El proveedor del salpicadero de la Transit amenaza con una huelga indefinida que parará Ford Almussafes

Los trabajadores saben que va a ser despedidos y Ford no tiene alternativa de suministro frente al fabricante de India Motherson que se quedó la planta de SAS de la que se desprendió Faurecia

Un trabajador de Ford Almussafes

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Ford Almussafes tiene un problema encima de la mesa. El final de la producción de la Transit Connect va a ser mucho más abrupto de lo que se esperaba. La falta de futuros modelos que sustituyan a los que se van marchando ha reducido notablemente la capacidad de negociación de la planta valenciana. Los 60 empleados de SAS Almussafes, que fabrican el salpicadero de la Transit Connect, se van a quedar sin trabajo y han convocado huelga indefinida para mejorar sus indemnizaciones.

La amenaza de huelga indefinida empieza este miércoles 21 de junio. El hecho de que esté previsto dos jornadas de ERTE para el lunes y el martes ha retrasado el inicio de la protesta al miércoles. El problema de SAS Almussafes no tiene solución, tal y como confirman tanto fuentes empresariales conocedoras de la situación de SAS como desde el propio comité de empresa de la compañía. Van a ser despedidos todos sus empleados.

Falta saber cuándo. La fecha del fin de la producción de Transit Connect para el mercado europeo finaliza este año mientras que la exportación a Estados Unidos tiene el 27 de marzo de 2024 como día último de fabricación. Estas fechas oficiales, en la medida que son las que se han comunicado a los proveedores por vías oficiales, son puestas en duda desde Comisiones Obreras. Se teme un final acelerado tras el verano. La situación comercial de la furgoneta de combustión que se ensambla en Almussafes será lo determinante en el fin de la producción de este vehículo.

Comisiones Obreras ha trasladado oficialmente a SAS Autosistemchenknik que «después de una asamblea de trabajadores con el 90% de la plantilla, comunicamos que a partir del miércoles 21 de junio de 2023, hemos convocado huelga indefinida por falta de comunicación con la dirección de la empresa en cuanto las propuestas del comité de empresa respecto a la negociación de la salida de los trabajadores cuando el proyecto termine en marzo del 2024 (fecha prevista hasta el momento) y no tenemos asigando ningún proyecto de viabilidad«.

La dirección de Ford Almussafes también recibió ayer la amenaza de huelga de SAS. Se la hicieron llegar. La comunicación busca una reacción desde la factoría porque los avisos que desde el parque de proveedores se han lanzado no han sido atendidos hasta la fecha. La interlocución política en estos momentos es inexistente tanto desde el gobierno en funciones de Ximo Puig como del que todavía no se ha formado aunque ya hay principio de acuerdo de Carlos Mazón.

Los despidos de los trabajadores de SAS no son una sorpresa en el parque de proveedores de Almussafes. ECONOMÍA DIGITAL ya avisó el pasado mes de diciembre que se iban a producir las salidas ante la falta de proyectos que permitieran viabilidad a las instalaciones en Valencia. Desde entonces, la situación ha empeorado para los trabajadores.

SAS era entonces propiedad de Faurecia, que tras la fusión con Hella, se convirtió en Forvia. Una de las desinversiones que realizó tras esta fusión fue la venta de SAS. El 6 de abril de 2023, Faurecia, como empresa ya del grupo Forvia, vendió la divisón de módulos de cockpit a Motherson, empresa de India.

Entonces, Forvia dijo sobre la empresa india que «con una producción diversificada, Motherson es uno de los grupos fabricantes líderes de la industria automotriz. La transacción le permitiría complementar su cartera de Módulos y Productos Poliméricos». El traspaso de activos fue notable ya que en 2022 SAS tuvo unas ventas globales de 896 millones de euros y contaba con más de 5.000 empleados en más de 24 localizaciones en Europa, Asia y América. En España, estaba en Pamplona, Vitoria y Valencia.

El vínculo de Motherson con Almussafes, por tanto, es prácticamente inexistente y la planta de Valencia no es más que un centro de trabajo a cerrar. Esta situación es completamente distinta a la relación que tenía Ford con Faurecia, ampliamente integrado en Valencia tanto a nivel de producción en Almussafes como a nivel de su centro de I+D en Paterna y con el tejido investigador valenciano, especialmente con el Instituto de Biomecánica (IBV).

Nada de esto ocurre en la empresa india donde la respuesta que dan a los trabajadores es que de momento hay trabajo y que no quieren hablar de los despidos. «Si esperamos al final, nos despedirán con 20 días por año trabajado», lamentan desde el comité de empresa de Comisiones Obreras, que entienden que trabajadores que acumulan hasta 16 años de experiencia deberían tener mayores indemnizaciones.

Falta de flexibilidad en Ford Almussafes

Uno de los recursos que suele utilizar la automoción en los casos de problemas con un proveedor es balancear la producción. Al contar con varios proveedores para el suministro de la misma pieza, cuando hay problemas en uno, se puede pasar a apoyarse en otro. Ford Almussafes ha confiando piezas critícas a un único proveedor, de manera que ha perdido el poder de negociación en algunos suministros, tal y como explican fuentes del sector.

La drástica reducción del portfolio de producción de Almussafes, que ha perdido Mondeo, S-Max y Galaxy, está en la rampa de salida de la Transit Connect y sólo se quedará con el Kuga, le impide también repartir una amplia gama de productos entre los proveedores y que, cuando se acaba un modelo, se pueda evitar el cierre del proveedor afectado.

Este riesgo es el que ahora está avanzando peligrosamente en Almussafes ya que las estructuras empresariales a nivel de maquinaria y recursos tanto físicos como humanos está cada vez más desequilibradas con respecto a la producción real que sale de la cadena de montaje. La falta de un horizonte claro, que en la automoción es el nombre de un modelo, con su fecha de inicio de producción y sus volúmenes durante la vida útil, es otro factor adicional que está penalizando todavía más la viabilidad del parque de proveedores, que es uno de los recursos más importantes que tiene la automoción valenciana.

Sernauto confía en Ford

Dentro de un marco de análisis de lo ocurrido en 2022 y valorando la expectativas de 2023, Sernauto, patronal de los proveedores de la automoción, aseguró ayer que uno de los retos más importantes que tiene el sector es el desarrollo del coche eléctrico con la herramienta del Perte2. Francisco Riberas, presidente de Sernauto, mostró ayer en rueda de prensa una visión positiva sobre Almussafes: “Ahora hay un volumen de producción muy bajo con el Kuga y poco más pero no significa que haya que perder el optimismo”.

Incluso al empequeñecimiento de Ford en Europa, le vio la parte positiva: «La reducción de producción en Alemania posiciona muy bien a Valencia. En la cabeza de Ford está lanzar vehículos eléctricos en Valencia”.

 Aunque los dramas en forma de despidos que se producirán a corto plazo no tiene solución, el optimismo se fundamenta en que Ford sí que acudirá a la nueva convocatoria de ayudas. «Ellos hicieron el trabajo para realizar el Perte y vieron que no llegaba a los plazos y lo retiraron. Estamos esperando el Perte2 y es lógico esperar que se presenten porque ya les entraría los vehículos”, afirmó ayer el presidente de Seranauto.

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