Feria Valencia encaja el coronavirus mejor que sus competidores

La celebración de Cevisama en febrero y Habitat en septiembre beneficia a sus cuentas, mientras Barcelona pierde el 50% de negocio sin Movile ni Alimentaria

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La paralización de la economía desde mediados de marzo y la previa supresión de las actividades congresuales y feriales han golpeado con fuerza al negocio a los recintos destinados a este fin. En el caso de Feria Valencia, esta complicación viene añadida al hecho de estar sumida en plena refundación, marcada por la búsqueda de de un socio privado al que se le quieren imponer unas estrictas exigencias.

Los pabellones que debían haber albergado la Feria del Vehículo de Ocasión de València del 3 al 5 del mes de abril y ya antes Fimma-Maderalia entre el 10 al 13 de marzo, son un inmenso museo formado por los figuras de las fallas que ocupaban la Exposición del Ninot y buena parte de las piezas de los monumentos que los artistas tenían en sus talleres. Aunque la actividad se suspendió desde el primer decreto del 15 de marzo, en el caso de Ifema en Madrid y Fira Barcelona cualquier movimiento se acabó mucho antes y parte de sus instalaciones están sirviendo para acoger hospitales de emergencia contra el coronavirus.

Aunque el impacto económico de la situación se prevé de gran alcance, lo cierto es que la composición del calendario valenciano le ha permitido situarse en mejor posición económica que sus competidores, ya que ha podido celebrar una de sus principales certámenes antes del estallido de la crisis. Se trata de la feria de la cerámica, Cevisama, que capeó la caída de expositores y visitantes asiáticos con un alza de estadounidenses y canadienses, además de cadenas de construcción y bricolaje de Dinamarca y Austria. Esto permitió superar los 90.000 compradores de la cita del año anterior, 20.000 de ellos extranjeros.

IMPACTO DESIGUAL

Aunque Feria Valencia no facilita datos de la actividad por certámenes, sí reconoce su relevancia en las cuenta anuales. De hecho, del antiguo catalogo, son esta y Feria Habitat en septiembre (previsiblemente fuera del periodo de impacto del coronavirus) las joyas de la corona que pueden hacer salvar los muebles mejor que otros competidores nacionales.

El impacto más duro se lo ha llevado ya Fira Barcelona, que ha visto saltar por los aires el Movile World Congress, que supone un 40% de su facturación anual, y Alimentaria, que ronda el 10%. Eso sí, nadie quiere echar las campanas al vuelo, ya que como la situación se alargue o haya un segundo brote después del verano, romperá las previsiones que consideran fundamental el cuarto trimestre para que el año no sea totalmente aciago.

Montaje de un estand en Feria Valencia

Fuentes de Feria Valencia confían que tras el verano se haya recuperado la normalidad en la calendario ferial y se prevé dar salida a las citas atrasadas. En el caso de la Feria del Vehículo de Ocasión, se conserva el potencial expositivo para 25.000 metros cuadrados y la participación confirmada de 40 empresas expositoras y 20 marcas oficiales entre el 26 y el 28 de junio. Por su parte, Fimma-Maderalia, desvinculada de la antigua Feria del Mueble (hoy Feria Habitat), tendrá lugar en las mismas instalaciones entre el 2 y el 5 de junio.

INCERTIDUMBRE SOBRE EL ‘CABALLERO BLANCO’

En todo caso, esta situación no beneficia en absoluto al principal objetivo de la institución: encontrar socios privados que aporten negocio y acepten las condiciones del Consell, dividido entre la parte que quiere imponer el control público, como es el caso de Compromís, y quienes entienden que si alguien se juega su dinero tiene que poder tener capacidad de decisión, como son los socialistas.

Por el momento, lo último que se sabe es que el conseller de Economía Sostenible, Rafa Climent, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, están de acuerdo en que Feria Valencia debe ser una empresa pública «y después tiene que haber esa cogestión, esa cooperación publico-privada que no dejaremos nunca de lado para potenciar todavía más un recinto que realmente es fundamental y que muchas veces está dejado de lado para nuestra economía», según Climent.

Aunque esto fue en febrero, cuando Feria Valencia sacaba pecho después de haber dando beneficios por primera vez desde el inicio de su crisis y cuando Climent creía que eso justificaba que el Gobierno valenciano no tuviera que poner «ni un euro» para pagar los salarios de los trabajadores. Entonces estaba convencido de que eso se haría con los recursos que generara la propia institución, evitando subrogar la plantilla a la Generalitat.

