Boluda, Roig y la mayoría de empresarios valencianos renuncian a los fondos Next Generation
Juan Roig asegura que no salen a cuenta, Vicente Boluda sostiene que los fondos están hechos para algunos Ibex 35, mientras Baleària defiende que son un mecanismo complejo pero útil para la sostenibilidad
El 80% de los socios del lobby valenciano AVE (Asociación Valenciana de Empresarios) no participan en ningún proyecto financiado con los fondos Next Generation. Los motivos son la inaccesibilidad, la falta de información y de claridad. Durante la asamblea general de AVE, el sentir generalizado era que los Perte y las subvenciones estaban fuera de las agendas empresariales.
Juan Roig, presidente de Mercadona, se mostró reacio a las subvenciones. “Si hay una inversión que se quiere hacer, no se espera a que haya una subvención para hacerla”, explicó en uno de los corrillos que se formaron tras la asamblea. El motivo es que, según explicó el empresario: “Los trámites burocráticos te comen la subvención por todo el equipo que tienes que poner a trabajar para conseguirla. Al final, de 10.000 euros de subvención le tienes que restar todo lo que gastas para lograrla y te puede quedar 50 euros. No compensa”.
Desde Mercadona matizan que la compañía no recibe ninguna subvención pública con la única excepción de las que tiene todo el sector de la alimentación en Canarias y que guardan relación con la imposibilidad de desgravar el IVA, ya que en las islas Canarias no se aplica el Impuesto sobre el Valor Añadido, y por la singularidad económica que tiene Canarias por ser un archipiélago.
El naviero Vicente Boluda incidió en lo “farragoso” que es el proceso burocrático de las subvenciones. “Al final hay tres o cuatro despachos que son los que llevan las subvenciones”, aseguró. Desde su posición de presidente del lobby valenciano que agrupa a 180 de los grandes empresarios de la Comunidad Valenciana apuntó: “Las subvenciones no son para los que estamos aquí (en la asamblea de AVE). No llegan. Eso es para las empresas del Ibex y ni siquiera es para todas. Esta es la situación en España y no en otros países como Alemania u Holanda”.
Entre los empresarios del sector alimentario, desde proveedores muy cercanos a Mercadona a empresarios de la naranja, el rechazo al Perte de la automoción es absoluto. «No está en nuestros planes», fue la respuesta más común ya que se considera que el esfuerzo que hay que hacer para comprender las bases es demasiado elevado.
Casos como el desvelado por Economía Digital sobre que el Perte del automoción, en el que todavía no hay una guía para explicar cómo se pueden justificar los gastos realizados con las subvenciones todavía refuerzan más el rechazo a las convocatorias de fondos europeos.
Desde el sector de la promoción inmobiliaria se ve con la misma desidia las subvenciones. «Antes había subvenciones tanto para el préstamo al promotor como para que los compradores pudieran acceder a la vivienda», comentan sin nostalagia uno de los promotores presentes en la asamblea de AVE junto a otro empresario más drático: «No quiero subvenciones, no quiero saber nada de ellas. Nunca más me acercaré a ellas». Su nuevo proyecto empresarial espera que salga a la luz en un mes.
El 20% sí que ve con buenos ojos los fondos europeos
El contrapunto lo puso ayer Adolfo Utor, presidente de Baleària. “Hay que pensar en positivo. No veamos que el 80% de los asociados de AVE no quieren las subvenciones sino que hay un 20% que sí vamos a por ellas”.
Las subvenciones en el caso de Baleària se buscan en aspectos relacionados con la sostenibilidad y la digitalización, es decir, en la mejora energética de los barcos y de los procesos y comunicaciones en las torres de control que utiliza la naviera.
“Si podemos destinar a varias personas para lograr varios millones de euros en un motor de hidrógeno o de gas para nuestros barcos es una buena decisión”, asegura Utor, que coincide con Boluda al tildar de “farrogoso” el proceso burocrático que se requiere para obtener una subvención.