Puig abre la puerta a la compra de gas para ayudar a los sectores afectados por la crisis energética

El presidente de la Generaliat Valenciana, Ximo Puig, ha asegurado este viernes que el gobierno valenciano está dispuesto a participar en la compra de gas común «de una manera activa» para ayudar a industrias como la cerámica de Castellón a sobrellevar la crisis energética.

Puig planteará este asunto el próximo martes en la Mesa de la Cerámica, un encuentro que ha convocado para analizar la situación que sufren las empresas de este y otros sectores dependientes del gas, según informa Europa Press.

«Vamos a hacer todo lo que sea necesario, con medidas paliativas y alguna más estructural«, ha declarado en Castelló de la Plana en un acto que contraprogramaba al líder del PP, que ha estado este viernes es Castellón. Preguntado por la exigencia de la patronal azulejera nacional ASCER de que el Gobierno tome medidas y por la reunión de este viernes del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, con esta organización empresarial.

Puig, también secretario general del PSPV, ha defendido que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está «absolutamente informado» de la situación de la cerámica y trabaja «intensamente desde hace tiempo en buscar una fórmula que haga bajar los precios energéticos».

Insta al Gobierno a ayudar al sector

Respecto a la posición de ASCER, que este jueves insistió en que las ayudas al sector dependen de España y no de Bruselas, Puig ha sostenido que es necesario que el Gobierno adopte «medidas paliativas» para dar una «cierta certidumbre» al futuro de las industrias gasointensivas.

Producción de azulejos y baldosas cerámicas ECONOMIA ASCER

«Desde luego, respaldo que el Gobierno ayude de la misma manera que otros gobiernos, teniendo en cuenta las dificultades de cada gobierno», ha subrayado. Asimismo, ha advertido que Europa no puede ir a «distintas velocidades» porque eso afecta a la competencia de estas industrias.

Esta idea la trasladó en su reciente visita a Bruselas, donde ha destacado que hay «una altísima preocupación y un conocimiento claro» de la situación de la cerámica y otras industrias dependientes del gas.