La Guardia Civil, dentro de la operación desarrollada para desarticular la cúpula de Tsunami Democràtic, plataforma que estaba detrás de una gran parte de las protestas que organizó el independentismo catalán después de la sentencia del Tribunal Supremo del 1-O, ha detenido al presidente de Aigües de Catalunya, David Madí, filial de Global Omnium. La investigación judicial, entre otras cosas, investiga si los detenidos colaboraron en el desvío de fondos públicos a Bélgica para financiar la estancia del expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en el país. Además, también se está analizando si se beneficiaron de subvenciones y adjudicaciones irregulares del Gobierno de Quim Torra.
En la operación, los agentes también han detenido a más de una veintena de personas vinculadas al movimiento, entre los que figuran Oriol Soler, vinculado con ERC; el exconseller y ex secretario de Organización de Esquerra, Xavier Vendrell; el jefe de la oficina del expresident Puigdemont, Josep Lluís Alay; o el presidente de la Plataforma Pro Seleccions Catalanes, Xavier Vinyals.
David Madí, cerca de Artur Mas
La figura del actual president de Aigües de Catalunya, David Madí, ha estado relacionado con la política catalana desde muy joven. Así, antes de su desembarco en el mundo empresarial, fue el jefe de gabinete de Artur Mas en su etapa de conseller de Economía y también como conseller en cap. En el último mandato de Jordi Pujol, fue nombrado Secretario de Comunicación de la Generalitat, caro del que tuvo que dimitir por su gestión al frente de las “cocinas” de las encuestas encargadas por la Generalitat.
Durante los gobiernos tripartitos de Pasqual Maragall y José Montilla, David Madí se convierte en el portavoz de Convergència en la oposición y en el director de las sucesivas campañas electorales de Artur Mas que finalmente le llevaron a la presidencia de la Generalitat en las elecciones autonómicas de 2010.
Poco después abandonó la política y salto el mundo empresarial donde ha sido asesor y administrador de diferentes compañías como Deloitte, Endesa o Applus+. Pero incluso cuando estaba en el mundo empresarial se le situó en los núcleos de decisión independentistas que aconsejaron a los expresidentes Artur Mas, con motivo de la consulta del 9-N de 2014, o a Carles Puigdemont, en el referéndum del 1-O de 2017.
Con esta detención de la Guardia Civil, Madí vuelve a tener problemas judiciales ya que hace tres años, la Fiscalía pidió una pena de dos años y medio de prisión y una multa de cerca de 400.000 euros por una presunta trama de facturas falsas relacionada con Tricom, una productora televisiva que realizaba programas para TV3. Sin embargo, las acusaciones se diluyeron.
Ahora, el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona será el encargado de dirigir esta macrocausa, que incluye posibles delitos que van desde la malversación de caudales públicos al blanqueo de capitales, pasando por la prevaricación, el tráfico de influencias, el cohecho o los desórdenes públicos.