La construcción valenciana augura “un futuro nada esperanzador”

El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios de Maquinaria, Construcción y Obras Publicas (AVEMCOP), Felipe Ferrer, ha explicado que no espera “un futuro nada esperanzador” para la construcción en la Comunitat Valenciana.

Además, el devenir del sector se ve aún más afectado por la demora en los pagos: “Detectamos que la demora que ya sufríamos en los pagos, que ya estaba fuera de la legalidad, ahora alcanza unos niveles de juzgado de guardia”.

Al respecto, ha explicado que “hemos conocido ejemplos estos días de empresas asociadas que han pasado de recibir pagarés de 120 días a encontrarse con nuevos vencimientos a 180 o incluso 210 días”, la cual cosa ha catalogado como “inadmisible e insoportable para las empresas que, como las nuestras, están al final de la cadena de producción en una obra”.

Por otra parte, el presidente de la Asociación Provincial de Excavaciones y Movimientos de Tierras de Castellón (APECAS), Emilio Zafón, ha expresado que “necesitamos recuperar una actividad real y unos niveles adecuados de productividad, adoptando las medidas de seguridad pertinentes”. Eso sí, para ello se requiere activar “muchas licencias que, de momento, la administración tiene paralizadas”.

Ambas asociaciones tienen previsto hacer llegar sus quejas a las administraciones pertinentes para que “ejerzan un papel ejemplarizante”. Exigen que se cumpla la ley en el vencimiento de pago de facturas en obras de titularidad pública y que se controle la demora de pagos de grandes constructoras, que deja a otras más pequeñas al borde de la quiebra.

INCERTIDUMBRE A CORTO PLAZO

Muchas empresas asociadas en AVEMCOP y APECAS ven peligrar su futuro inmediato debido a las diferentes limitaciones que están marcando la vuelta a la actividad para el sector.

Entre ellas, algunas administraciones mantienen parada la obra pública y se prohibe realizar reformas en inmuebles con vecinos. Además, las empresas están teniendo problemas en el suministro de material y no disponen de suficientes medios para mantener las normas de seguridad y salud. A esto se une la demora en los pagos que ya se han comentado.

Así pues, las dos asociaciones han valorado el nivel de actividad de sus asociados, que ha sido bajo, no rebasando ni el 50%. Este se debe, en parte, a la falta de suministros.