Salvador Navarro (CEV) apuesta por la fusión entre Bankia y Caixabank

El presidente de la Confederación empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV), Salvador Navarro, ha explicado que, si se confirma la fusión de Bankia y Caixabank, «para los empresarios de la Comunitat Valenciana, el hecho de que la primera entidad bancaria de España tenga su sede en nuestro territorio sería un hito histórico«.

Además, a falta de confirmarse la operación y la consolidación de todos los aspectos que se desconocen hasta este momento, la CEV considera «muy positiva» esta operación.

Para la Confederación, desde el punto de vista empresarial, la nueva entidad que nacerá de la fusión constituirá el primer banco español, «lo que elevará sus ratios económico y contables, y posibilitará avanzar en solvencia y rentabilidad». Pero por otro lado, valora que se «elevará los grados de eficiencia y valor en los servicios bancarios a empresas y ciudadanos», lo que supone que la operación no sólo es positiva «en términos económicos» sino también «en términos de sinergia y calidad de servicio a los clientes«.

Por otro lado, Navarro afronta este nuevo curso rechazando la idea de un «segundo confinamiento» para la economía y las empresas españolas ya que sería «mortal», como sucedió al inicio de la crisis de la COVID19. De aquellos momentos, Navarro recuerda a todos los trabajadores de servicios fundamentales que siguieron trabajando en el ámbito de la agricultura, la sanidad, la seguridad, la logística y los supermercados. “Todos ellos dieron el do de pecho y demostraron que, en el día a día, no podemos parar”, confiesa.

En este sentido, pide un esfuerzo suplementario a trabajadores, patronal e instituciones. “Europa no se ha detenido, sigue trabajando, y España le proporciona materiales y recursos con los que continuar su labor. Las divisas y las exportaciones contribuyen de forma fundamental a recuperar la economía del país”, ha subrayado.

En cuanto a la implementación de planes de reconstrucción económica, Salvador Navarro piensa que “no hay nada que reconstruir porque no se ha derruido nada” y que, la situación que estamos viviendo, no es producto de una crisis económica sino de una crisis sanitaria que, eso sí, genera una tremenda incertidumbre. Ante esto, Navarro asegura que es “realista, porque no controlamos la situación ya que la pandemia no tiene en cuenta ni la visión ni la intención de los agentes económicos, solo arroja incertidumbre”, que es en su opinión “lo peor que puede ocurrir”.

Por otro lado, las demoledoras cifras de paro, cierres de negocios y los nada halagüeños indicadores económicos preocupan a Navarro, quien recuerda que en julio y agosto el turismo ha arrastrado otros sectores como el comercio, los alquileres y otros que, pese a estar relacionados con él directamente, parecen no figurar en ese 15% que se refleja en el PIB. Navarro opina que este verano la manera de afrontar la nueva normalidad se ha relajado mucho y señala que “la responsabilidad individual es imprescindible para revertir la situación, más allá de la labor que hagan los gobiernos”.

OPORTUNIDADES PARA HACER NEGOCIOS Y CREAR NUEVOS HÁBITOS

Para el presidente de la CEV, la actual coyuntura no tiene que ser obligatoriamente sinónimo de debacle, sino que puede ser susceptible de crear oportunidades de negocio. “Se están produciendo uniones temporales de empresas en los sectores relativos a mascarillas, respiradores y otros elementos que van a estar vigentes durante años en los nuevos mercados que has surgido de esta crisis sanitaria mundial”, revela.

Navarro cree firmemente que esta situación también puede ser ventajosa “para que las administraciones se transformen en entes más ágiles y eficientes”, y en este sentido asegura que “saldremos de ésta y aprenderemos nuevos hábitos, como el teletrabajo”.

Ante la determinación del Gobierno de aplicar esta modalidad de producción al 30% de la jornada laboral, el presidente de la CEV aboga por aumentarlo, “pero no por decreto”.  Navarro entiende que no en todas las empresas puede ponerse en marcha el teletrabajo, pero considera que cuando se den las circunstancias, debe hacerse “de manera negociada y cómoda para todas las partes, desde la cordialidad antes que por decreto”. En este sentido recuerda que “trabajadores y empresas han llegado a acuerdos satisfactorios para ambas partes, demostrando ser mucho más responsables y conciliadores que algunos políticos de ámbito nacional”.