El gas vuelve a ser rentable: Baleària lo usa de nuevo en todos los buques que pueden sustituir el diésel

La naviera de Denia se reafirma en su apuesta a largo plazo por el gas natural, cuyo uso intensivo desde el 1 de junio le permitirá evitar la emisión de 80.000 toneladas de CO2

Digital. Denia6/6/23 – Flota de la compañia naviera Balearia Adolfo Utor, presidente – (c) Vicens Gimenez

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Baleària se ha volcado de nuevo en el gas natural. Diez de sus buques permiten usar combustible fósil o gas natural al contar con motores duales y ahora ya sólo usarán el gas. Se construyeron para poder sustituir el diésel por el gas y así evitar emisiones de CO2 pero el precio disparado de esta energía redujo drásticamente su uso. Ahora, la compañía ha vuelto a volcarse con el gas convirtiéndose de nuevo en su energía de referencia.

La compañía valenciana, que el año pasó facturó 542 millones de euros y tuvo un beneficio de 67 millones de euros, es una de las compañías que más intesamente han invertido en el retrofit. El uso del gas, cuyo precio se disparó por la guerra de Ucrania, permite ahorros de hasta el 30% en la emisión de CO2 a la atmósfera, lo que ha alentado la inversión de Baleària por esta tecnología.

La apuesta se basa en el retrofit, que consiste en realizar adaptaciones a los motores para que puedan utilizar diversas fuentes de energías. En el caso de los buques propulsados por diésel, el objetivo es que se puedan mover con gas. Esta opción es previa al futuro de hidrógeno, cuya producción y transporte todavía está en fase incipiante aunque ya empiezan a fructificar iniciativas como la de Pamesa como eCombustible, que ya utiliza esta energía en una de sus plantas de Onda. Baleària ya ha descartado que las baterías eléctricas puedan convertirse en la energía predominante en el mar.

La naviera de Adolfo Utor ha explicado que durante las últimas semanas ha aumentado al 100% el consumo de gas natural en sus diez buques dotados con motores duales. La naviera estima que esto permitirá dejar de emitir cerca de 80.000 toneladas de CO2 a la atmósfera entre el 1 de junio y finales de año. En octubre de 2021, para evitar perder competitividad, la naviera siguió usando esta energía más limpia pero únicamente en las entradas, aproximaciones y estancias en puerto.

Desde Baleària aseguran que, a pesar de la reducción temporal del uso de gas debido al contexto adverso, la naviera ha mantenido su apuesta por este combustible. Así, Baleària ha incorporado otros dos buques más que pueden navegar a gas, ya en 2022 finalizó el retrofit del Hedy Lamarr y esta primavera ha fletado el Rusadir, un cruise ferry dotado de un sistema de propulsión eléctrica alimentado por motores duales a gas natural.

Además, Baleària está construyendo el fast ferry Margarita Salas, una segunda unidad mejorada del innovador fast ferry Eleanor Roosevelt. En total serán once buques con motores duales, una tecnología versátil que les permite navegar con distintos combustibles, incluido el gas natural, una energía que Baleària considera de transición al ser la más limpia y madura que existe actualmente para el transporte marítimo. Además, estos buques están preparados tecnológicamente para consumir un 100% de biometano o metano sintético, así como mezclas de hidrógeno verde de hasta un 25%, aunque estas energías renovables neutras en emisiones de CO2 son inviables de momento por costes y disponibilidad.

Adolfo Utor, presidente de Baleària. (c) Vicens Gimenez

Por otra parte, la compañía valenciana informa que los astilleros Armon de Gijón han construido ya un 90% de la estructura de aluminio del Margarita Salas, el segundo fast ferry de pasaje y carga con motores duales de Baleària. Está previsto que el barco pueda ser botado este otoño y entrar en funcionamiento durante la próxima primavera en la ruta Barcelona-Ciutadella-Alcúdia.

Este nuevo barco tendrá las mismas características que su gemelo Eleanor Roosevelt (123 metros de eslora, 28 metros de manga y una capacidad para transportar 1.200 pasajeros y 400 vehículos) pero dispondrá de una segunda cubierta con un salón de butacas en proa y doblará la superficie de la terraza de popa con un servicio de bar en el exterior. Además, el Margarita Salas aumentará un 10% la potencia respecto a su barco homólogo. La construcción del buque se trata de un proyecto cofinanciado por los Fondos Next Generation de la Unión Europea.

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