Las empresas de automoción prevén más ERTEs y cierres por la subida de costes

Los proveedores de Ford Almussafes aseguran que sin repercutir la inflación al fabricante se producirán cierres de empresas en la Comunidad Valenciana

Fábrica de automóviles

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Los costes de producción están haciendo mella en el sector de la automoción. Con subidas que en el peor de los casos pueden cuadriplicar los registrados antes de la pandemia en el caso de los energéticos, las empresas del sector alertan de la posibilidad de aprobar nuevos ERTEs para poder mantener la rentabilidad, mientras que otras ya afrontan un “peligro inmediato de cierre”.

Estas son algunas de las conclusiones que aporta una encuesta realizada por el Clúster de Automoción y movilidad de la Comunitat Valenciana (AVIA), junto al Clúster de la Industria de la Automoción en Cataluña (CIAC) y otras agrupaciones empresariales del sector localizadas en La Rioja, Aragón, Galicia, Castilla y León y Cantabria. El conjunto de estos clústeres reúne a 750 empresas y cerca de 136.000 empleados.

A grandes rasgos, los proveedores de automoción y un número considerable de fabricantes han trasladado un incremento de los costes de hasta un 40% y de un mínimo del 11% en las subidas más pequeñas, según informa AVIA en un comunicado. Concretamente, un 15% de las empresas ha declarado que el aumento alcanza hasta el 30% y cerca de un 13% de las empresas ha comprobado un incremento de costes del 40%.

Aun así, estos incrementos son mucho más pronunciados si se tienen en cuenta solo los costes energéticos. Con los precios del gas y de la electricidad por las nubes, un 8,5% de las empresas del sector deben soportar incrementos del 300% en comparación con los reportados en 2019.

El CIAC alerta que estas cifras ponen “en riesgo de cierre a casi el 10% del sector”, con su consecuente alud de personas en el paro. Otros negocios no sufren tales incrementos, pero equivalen a subidas del 50% en el 37% de los casos. Serían estas compañías las que estarían barajando la posibilidad de decretar nuevos Expedientes de Regulación Temporales de Empleo (ERTE) para hacer frente a la crisis.

Materias primas disparadas

Las materias primas es otro de los agentes que está provocando graves tensiones de costes en la industria auxiliar de la automoción. Desde el 2019, los precios en este apartado han subido entre el 21% y el 50% en un tercio de las compañías. Otro perfil de empresas, menos dependientes, afirman que los incrementos son entre el 1% y el 20%.

En algunos casos, el precio de las materias primas puede ser aún superior. Según afirman fuentes de Teknia, uno de los principales proveedores automovilísticos españoles, afrontan aumentos de más del 70% en las materias primas, mientras que es una de las empresas que ha detectado precios de la electricidad cuatro veces más altos. “Llevamos meses trabajando en la gestión de esta situación, ya que la subida impacta en toda la cadena de suministro del sector de automoción, incluyendo los componentes donde los márgenes son muy estrechos”, afirman.

Para ello, Teknia y el resto de la industria auxiliar han pedido en varias ocasiones la necesidad de trasladar parte de esta subida de costes a los fabricantes de vehículos. Así, lo hace Gestamp, uno de los gigantes del sector. En una reciente conferencia con analistas, el CEO de la compañía, Francisco Riberas, dejó claro que lo más importante en estos momentos es “preservar la tasa de rentabilidad”. Por eso, advirtió de que cualquier movimiento relacionado con los costes se trasladaría a sus clientes, es decir, a los fabricantes.

Para el CIAC, el posible cierre de compañías “sería una herida mortal no sólo al sector de la automoción, sino a la economía”, según ha afirmado su gerente Josep Nadal.

Comunidad Valenciana

Desde la Comunidad Valenciana se elevó la presión para exigir a Ford que suba las tarifas. Femeval, patronal valenciana del metal, es rotunda en su exigencia y, además, AVIA, clúster valenciano de la automoción creado por los proveedores de Ford, también dio el paso de apelar a la multinacional para que asumiera la inflación.

Tal y como se expone en la nota de prensa del clúster creado por los proveedores de Ford Almussafes, la presidenta de AVIA, Mónica Alegre, es «quien recoge la posición del conjunto del sector al demandar a los OEM –fabricantes de coches y principales destinatarios de la producción de los proveedores- “que permitan un traslado de costes para que las empresas auxiliares mantengan sus márgenes de rentabilidad y evitar su desaparición”.  

En el marco valenciano en el que hay una especial dependencia entre los proveedores que fabrican piezas y Ford Almussafes, Mónica Alegre añade: “En caso contrario, muchas de ellas estarán por debajo del umbral de rentabilidad y tendrá que disolverse con la consiguiente pérdida de empleos”. 

Carlos Mena, vicepresdente de Femeval y máximo directivo de Galol y miembro de AVIA, eleva el tono: “Hemos pasado un 2022 muy duro. Hay que subir las tarifas el año que viene. Esta situación no se puede aguntar más». Mena urge a Ford a asumir la situación por la que pasan los proveedores valencianos de la automoción con los siguientes números: “El coste de la electricidad era del entorno de 8 o 9% antes del verano ya ahora estamos en el 25% o 30% de la cifra de ventas. Tenemos que subir las tarifas un 20% para quedarnos como estábamos».  

«Tenemos muchos problemas para poner placas en las cubiertas o en suelo cercano a nuestras fábricas para bajar el coste energético»

Carlos Mena, vicepresidente de la patronal valenciana del metal

La otra solución es la inversión en energías renovables, donde desde Femeval se advierte al ejecutivo de Ximo Puig: “Tenemos muchos problemas para poner placas en las cubiertas o en suelo cercano a nuestras fábricas para bajar el coste energético. Necesitamos agilidad en los trámites para acometer las inversiones”.  

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