El nuevo presidente del Puerto de Valencia esquiva la ampliación que enfrenta a Puig y Ribó
El líder del PSOE en Valencia que pactó con Ribó para darle la vara de mando en 2015 hace guiños a Compromís mientras el presidente de Puertos del Estado da por hecho que hay que terminar la ampliación norte
Joan Calabuig, nuevo presidente del Puerto de Valencia designado por Ximo Puig, ha eliminado de su discurso el conflicto de la ampliación norte que ha enfrentado a PSOE con Compromís y Podemos durante esta legislatura cuando faltan 39 días para las elecciones municipales y autonómicas. Su llegada al cargo viene precedida por otra decisión con tinte electoral, ya que el anterior presidente, Aurelio Martínez, fue cesado tras declarar como imputado por la venta del Valencia CF a Peter Lim.
El foco de Calabuig en su primer discurso como máximo dirigente del puerto estuvo en la sostenibilidad, el diálogo y el encuentro con Joan Ribó, alcalde de Valencia, que ha sido el principal opositor del anterior presidente del puerto, Aurelio Martínez, cuando se votaban asuntos relacionados con la nueva terminal del puerto.
Este enfrentamiento por la ampliación fue esquivado por Calabuig, que viene de ser el secretario autonómico para la Unión Europea y Relaciones Externas. En su primera intervención como presidente del puerto de Valencia empleó un tono más de gestor de relaciones que de contenedores. “Me gustaría tener tiempo para analizar todas las opciones de la terminal norte”, dijo el que ahora es responsable de ejecutar la terminal norte, que se esforzó en demostrar volutad de diálogo con Ribó, es decir, con el sector que está en contra de la ampliación del puerto.
De hecho, Joan Calabuig fue el número 2 del Ayuntamiento de Valencia durante el primer año de Joan Ribó como alcalde antes de irse hacia Europa. Su vuelta ha sido con frases como: «Hay mucho más espacio de acuerdo que lo que parece. Antes lo comentaba con el alcalde. Nadie tiene toda la razón y todos tienen algo de razón».
En aquel 2016 cuando Calabuig y Ribó compartían gobierno de la alcaldía de Valencia no había polémica por la DIA de 2007 que avala la ampliación terminada en 2012. De hecho, en aquellos inicios se intentó acelerar la construcción de la terminal norte.
La cuestión crítica por decidir en el Puerto de Valencia es si se va a completar la ampliación del Puerto cuyo dique se terminó en 2012. Calabuig no dio ni una pista de ello en su discurso, que lo envolvió de sostenibilidad y proclamas políticas (Volkwagen incluída). A preguntas directas de los periodistas, la clave era saber su postura sobre la Declaración de Impacto Ambiental de 2007 que autoriza la ampliación.
«La DIA es una cuestión que está pendiente de saber exactamente a quién se le tiene que atribuir. En el caso de que se atribuya al propio Puerto de Valencia, pues nosotros evidentemente haremos el trabajo al que nos obliga la ley pero yo lo que quiero, sobre todo, es que el puerto, en el futuro, las declaraciones de impacto ambiental no sean un arma arrojadiza», dijo Calabuig.
Esto contrasta con lo que mantenía el anterior presidente del Puerto de Valencia. Aurelio Martínez , que decía que «sea quien sea el órgano sustantivo» que tenga que decidir, la postura sobre la DIA «será la misma», es decir, la legalidad de la ampliación del Puerto de Valencia.
Aurelio Martínez daba por hecha la ampliación y Joan Calabuig cambia el rumbo al tender la mano a las posturas de Compromís y Podemos
En la presentación del nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, Álvaro Rodríguez Lapena, presidente de Puertos del Estado, fue el único que dejó claro que la ampliación se va a hacer sí o sí: «Desde un ámbito económico tenemos por detrás un desarrollo infraestrucutral que hoy día hemos que seguir continuando para atender a la previsión de demandas que podemos tener en una economía ampliamente globalizada».
Ximo Puig tampoco se refirió a la ampliación del puerto de Valencia y su discurso fue más en la línea de la importancia del diálogo que había marcado Calabuig y, como era de esperar, del vínculo con Volkswagen, empresa que el presidente de la Generalitat volvió a mencionar. En este caso, el motivo fue porque de la lista de factores que valoraron los alemanes para ubicarse en Sagunto fue la potencia del Puerto de Valencia.
En lo que coincidieron el presidente de la Generalitat y el presidente de Puertos del Estado fue en poner en valor a los recintos porturarios valencianos (ya que la Autoridad Portuaria de Valencia agrupa las instalaciones de Valencia, Sagunto y Gandia). Puig dijo que se trata de un referente no sólo español si no europeo y mundial mientras Rodríguez Lapena recordó que ValenciaPort es el primero en el ranking nacional de movimiento de contenedores y cuarto de Europa «con la mayor conectividad que tneenmos en el ámbito del Mediterráneo con el resto del mundo».
Previamente, Calabuig había caminado en un discurso conceptual sobre la sostenibilidad y las cero emisiones. «La dimensión medioambiental es esencial. Siempre será un elemento de especial atención por parte de la ciudadanía porque estamos en un entorno crecimiento vulnerable. Los ríos han reducido los aportes sedimentarios y el urbanismo desordenado del pasado ha alterado también nuestro litoral», aseguró.
Algunas frases de su discurso, incluso valdrían para los que están en contra de la ampliación. «Es obvio que los puertos han generado un efecto barrera y que hemos de poner el máximo empeño en escuchar a los afectados, en dialogar, en minimizar los impactos y en contribuir a un desarrollo sostenible y armónico con nuestro entorno», aseveró.
Y también de aspectos que poco tenían que ver con el Puerto de Valencia. «Como ha señalado recientemente el presidente Ximo Puig, hemos sido capaces de salir de situaciones muy difíciles: crisis reputacional, pandemia o la guerra de Ucrania, que todavía sigue tensionando nuestra realidad y evidentemente la descidida respuesta de todas las expresiones de nuestra la sociedad han sido claves para ir superando todos estos obstáculos».