde. Alguna vez, como ocurrió con la gran propuesta de Ximo Puig en el certamen de baterías, incluso acudió al recinto ferial a torpedear sus iniciativas, como cuando utilizó la presentación de aquel evento de movilidad para decir que lo fundamental era reducir los coches y la movilidad. El papel desde la alcaldía de Valencia en Feria Valencia va a cambiar.
Maria José Catalá quiere tener un papel más protagonista en el recinto ferial. De la cesión de protagonismo de Ribó a la Generalitat se prevé pasar a una presidenta de Feria Valencia activa y con intención de estar en la primera línea de la gestión, tal y como confirman desde su entorno.
Los nuevos equilibrios marcarán el futuro de Feria Valencia ya que lograrán el respaldo e impulso de los diferentes actores que tiene la empresa pero, sobre todo, marcarán también la apuesta que tanto la administración local como la autonómica tiene por Feria Valencia. Las principales críticas que desde el recinto ferial valenciano se realizan cuando se les compara con los certámenes exitosos de Ifema o Fira Barcelona está la diferencia de apoyo público que se recibe para eventos concretos. El debate sobre qué se quiere hacer se mezclará con el que ya iniciado los empresarios respecto a cómo se quiere ejecutar.