La fábrica de Ford en Almussafes retira la mascarilla a los trabajadores
Desde esta noche, los empleados de la factoría automovilística no estarán obligados a llevar mascarilla
La plantilla de trabajadores de la fábrica de Ford ubicada en el municipio valenciano de Almussafes ya no tendrá que llevar mascarilla desde esta noche. La compañía automovilística ha tomado la decisión de retirar la obligatoriedad de este elemento de protección sanitaria, después de estudiar la evolución de los datos de la Covid en el centro de trabajo.
«La dirección de la empresa, una vez analizados los datos de incidencia del Covid en la fábrica, se ha comprometido hoy a que desde esta misma noche dejará de ser obligatorio el uso de la mascarilla», ha destacado a través de un comunicado el sindicato UGT en la factoría valenciana.
Asimismo, según ha informado el colectivo de trabajadores, la compañía ha decidido que los trabajadores puedan volver a utilizar las duchas, cuyo uso se había prohibido a causa de la evolución de la situación epidemiológica de la Covid.
Uso de la mascarilla
Si bien las mascarillas ya no serán obligatorias en la mayoría de áreas de la factoría automovilística, sí que habrá algunos espacios y situaciones en los que aún se deberá utilizar. En concreto, en las áreas médicas y en el transporte colectivo.
Los empleados también habrán de llevarla dentro de los vehículos que circulan por el interior de la fábrica, cuando estén ocupados por diversos pasajeros.
Una «buena» noticia
El sindicato ha visto con buenos ojos esta decisión tomada por la compañía. «Por fin llega una buena noticia», ha destacado.
En esta línea, ha celebrado que después de unos años complicados, marcados por las dificultades tanto a nivel económico como sanitario que ha comportado la pandemia, se haya recuperado la normalidad.
Y por ello, han confiado que esta normalidad «se consolide en el tiempo, tanto en la vida cotidiana como en la fábrica».
Mascarillas en los centros de trabajo
El Consejo de Ministros aprobó el pasado abril una normativa sobre el uso de mascarillas en espacios interiores por la que dejaron de ser obligatorias en estos ámbitos salvo en centros sanitarios y sociosanitarios y los transportes.
Sin embargo, en los centros de trabajo, fueron los servicios de prevención de riesgos laborales los que debieron valorar la necesidad de llevar mascarillas, si bien los expertos aconsejaban llevarla cuando la distancia interpersonal fuese inferior a 1,5 metros y no fuera posible garantizar la ventilación adecuada del espacio.