Espaldarazo electoral de Ford a Ximo Puig: se plantea los ERTE que evitan despidos masivos
Volkswagen tiende la mano a la planta valenciana de Ford para que fabrique vehículos pequeños distintos al Mustang con las baterías de Sagunto
Ford, el tercer actor de la ecuación entre la administración valenciana y los sindicatos, ha abierto la puerta a los nuevos ERTE-Red, el mecanismo con el que Ximo Puig quiere evitar (o por lo menos retrasar) los despidos antes de la cita electoral prevista para el año que viene.
Eduardo Guillamón, responsable de Recursos Humanos de Ford Almussafes, se postuló ayer a favor de este mecanismo, un sistema con el cual los trabajadores no consumen prestación por desempleo pese a cobrar del paro las jornadas en las que se les suspende el empleo mientras reciben una formación ante la transformación que vive su sector.
“El mecanismo Red está ahí, está legislado y en el momento en el que sea necesario, será una de las alternativas a tener en cuenta”, aseguró ayer el responsable de Recursos Humanos de Ford Almussafes durante un evento organizado por El Español que contó también con representantes de Volkswagen.
Aun con todos los recelos habituales en Ford y tras matizar que no hay una decisión firme tomada al respecto, Guillamón explicó por qué ve adecuado el mecanismo Red: “Está puesto por el gobierno central para articular transformaciones como las del sector del automóvil”. Para concluir, apostilló: “Lo tendremos muy en cuenta”.
El sindicato UGT fue el primer actor en aludir a este mecanismo mientras que el gobierno valenciano lo tiene en su hoja de ruta para evitar los más que anunciados despidos que se esperan para el año que viene. Desde la visión política, como ya explicó Economía Digital, el objetivo es que no se produzcan un ERE antes de elecciones ya que daría al traste con la apuesta de Ximo Puig por la automoción.
Una vez desvelado el plan del gobierno autonómico sobre el empleo de Ford y con el espaldarazo que la compañía americana dio al mecanismo Red valorándolo como fórmula a tener «muy en cuenta”, Ximo Puig habló ayer de la cita electoral descartando que se produjera un adelanto. Esta opción se había planteado en algún escenario como fórmula para evitar el ERE que tantas veces se ha repetido que le espera a la plantilla de Ford Almussafes el año que viene y que ahora se quiere posponer con el mecanismo Red. Sin riesgo de despidos en campaña, pierde opciones el adelanto electoral por motivos de evitar conflicto laboral mientras Ximo Puig se focaliza en los hitos de la automoción valenciana.
La idea de Ximo Puig es que Volkswagen sea el argumento más reiterado en la campaña por parte del PSPV. Y Volkswagen no tiene ningún problema en convertirse en el emblema de la industria valenciana. Alfonso Sacha, vicepresidente ejecutivo de compras de Seat, lanzó un guiño a Ford para meterla en su perímetro. «Invitamos a los amigos de Ford que, si tienen interés, con mucho gusto también les venderemos nuestras celdas”, afirmó.
Está opción, hoy por hoy, es una quimera porque las baterías de la plataforma GE-2, que son las que utlizará el Mustang Mach-e, se fabricarán en Polonia. Lo que dijo Sacha ayer fue que “vamos a tener la capacidad suficiente para sumunistrar baterías para 800.000 coches, que son los que haremos en Martorell y en Pamplona”. Pero también dijo que las baterías de los coches que se van a fabricar en Sagunto son “las que van a democratizar la electrificación». Y con ello no se refiere al Mustang.
En lenguaje de la automoción, esto se llama el segmento B, que es lo que fabrica Martorell y Pamplona (vehículos utilitarios pequeños) y que en el portfolio de Ford se tuvo al Fiesta como modelo emblema hasta que la multinacional americana lo despidió. Ahora el segmento B que hay en la gama de Ford es el Puma, que se fabrica en Craiova (Rumanía), de donde la planta valenciana captó contra todo pronóstico la producción de la Transit Connect hace ya más de una década cuando era inimaginable que en Almussafes se montaran vehículos comerciales.