Ford despide sin rechistar a 1.130 empleados sin necesidad de aclarar su futuro

Junio se convierte en el mes clave para conocer los planes de producción a largo plazo mientras la multinacional ha conseguido arraigar la paz social sin producirse protestas sindicales, políticas, económicas ni sociales

Eduardo Guillamón y Carlos Faubel se dan la mano tras firma el ERE

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Ford ha cerrado una etapa sin onda expansiva. El masivo expediente que supera las 1.000 salidas de la factoría se cierra sin que salte metralla. No se ha roto ningún puente, se va a ejecutar sin protestas sindicales, políticas, económicas ni sociales y el efecto dominó en el parque de proveedores no va a ser visible en el corto plazo. Hay voces empresariales, aún no amplificadas, que ya empiezan a temer una drástica reducción del tamaño de la automoción valenciana.

Los datos de la factoría son que se va a reducir su plantilla en 1.130 empleados de un total de 5.800, lo que supone una caída del 19,5% mientras 2023 es el año de la pérdida de producción. Ya es história la producción de S-Max y Galaxy, que junto al Mondeo formaba parte de la producción captada desde Genk (Bélgica) mientras a final de este año se pondrá fin al montaje de la furgoneta Transit Connect con destino a Europa. La exportación a Estados Unidos de este vehículo venido de Craiova (Rumanía) finalizará el 27 de marzo de 2024.

La fábrica que conseguía producción del eficiente centro de Europa (la familia del Mondeo que vino de Genk) y del económico este de Europa (la furgoneta de Rumanía) ha evolucionado hasta quedarse «atrapado en el medio» de una transición eléctrica en la que Almussafes tiene al mejor híbrido de su segmento en la cadena de montaje.

Esta sucesión de acontecimientos venía acompañada, como ya dijo ECONOMÍA DIGITAL hace más de un año, con los planes de producción del nuevo Mustang Mach-e. Almussafes ganó la batalla a Saarlouis y firmó el acuerdo de electrificación, imponiéndose a la agresiva propuesta germana que planteaba descensos de salarios de hasta el 18%.

El acuerdo de electrificación firmado por UGT con la dirección europea de Ford ha servido para que los directivos ejecuten despidos masivos sin que rechiste la plantilla. No sólo STM-Intersindical, único sindicato de la oposición, se ha autoborrado con aquellas cinco palabras de «apoyamos la postura de Carlos (Faubel, de UGT y presidente del comité)» con la que renunció a cualquier tipo de papel en el ERE. Ford es ahora una balsa de aceite.

Esta sumisión contrasta con la lucha planteada en EREs anteriores, donde STM-Intersindical ha llevado hasta los tribunales los acuerdos. El último, según la sentencia del 13 de marzo de 2023 a la que ha tenido acceso este periódico, ha terminado desestimando la demanda presentada contra Ford España por el sindicato afin con los partidos situados a la izquierda del PSOE (Compromís, Podemos, IU, partido comunista…). Tampoco este espectro político ha presentado confrotación notable a los despidos masivos. La inacción de Comisiones Obreras y CGT ha certificado nuevamente su defunción en la factoría.

La paz social es inquebrantable

El ERE, por tanto, no sólo ha permitido a Ford cerrar la etapa de las pérdidas masivas de producción sin revueltas sociales, políticas o económicas sino que ha arraigado, todavía más, la paz social en la factoría, un pacto bautizado por Gonzalo Pino, histórico líder de UGT-Ford a principios de siglo y que lleva marcando el devenir de la factoría, como mínimo, desde el acuerdo con John Fleming del verano de 2007, antes de explotar la crisis subprime.

Siguiendo los comunicados emitidos por UGT, su crónica de la negociación ha sido: ERE 2023, la empresa debe moverse, la clave es la voluntariedad, sin avances singnificativos, es el momento de avanzar, a mitad de camino, seguimos debatiendo, un avance definitivo, hay acuerdo. Sólo con los títulos de los comunicados del sindicato, que otra vez ha sido la única fuente oficial de la negociación, ya queda demostrado la rapidez y falta de tensión externa que ha existido en la negociación que, con el fin de despedir a 1.130 empleados finalmente sólo han transcurrido 26 días, desde el 10 de marzo que lo desveló Economía Digital en exclusiva al 4 de abril que se firmó.

Si STM utilizó cinco palabras para borrarse de la negociación, UGT se enzarzó en el siguiente circunloquio en la que ha sido la frase más próxima al conflicto laboral que ha vertido: «Es decir, es obligación de la empresa garantizar un tránsito justo para el conjunto de las trabajadoras y los trabajadores de Ford, que permita mantener el clima de paz social en la fábrica«. Esta ha sido la acusación más grave de conflicto de un ERE con más 1.000 despedidos.

Las opciones de conflicto en la fábrica han quedado, por tanto, aniquiladas. Ahora llegan las vacaciones de Semana Santa a la factoría y, tras ellas, empezará una nueva etapa en la que los temores y las presiones ya están definidos. Por la parte de la producción, falta conocer hasta que punto el éxito del Explorer fabricado en Colonia a partir del año que viene afectará a la producción del Kuga (especialmente el híbrido) en Almussafes y cuándo Ford va a concretar los planes de producción.

Los diferentes ritmos políticos (elecciones autonómicas en mayo y generales en diciembre) marcarán también los anuncios. Ximo Puig ha conseguido que los despidos de Ford se ejecuten lejos de la campaña electoral que centrará en la llegada de Volkswagen. Pero, como ya ha ocurrido con otros temas como la cerámica en Castellón o el agua en Alicante, los tiempos de Pedro Sánchez no se amoladan a la agenda valenciana.

Según la última reunión de la Plataforma Tecnológica de Automoción y Movilidad – Move2Future, coordinada por Sernauto, con Jose María López, comisionado para el Perte Vec, celebrada el 23 de marzo, no existirá un Perte2 sino que, gracias al nuevo marco de ayudas de estado aprobado en Bruselas, lanzarán en junio una línea específica para fabricantes de baterías y componentes para baterías que tendrá “incentivos muy importantes” pudiendo llegar los proyectos hasta 350 millones de euros de ayuda, es decir, lo que ha recibido la gigafactoría de Sagunto.

Ademas,  en septiembre, abrirán una segunda línea para proyectos individuales o pequeños consorcios que contarán con muchas mejoras, destacando la ampliación de plazos hasta 2027 o incluso 2028, la reducción de las garantías del 100% hasta el 40%, en costes elegibles se incluirá un 15% de los indirectos y fungibles, y financiación CAPEX para las pymes.

La duda aquí es qué planteamientos va a realizar Ford, qué proveedores va a elegir para montar su propuesta de ayudas y, fundamentalmente, si va a decir qué modelos va a montar en la factoría. En agosto del año pasado, Ford renunció a 106 millones de ayudas al no tener claro los modelos y tras digerir los despidos y realizar la lista de prejubilados y bajas incentivadas, será a medidos de junio cuando las reuniones que ya se están produciendo empiecen a tener conclusiones que se puedan convertir en anuncios oficiales.

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