La alemana Kamax apuesta por sus fábricas en Valencia: crecerá un 50%

La mayor tornillería de la automoción en España recibirá durante los próximos tres años parte de la carga de trabajo que tenía la fábrica cerrada por Kamax en Alsfelt (Alemania)

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La mayor tornillería de la automoción de España ha recibido un espaldarazo de la multinacional alemana Kamax que le llevará a aumentar la producción y la plantilla en un 50% en el plazo de tres años. Carlos Mena, director de la planta de Kamax en Museros (Valencia), detalla a Economía Digital los planes de la compañía: “El cierre de la fábrica de Alsfelt en Alemania nos va a suponer un volumen adicional de trabajo que nos llegará en los próximos dos y tres años. Según la planificación que tenemos, vamos a aumentar aproximadamente un 50% nuestro volumen hasta situarnos por encima de las 35.000 toneladas”.

Actualmente, la fábrica de Kamax en Museros supera los 90 millones de euros de facturación y tiene 280 empleados directos. Transforma al año alrededor de 25.000 toneladas de acero. “Somos la mayor tornillería de automoción de España con diferencia”, explica Mena, que recuerda que la empresa de origen español y comprada por los alemanes en la década de los 80 cumple este ejercicio su 70 aniversario haciendo tornillos para coches, motos y camiones. Actualmente, el volumen de trabajo es equivalente al 80% previo a la pandemia y la previsión es alcanzar el ritmo de producción del 2019 a partir de enero de 2023. A partir de ahí, crecerá un 50% hasta 2025.

Kamax no recurrió a despidos temporales en el confinamiento

Al margen del ERTE que se acometió durante el confinamiento entre marzo y mayo de 2020, Kamax no ha recurrido a despidos temporales y se ha servido de su flexibilidad de bolsa de horas para mantener producción y plantilla. “No somos como los proveedores que están en Almussafes y si Ford para, tienen que parar. Nosotros tenemos muchos clientes y paran uno mientras otros no”, explica Carlos Mena, que asegura que la inestabilidad en la cadena de suministro ha sido tan grande que les ha llevado a exprimir la flexibilidad. “Hemos pasado de semanas en las que había días en los que no trabajábamos y a la semana siguiente había que producir los fines de semana. Quiero agradecer el esfuerzo que están haciendo los empleados”, apunta el director de la fábrica de Kamax en Museros.

Además de suministrar a la planta de Ford Almussafes y otras factorías en España, el 90% de la producción se exporta. Este proveedor cuenta en su cartera con unas 800 referencias. Las ventas al exterior se destinan fundamentalmente a Europa, aunque hay envíos recurrentes a Asia, América, Australia y Sudáfrica. Entre los clientes se encuentran todos los fabricantes de automóvil, desde los tres grandes de Detroit (Ford, Chrysler y General Motors) pasando por los fabricantes alemanes (Volkswagen, Mercedes y BMW) así como las marcas francesas.

La dirección de Kamax respaldó a la planta valenciana esta semana con una visita en la que se puso al día los planes de la compañía, que además de reforzar la instalación de Museros, va a crear una división de la multinacional que tiene al proveedor Galol, comprado por Kamax a principios de año, como principal activo.

Adquisición de un paquete mayoritario de Galol

Hace seis meses, la central del Kamax en Alemania adquirió un paquete mayoritario de la firma Galol, ubicada en l’Ollería (Valencia), que se dedica al recubrimiento electrolítico. Este proceso es necesario en la fabricación de tornillos de automoción ya que primero se crea la pieza y después debe pasar por el proceso de recubrimiento. El 100% de los tornillos que se fabricaban en Kamax Museros pasaban y pasan por Galol en l’Ollería, por lo que se decidió tomar un paquete accionarial mayoritario del proveedor para asumir el control de este proceso.

Actualmente, Galol trabaja unas 50.000 toneladas de acero al año, de las que el 50% son los tornillos de la automoción de Kamax y el resto es, fundamentalmente, para placas fotovoltaicas y elementos eólicos. La facturación ronda los 25 millones de euros y la plantilla se sitúa en los 200 empleos directos. La previsión en Galol, participada mayoritariamente por Kamax, también es de aumentar un 50% en los próximos tres años.

“El objetivo de la toma de control de Galol es asegurarse el recubimiento para la fábrica de Museros y que sea un nuevo apéndice para desarrollar nuevas líneas de negocio ya que tiene una gran potencialidad para otros sectores”, explica Mena, que asegura estar “muy satisfecho porque, a pesar de la incertidumbre, la apuesta por el negocio en Valencia es clara”.

Trasladar parte de los nuevos costes a los clientes

Y no es poca la incertidumbre. “La pesadilla de los costes empezó hace dos años con el acero. En este momento, el coste se ha doblado: un 100% más. Desde el septiembre del año pasado, la subida de la luz y el gas se ha casi triplicado. Somos altamente consumidores de gas en los hornos para conseguir la dureza de los tornillos y de electricidad para mover nuestra maquinaria”, razona el director de la planta de Kamax.

El reto ahora es “pasar parte de los costes a los clientes para lograr la superivivencia” ya que advierte: “Más vale aceptar una subida de precio, que un proveedor que es crítico para tu negocio acabe arruinado y cierre”. Carlos Mena también es el vicepresidente primero de Femeval, la patronal del metal.

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