Mercadona, Lidl y Consum han aplicado la bajada del IVA en los productos básicos de la cesta de la compra. Según los precios comprobados por Economía Digital en establecimientos de las tres cadenas de supermercados, los descensos de tarifas entre el último día al 2022 y el primero de 2023 son proporcionales a la rebaja fiscal, que consiste en la eliminación del IVA superreducido en la alimentación y el paso del 10% al 5% en el IVA en aceites y pastas.
En el caso de las cadenas valencianas, tanto Mercadona como Consum han continuado igualando entre ellas los precios una vez descontado el IVA en las marcas blancas de los productos más básicos. De este modo, el litro de leche desnatada ha pasado de valer 0,93 euros a 0,89 mientras que el de entera ha oscilado desde los 0,95 del cierre de 2022 a los 0,91 actuales. Realmente, el coste el año pasado era de 0,9134 euros más el 4% de IVA, por lo que el redondeo ha beneficiado al consumidor.
Es la práctica habitual excepto en los huevos de tamaño M, que con un precio de venta al público de 2,10 euros (2,0192 más IVA del 4%) han pasado a costar 2,02 euros. Los huevos de tamaño L pasan de 2,30 euros (2,2115 euros más 4% de IVA) a costar 2,21 euros. Tanto Mercadona como Consum han aplicado el mismo sistema de redondeo que, en la mayoría de productos, supone reducciones de precio adicionales al descuento del IVA.
Otros productos básicos que han bajado sus precios en la misma proporción son la harina, que pasa de 0,75 euros el kilo a 0,72. En Mercadona, la lenteja pardina ha pasado de 2,08 euros a 2 euros mientras el garbanzo en Consum ha bajado desde los 2,55 euros a los 2,45 euros.
Tanto la cadena de supermercados de Juan Roig como la cooperativa Consum también ha modificado los precios en los productos sobre los que el gobierno redujo el IVA desde el 10% al 5%. De este modo, el litro de aceite de girasol ha pasado desde los 2,4 euros hasta los 2,29, el aceite oliva virgen estaba en 5,45 euros y pasa a costar 5,20 mientras el aceite de oliva virgen extra abandona los 5,90 euros para tener un precio de 5,63 euros. En el caso de la pasta, los paquetes de 500 gramos de macarrones han pasado de tener un coste de 0,80 euros a 0,76 mientras que los de kilogramo han oscilado desde los 1,30 euros hasta los 1,24.
Lidl convierte en reclamo los precios que bajan por el IVA
Respecto a Lidl, la estrategia de aplicar las bajadas ha sido visualmente distinta ya que, según ha podido comprobar este periódico, han señalado a los productos con etiquetas diferenciadas y el reclamo de «más barato». Los precios en algunos productos eran ya algunos céntimos más bajos y las bajadas son incluso mayores que las aplicadas en Mercadona y Consum aunque hay etiquetas de precios con información errónea.
Por ejemplo, los huevos tamaño L pasan de 2,29 euros la docena (2,2019 más 4% de IVA) a 2,19 euros o el aceite oliva virgen extra, que acabó el año en 5,45 euros (4,9545 más el 10% de IVA) y ahora cuesta 5,19 euros (4,9428 más el 5% de IVA). Esto supone que la bajada proporcional en un producto con el IVA del 4% es del 3,84% mientras que los huevos en Lidl han bajado el 4,36%. En el caso de la pasta, que impuesto baja del 10% al 5%, el descenso es del 4,54% mientras que el aceite oliva virgen extra de Lidl ha reducido su precio un 4,77%.
Sin embargo, en el caso del macarron rayado de 500 gramos de la marca Combino de Lidl, el precio a 31 de diciembre era de 0,75 euros. El 2 de enero se anuncia este mismo producto a 0,73 euros indicando que el precio anterior era 0,77. La bajada real de 2 céntimos supone un descenso del 2,66% cuando el descenso fiscal en la pasta permitiría un ahorro en el precio casi dos puntos superior (del 4,54%).
Cambios en los costes de la alimentación en 2023
La evolución de los precios en la alimentación se enmarca dentro de un contexto inflacionista. Por un lado, el gobierno anunció en su último Consejo de Ministros de 2022 que los alimentos que soportaban un 4% de IVA dejarían de abonarlo mientras que el aceite y la pasta pasarían de tener un 10% de IVA a un 5%.
Este no es el único cambio que ha experimentado la cesta de la compra con el cambio de año ya que hay dos factores claramente identificados que suponen una nueva subida del coste de los alimentos. Por un lado, está la decisión del gobierno de aplicar un nuevo impuesto sobre los plásticos no reciclables, que según los cálculos de la patronal de supermercados valenciana formada por Mercadona y Consum, entre otros, aportará durante este año un 1% de IPC.
Los cálculos se basan en un coste estimado de este impuesto de 690 millones de euros, según la estimación del Ministerio de Hacienda, aunque desde los supermercados valencianos el cálculo se alarga hasta los 900 millones. En todo caso, ambas cifras son superiores ya que la rebaja fiscal aplicada al IVA se ha estimado desde el gobierno que supondrá 661 millones de euros. Al margen de las cifras, la puesta en marcha tiene, además, una serie de vacíos legales respecto a qué plásticos exactamente tienen que abonar el nuevo impuesto.
El otro aspecto a tener en cuenta es que el coste de funcionamiento de los supermercados (y de la gran mayoría de las empresas) ha subido notablemente. Mercadona anunció el pasado viernes, 30 de diciembre, que subiría el salario de sus trabajadores un 6,5%. El alza es casi el doble que la aplicará en Portugal, donde se limita al 2,7%. En ambos países aplica el IPC. En el caso de la cooperativa Consum el incremento de salarios es mayor, ya que ha alcanzado el 9%.