Los economistas valencianos anticipan un «escenario fágil» en el segundo semestre

Los economistas de la Comunitat Valenciana empeoran su visión sobre la economía española, que puntúan con un 4,58 sobre diez, y mantienen también el suspenso sobre la valenciana, con un 4,89, en un contexto en el que la inflación y el precio del combustible se alzan como las principales preocupaciones y lastran la tendencia positiva que se estaba observando. Además, sus previsiones son «menos optimistas» de cara al próximo semestre.

Así lo refleja la vigésimo novena edición de la encuesta de coyuntura Los economistas opinan, recogida por Europa Press, en la que han participado economistas colegiados en las tres provincias y que han presentado este martes el presidente del Consejo de Colegios de Economistas de la Comunitat Valenciana y decano presidente del Colegio de Economistas de Valencia, Juan José Enríquez; el vicepresidente del Consejo y decano del Ilustre Colegio de Economistas de Castellón, Jaime Querol, y el tesorero del Consejo y decano presidente del Ilustre Colegio Oficial de Economistas de Alicante, Francisco Menargues.

El estudio, que se realiza cada seis meses, comprende una sección fija y otra variable que incide en cuestiones temporales, y que esta vez se ha centrado en la inflación, la crisis energética y las consecuencias del conflicto de Ucrania. Han participado 639 economistas, un 10,63% de los colegiados, que se mueven en distintos sectores de actividad profesional.

Los resultados dejan patente, según ha destacado Jaime Querol, que si bien hace seis meses se apreciaba «cierto optimismo» entre los expertos a raíz de la salida de la pandemia, «los sucesos en el ámbito internacional» y en especial la inflación «han hecho cambiar la opinión del colectivo», han despertado «cierta desconfianza» y dejan un escenario «frágil» con «mucha incertidumbre». De este modo, la evolución positiva que se observaba desde diciembre de 2020 se ha truncado en esta encuesta, en la que la Comunitat Valenciana mantiene su suspenso y España se sitúa peor que hace seis meses.

En concreto, según apunta Francisco Menargues, en la valoración del 1 al 10 de la situación de la economía valenciana y española, «se aprecia una ligera mejoría de la valoración de la economía valenciana», que pasa de un 4,86 a un 4,89, pero un «empeoramiento» en la española, que recibe un 4,79 cuando hace seis meses la calificaban con un 4,58. Tradicionalmente, la economía española siempre ha estado mejor valorada que la de la Comunitat, pero esta tendencia se ha dado la vuelta desde 2020.

El 49,84% de los encuestados creen que la situación de la Comunitat ha empeorado en el último año (frente a un 46,82% en junio del año pasado); el 23% cree que está igual y el 26,03% cree que está mejor, frente a un 35,878% hace un año.

Prevén un empeoramiento de la situación

Sobre cuál es la previsión de la que será su valoración de la economía dentro de seis meses, los resultados son más pesimistas y indican un ligero empeoramiento en ambos casos: una nota de 4,49 para la economía española y un 4,85 para la valenciana.

Asimismo, si se comparan las puntuaciones de este semestre con las que eran sus previsiones hace seis meses, los economistas esperaban una coyuntura más positiva: con un 4,82 en la economía española, que al final ha sido un 4,58, y un 4,94 para la valenciana, que finalmente tiene un 4,89.

La inflación, principal problema

En el apartado sobre cuáles son los principales problemas de la economía de la Comunitat, los colegios han percibido una «revolución» de los resultados en los últimos meses, y las cuestiones que tradicionalmente ocupan los primeros lugares –como el dimensionamiento de las empresas– han quedado relegadas a un segundo plano. Ahora, la inflación es la principal preocupación para el 67,09% de los economistas, seguida del creciente precio de los combustibles (53,07%).

La inflación es la principal preocupación para el 67,09% de los economistas

La inadecuada dimensión empresarial valenciana (38,58%), el déficit de infraestructuras y comunicaciones (36,61%) y los costes laborales (31,18%) bajan los porcentajes respecto a diciembre de 2021. Un dato que, para los economistas, llama la atención es el descenso del porcentaje del paro que estaba en un 41,35
% hace seis meses, y ahora cae al 25,35%

El apartado coyuntural de la encuesta ahonda este semestre precisamente en los problemas de la inflación, el precio del combustible, la crisis energética y el conflicto de Ucrania, según ha explicado Juan José Enríquez.

Factores externos a España

Respecto a la inflación, que ha registrado este 2022 la tasa más alta desde 1985 y todavía sigue en ascenso, el grueso de los colegiados considera, con una valoración de 3,2 sobre 5, que las causas que la están motivando principalmente son la crisis de la energía y la prolongación de la guerra de Ucrania-Rusia, es decir, que responde a factores externos a España, pero que «se va a consolidar en buena medida en los precios de la mayoría de los bienes y servicios».

Los economistas otorgan un 2,47 sobre cinco a la idea de que la inflación «debe combatirse mediante el incremento de los tipos de interés desde los bancos» y apenas un 1,97 a que «puede reducirse con un incremento de los impuestos sobre la renta y una reducción de los impuestos al consumo».

Del mismo modo, aunque son muchos los factores que, a juicio de los encuestados, han determinado el incremento del precio de la luz, la que se presenta como la principal causa de esta situación es la fuerte dependencia de los países productores, seguida del incremento
de los costes regulados y el algoritmo Euphemia implantado por la Unión Europea para determinar el precio de la luz.

Por su parte, el coste de la energía se ha multiplicado por 8 en sólo un año, lo que está afectando gravemente a todos los sectores productivos, de hecho, el sector que más se está viendo afectado por esta situación es la industria (4,46), seguido por la agricultura (3,67), el comercio (3,63), Construcción (3,61), Servicios (3,41) y Turismo (3,2).

Castellón, la más pesimista

Por otro lado, en el estudio destaca que la provincia de Castellón refleja un mayor pesimismo respecto a sus previsiones y valoración económica. A este respecto, el decano del Ilustre Colegio de Economistas de Castellón ha hecho hincapié en el peso del clúster cerámico en la provincia, que supone un 10% del PIB de la Comunitat y que desde junio de 2021 sufre los incrementos de costes del gas, que se suman a los del transporte, generando «mucha incertidumbre», lamenta Querol.

«Las ayudas han de ser suficientes, si no es tirar dinero»

Según ha explicado, esta industria ha visto mermada su competitividad respecto a otros países, principalmente Italia, y además los responsables colegiales han criticado que la línea de ayudas a empresas que usan de forma intensiva el gas «limita» la subvención que reciben las empresas de mayor tamaño, que son a su vez las que mejor pueden competir en el mercado internacional. «Las ayudas han de ser suficientes, si no es tirar dinero», ha criticado.

Según han advertido, la industria cerámica castellonense tiene una desventaja competitiva con el resto de países exportadores, con tipos de inflación menores.