Compromís convoca el consejo de Feria Valencia a espaldas de Catalá (PP) y en contra de los empresarios

La CEV asegura que es urgente definir el impulso que dará el nuevo gobierno al recinto ferial e innecesario tomar decisiones que no afectan al día a día de la institución

Feria Hábitat Valencia

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Compromís ha convocado al consejo de administración de Feria Valencia sin contar con la alcaldesa de Valencia, Maria José Catalá, que será la vicepresidenta primera de la institución. La convocatoria también tiene en contra a la patronal CEV, que no está de acuerdo con la decisión del gobierno en funciones de Ximo Puig, y en concreto, de Natxo Costa (Compromís), consejero delegado de Feria Valencia por designación del Consell.

La alcaldesa de Valencia es miembro de pleno derecho del consejo de administración de Feria Valencia pero para tomar posesión es necesario, según los estatutos, convocar la junta general. Es lo mismo que ocurre en Puerto de Valencia, donde Catalá tiene un asiento en los consejos mientras se aprueba su incorporación.

Sin embargo, mientras hoy se celebre el consejo de administración del Feria Valencia, Catalá estará visitando los mercados de Ruzafa y de Rojas Clemente. Después, tiene en agenda sentarse con María José Broseta y representantes de la Federación de Asociaciones Vecinales de València y después con el presidente de Lo Rat Penat, Enrique Esteve.

El pasado martes, Maria José Catalá dijo tras la reunión con Vicente Boluda que Feria Valencia iba a ser una de sus prioridades y contrapuso la dejadez de Joan Ribó con Feria Valencia con su vocación de estar muy encima de la gestión de Feria Valencia. En su primera ocasión para estar en el recinto ferial, sin embargo, le han dado esquinazo.

Esta implicación de Catalá, así como del próximo ejecutivo de Mazón, quiere ser comprobado por la patronal. «Hay que tratar temas de manera urgente de estrategia de Feria Valencia y para ello hay 11 de los 16 consejeros que son públicos y van a tener que decidir qué van hacer», explica Eva Blasco, de CEV Valencia.

Esta urgencia por hablar por los que van a estar no se reproduce con los que se van a ir. Los empresarios serán claros en el consejo bajo la máxima que no se puede paralizar el recinto pero tampoco se puede hipotecar. «Lo que no se puede es parar la feria y tampoco hay que tomar decisiones que no haga falta tomarlas», explica la empresaria.

Esto se traduce en que hay enormes dudas en los puntos 5, 8, 9 y 10 mientras que se entiende lógico votar a favor de los puntos 2, 6 y 7. Los puntos 1, 3, 4, 11, 12 y 13 no requieren votación. «La incorporación a una asociación no es un tema urgente que se tenga que votar», explica Blasco, que pedirá explicaciones sobre las autorizaciones sobre los concursos, las firmas bancarias o los importes máximos de licitación.

Por el contrario, desde la CEV consideran lógico no poner trabas a la subvención de 4,5 millones «siempre que esté en los presupuestos ya prevista», la liquidación de certámenes de este año o las tarifas del año que viene. Aunque este punto tiene cierto veneno escondido. Entre los precios que se tienen que aprobar está las de Cevisama.

Tal y como publicó ECONOMÍA DIGITAL, Vicente Nomdedeu, presidente de Ascer, patronal de la cerámica, no acudió a la pasada edición del certamen mientras se sumó la estrategia comercial que tienen líderes empresariales como Pamesa y Porcelanosa, que celebran sus propios eventos paralelos próximos a Cevisama pero sin alquilar metros en Feria Valencia.

Según fuentes del sector azuejero, los comerciales de Feria Valencia tiene agendados para la semana que viene visitas a las azulejeras para convecer, especiamente, a las que el año pasado dieron la espalda. Tener los precios aprobados en consejo es una cuestión relevante para la acción comercial, por lo que será relevante saber qué se vota y por qué en este aspecto. Igual de importante será saber qué postura tomará la parte política en este asunto ahora que los empresarios no tiene enfrente a los que acusan de capitalismo despiadado.

Boluda dijo este martes que los empresarios de AVE apoyarían los proyectos que fueran buenos para la ciudad y Catalá fue la impulsora de esta reunión. De este modo, uno de sus retos será la implicación de los empresarios en Feria Valencia como dinamizador de la actividad empresarial.

Alejandro Bermejo, el representante de Cámara de Comercio de Valencia en Feria Valencia, pone cifras a esto. «La feria de Barcelona factura 200 millones de euros con un consejo de empresarios mientras que Feria Valencia tiene 19 millones de ingresos. El líder de Feria Valencia tiene que ser un expositor y conocedor de las ferias», apunta.

En este sentido, profundiza en que «la ciudad tuvo una ocupación de hoteles y restaurantes durante Hábitat similar o mayor que en Fallas», por lo que la apuesta es sacar partido del «recinto ferial más grande de España y que está entre los 10 más grandes del mundo».

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