LOS DEBERES DE EXPOSITORES Y VISITANTES

Las principales empresas exportadoras de la Comunitat Valenciana han visto interrumpido el crecimiento de sus ventas al exterior por la crisis del coronavirus y la cancelación de ferias clave para la promoción de sus productos en los mercados internacionales, les ha llevado a afrontar el «miedo» que algunas ya tenían a la digitalización y adentrarse en el mundo online para estar «más conectadas que nunca» a todo el mundo.

El aplazamiento de los certámenes en los que se daban cita los principales agentes de cada sector, hace que los negocios valencianos miren con «incertidumbre» el futuro y busquen fórmulas para «sobrevivir» en 2020, un año en el que han constatado la necesidad de «diversificar» tanto proveedores, como clientes y mercados a los que exportar. Todo ello, mientras ven como los «costes del transporte han subido alrededor de un 40%» en medio de la crisis sanitaria.

Visitantes en la última edición de Cevisama

Ante esta coyuntura, piden a la Administración «medidas «valientes», «concisas» y «claras» para hacer frente a la «falta de liquidez» que sufren. Así lo manifestaron desde asociaciones como ARVET (sector ferretería, baño, limpieza e higiene y maquinaria), FEDAIDEC (iluminación), FEDACOVA (sector agroalimentario), ATEVAL (textil), ASEPRI (productos para la infancia) y AEFJ (juguetería) en un debate online organizado por el Club Marketing Mediterrráneo, tras la presentación del ‘VI Anuario de Observatorio de Marcas en el Exterior’.

MAL MOMENTO PARA JUGAR

Desde la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ), Oliver Giner afirma que la mayoría de empresas dan por perdida la campaña de verano y presagian una campaña de Navidad «dura», puesto que cuando hay dificultades económicas, «lo primero que cae de la lista de la compra son los juguetes, un producto accesorio».

El aplazamiento sin fecha de las ferias del juguete de Milán y Londres tiene un «impacto negativo» para el sector, que sin embargo en enero registró «cifras récord»: un aumento de exportaciones del 38%. A partir del Covid-19, augura un escenario «complicado» en el transporte aéreo y se pregunta qué nuevos requisitos se impondrán para llegar a países terceros, como ocurrió tras el 11-S.

Desde la Agrupación Española de Empresas Exportadoras (ARVET), Manolo Herrero señala que la pandemia ha provocado «mucho ERTE y mucha incertidumbre» entre las empresas que aglutina (bricolaje, baño, ferretería, construcción e higiene), que sufre además «aplazamientos de pagos» de clientes y pedidos internacionales.

Feria Habitat en 2019

Herrero insta a «diversificar» proveedores más allá de China pero también clientes y mercados, además de «intensificar la venta online», un canal que en algunos casos ha permitido «multiplicar por cuatro» las ventas en la pandemia. Hasta septiembre, ARVET no espera que sus empresas empiecen a crecer. Solo la fabricación de productos de higiene ha tenido que aumentar turnos. En todo caso, espera que «a medio plazo las empresas no reducirán su internacionalización como ocurrió en la crisis de 2008».

SATURACIÓN DE LA AGENDA FERIAL

En el sector textil, Leila Bachetarzi (ATEVAL) comentó en un reciente encuentro que la reconversión de empresas para confeccionar equipamiento sanitario ha permitido mantener algunas plantillas. Ante la «total incertidumbre» actual, Bachetarzi reclama «nuevas líneas de financiación que aporten liquidez a las empresas, aplazamientos de pagos y medidas que incentiven el consumo de la mano de la Unión Europea».

Una excepción suponen las empresas que representa la Federación Empresarial de Agroalimentación de la Comunitat Valenciana (FEDACOVA). Su responsable de Promoción Internacional, Alicia García-Reyes, resalta que este es el sector «menos perjudicado» porel coronavirus aunque la exportación del producto fresco ha retrocedido moderadamente y los costes del transporte han crecido casi un 40%, ha apuntado.

En su caso, el aplazamiento de ferias hace que a algunos sectores se les «acumulen» varias en otoño e irán un poco «saturados» y en otros, la cancelación supone la «pérdida de oportunidad de negocio», aunque en general son «optimistas».

En el sector de la iluminación, la directora de FEDAIDEC, Mª Ángeles Muñoz, abogado por la «digitalización y la venta online» como «vía de salida» a una situación que ha llevado a algunas empresas a reconvertirse con la fabricación de mamparas de seguridad o impresiones 3D para mascarillas. Para hacer notar el impacto del Covid-19 en el sector, desgrana algunos datos provisionales. Si en entre enero y marzo las exportaciones sumaron 185 millones de euros en 2018 y 189 millones el 2019, según sus datos provisionales este año bajan hasta los 58 millones.

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