La cerámica agoniza pese al gas barato: abandono político, caída de ventas y preparación de concursos de acreedores

El sector de las esmalteras asegura que el 23-J paraliza las ayudas a los sectores gasintensivos

Feria Cevisama. EFE/ Kai Forsterling

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El sector de la cerámica ha entrado en una espiral negativa en la que los indicadores se han vuelto en rojo. Caen las ventas nacionales y las exportaciones mientras la convocatoria de elecciones bloquea las ayudas directas al sector. Los costes energéticos, que hace un año empezaron a asustar al sector por la guerra en Ucrania, tampoco se convierten en un alivio en los hornos cerámicos ya que la compra a largo de plazo de la energía está penalizando los costes. Los ERTEs se mantienen mientras el concurso de acreedores se plantea como alternativa.

Un pequeño azulejero confirma a ECONOMÍA DIGITAL: «Estoy preparando el concurso de acreedores. No me queda otra opción». Antonio Durán, reponsable del sector de la cerámica en UGT, aporta otro caso. El sindicato ha participado en reuniones previas al concurso de acreedores de una azulejera con 55 trabajadores. «Hay comentarios en el sector sobre solicitudes de concursos de acreedores en empresas más grandes. No pinta bien», apunta.

«Si el sector cerámico va mal, todo lo que está alrededor, como el sector de fritas y esmaltes y de maquinaria, se resiente, y después el puerto, el pequeño comercio y la hostelería. Se acaba resistiendo todo», apuntan desde UGT. Empresarios del sector de maquinaria para el sector cerámica confirman el parón: «Las únicas peticiones son de mantenimiento. No hay proyectos nuevos porque la mayoría de las empresas siguen teniendo hornos parados«.

Desde el sector de fritas y esmaltes, la situación es preocupante. El primer factor de preocupación es la parálisis política. La decisión de Pedro Sánchez de adelantar las elecciones al 23 de julio ha bloqueado la concesión de ayudas directas a las empresas gasintesivas que se anunciaron el pasado 27 de diciembre. «La disolución de las Cortes conlleva una paralización de los trámites regulatorios que estaban sobre la mesa, como las ayudas a sectores gasintensivos», inciden desde la Asociación Nacional de Fabricantes de Fritas, Esmaltes y Colores Cerámicos (Anffecc).

Fernando Fabra, presidente de Anffecc, incide que la convocatoria del 23-J preocupa al sector ya que «deja en el aire la concesión de las ayudas para sectores gasintensivos, al quedar pendiente de ratificación por el Senado la propuesta de orden que desarrollaba el R.D.L. 20/2022». La indefinición en la cerámica es total. La propuesta a la que se refiere es a la prórroga de seis meses para cumplir con la ley de morosidad y poder recibir ayudas directas y que se espera desde Castellón que se apruebe. Ahora está en dudas que llegue la ayuda y la condición negociada respecto a la morosidad.

La cerámica y el reivindicativo sector de fritas y esmaltes lleva casi un año en alarma continua por el ataque a la viabilidad empresarial que han supuesto los vaivenes del mercado. El foco se ha puesto fundamentalmente en el gas, cuyo altísimos precios alcanzados el verano pasado provocaron una enorme crisis de costes.

La previsión del cierre del ejercicio 2022 realizada por PwC y presentada en diciembre era que el ebitda del sector habría sido de 816 millones de euros si no hubiera habido guerra, pero tras la invasión de Putin el ebitda se tiñe de rojo con 1.033 millones de euros en negativo. Esto supone que el impacto empresarial del conflicto bélico supera los 1.800 millones.

PwC calculó que la guerra supone 1.800 millones de ebitda negativo a la cerámica. Baja el gas y el sector tampoco tiene alivio

Los precios del gas han bajado pero desde la patronal esmaltera se apunta que, a pesar de que hayan bajado los precios del gas en los índices de referencia internacionales, “esta caída no lleva aparejada una rebaja en los costes reales de las empresas, pues se tuvo que asumir la compra del gas a más largo plazo hace ya tiempo, a los precios marcados entonces, para tener una garantía de suministro a un precio estable”.

Esta penalización que sufre el sector por la forma elegida para negociar el precio del gas se une a la paralización que tienen los mercados tanto nacionales como internacionales. Anfecc asegura que «la pérdida de rentabilidad sigue siendo notable«. A pesar de que las cifras de exportación hablen de crecimiento, apuntan que es solo aparente, «pues la caída de la exportación en toneladas en el primer trimestre de 2023 es del 25 %, lo que da una idea de que el incremento se debe únicamente a la repercusión en los precios de los incrementos de costes y a la inflación, no a un aumento real del volumen de negocio».

De hecho, según apuntan desde Anffecc, «el mercado nacional tampoco se ha recuperado, y las ventas están cayendo en torno a un 30-40% con respecto a 2022, ya que la demanda ha disminuido enormemente, ante la caída de la producción de los clientes azulejeros, que están padeciendo la misma situación que nosotros comos sectores gasintensivos».

Ni Sánchez-Feijóo, ni Puig-Mazón

La guinda de estos problemas es el abandono político que sufre el sector. Por la parte nacional, Pedro Sánchez se ha metido en una campaña sin cumplir las promesas realizadas. En ese sentido, cabe recordar que el sector cerámico esperaba que en diciembre se anunciara una medida concreta y palpable para el sector y que sentó con un jarró de agua fría que la ayuda de 450 millones para todos los sectores electrointensivos se despachara sin concreción para las empresas de Castellón. Sirvió para que Reyes Maroto visitara Cevisama cuando era ministra de Industria y antes de fracasar como candidata del PSOE al Ayuntamiento de Madrid.

Ha pasado casi medio año desde entonces y las negociaciones han servido para incorporar al sector de fritas y esmaltes y para el parche de permitir las ayudas directas a las empresas que incumplan la ley de morosidad pero se sometan al plazo legal de pagos en seis meses. Con las urgencias con las que siempre habla el sector, la opción de esperar a un ejecutivo de Feijóo a nivel nacional se ve como algo demasiado lejano.

A nivel autonómico, el abandono es similar. Ximo Puig, que había logrado el respaldo y respeto del sector cerámico, es inhabil para solucionar la situación actual cuya única opción posible es una reacción de Pedro Sánchez que hasta la fecha no se ha producido. La situación de Carlos Mazón, que hasta el jueves no empezará ni a negociar con el resto de grupos para su próxima investidura como presidente de la Generalitat, es todavía muy lejana a la gestión que requiere el sector azulejero.

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