La cerámica advierte a Pedro Sánchez: ayudas urgentes o despidos y deslocalización
La patronal azulejera asegura que los 8.400 empleos en ERTE se convertirán en despidos conforme pase el tiempo sin energía barata o ayudas que compensen el sobrecoste
La patronal de la cerámica (Ascer) ha advertido al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, de que si el sector no recibe ayudas urgentes y de cuantía elevada se producirán despidos masivos y deslocalización de empresas. «Sin las ayudas que pedimos, es muy difícil que salgamos adelante por lo que va a haber reajustes de empresas y deslocalización«, ha dicho el presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, durante un encuentro con la prensa en Castellón.
Los datos que han puesto sobre la mesa es que suponen el 2,6% del empleo industrial en España y consumen el 8% del gas industrial. Su repercusión en la Comunidad Valenciana aumenta en la medida que consumen el 60% del gas industrial de la autonomía. Respecto al empleo, la cerámica genera 17.000 empleos directos junto a unos 70.000 indirectos, lo que supone que el sector aglutina uno de cada tres empleos de la provincia de Castellón, que tiene a 230.000 trabajadores.
Desde la patronal se volvió a incidir en la necesidad de equiparse con Italia, competidor directo, que desde el inicio de este año está subvencionando los costes de la energía a las azulejeras hasta cubrir actualmente en el entorno del 30% de la factura energética. Este permiso de Bruselas de cubrir desde los gobiernos nacionales el incremento de los costes derivados por la guerra de Ucrania no se aplica en España. El 29 de diciembre está marcado en el calendario como la fecha en la que se espera que el gobierno de Pedro Sánchez anuncie medidas de apoyo a las empresas gasintesivas.
Las consecuencias en el empleo ya son tangibles. Ascer asegura que con datos de octubre ya se ha producido la destrucción de 400 puestos de empleo y se recuerda que hay 8.418 trabajadores en ERTE. Y el trasvase se ve claro. “Los ERTE se convertirán en ERE», apunta Nomdedeu.
Ayudas para un sector que no quiere subvenciones
La patronal del cerámica aseguró que necesita ayudas de manera urgente pero que no quiere ser un sector subvencionado. Las actuaciones a corto plazo (retrasar las ayudas hasta el 29 de diciembre les parece excesivo) son fundamental, han explicado desde Ascer, para poder dejar de fabricar a pérdidas. El sobrecoste energético de este año asciende a 2.500 millones de euros.
Sin embargo, inciden en que no quieren ser un sector sostenido con fondos públicos. “El objetivo es tener energía barata», aseguran y, para ello, su propuesta es cambiar el sistema para comprar energía en origen. Los datos que maneja es el sector es que actualmente pagan el mes en el entorno de los 110 euros mientras que se podría comprar en Estados Unidos a 15 dólares. Con los costes de transporte y manipulación, el coste final de la energía sería de 60 euros y consideran que la actual estructura de costes y tarifas les permite trabajar con precios de hasta 80 euros.
La compra de energía de una manera más económica es el plan a medio plazo. El futuro, que según Nomdedeu podría tardar cinco, siete o nueve años, es el hidrógeno, para lo que sí solicitan ayudas para la puesta en marcha de plantas piloto. Ayudas y, sobre todo, facilidad burocrática. La cerámica no plantea megaplantas fotovoltaicas cuya autorización dependan del Ministerio si no plantas que debe autorizar el gobierno autonómico.
«Desde un grupo industrial nos manifiesta su desazón por la lentitud y la cantidad de trabas que se está encontrando para una instalación potente de 50.000 metros cuadrados”, explican desde Ascer, que censuran al gobierno autonómico por el retraso que tienen en la concesión de las autorizaciones de instalaciones de energías renovables. Desde la patronal de la cerámica se asegura que la energía fotovoltaica es el paso previo necesario para el hidrógeno verde fabricado mediante electrolizadores.
Respecto a la previsión de facturación, se espera que 2022 cierre con un aumento del 17% de las ventas aunque la producción descenderá un 15% en metros cuadrados, es decir, que se han subido los precios pero no se han vendido más. La facturación estimada se situará en 5.700 millones, de los que 4.300 millones corresponden a la exportación del sector.