La industria valenciana busca entrar en el PERTE de microchips

La mitad de los trabajadores del sector de la microelectrónica trabaja en Valencia o su área metropolitana

El presidente de Ford España, Jesús Alonso , y el presidente del Grupo Social ONCE, Miguel Carballeda, presentan Ford Adapta, un programa para normalizar el acceso a la movilidad de las personas con discapacidad.EFE/ Biel Aliño

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Empresarios, universidades e institutos de investigación especializados en el sector de la microelectrónica se han unido este jueves para definir una «postura común» para presionar a la Generalitat Valenciana con el objetivo de «situar el potencial del ecosistema valenciano como entorno de aplicación prioritaria en la financiación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de semiconductores«.

Y es que la mitad de los trabajadores en el sector de la microelectrónica en España tiene su puesto de trabajo en València o su entorno metropolitano. Además, hasta siete empresas multinacionales (la mayor parte de ellas cotizadas en los índices tecnológicos de referencia) especializadas en diseño de microchips, tienen sede en València o su inmediato entorno metropolitano: MaxLinear, Analog Devices, ams Osram, Bosch, VLC Photonics/Hitachi o Ipronics.

Según ha informado la agencia Europa Press, esta confluencia «de fortalezas competitivas posiciona al ecosistema valenciano como uno de los agentes indispensables en la definición y desarrollo del Perte de semiconductores anunciado por el Gobierno de España el pasado mes de abril, con una inversión prevista de 11.000 millones de euros» y dentro del cual se enmarca la gigafactoría de baterías en la localidad valenciana de Sagunto.

Con este horizonte, un nutrido grupo de empresas, universidades e institutos de investigación durante las últimas semanas para hacer llegar a la Generalitat Valenciana la postura conjunta bautizada como Valencia Silicon Cluster.

El sector entiende que la administración autonómica «debe implicarse desde sus máximas instancias para ayudarles a visibilizar esta contundente realidad ante el gobierno central y aprovechar esta oportunidad histórica de financiación para fortalecer la industria microelectrónica valenciana mediante acciones enérgicas», explican los responsables de la iniciativa.

Las empresas cuentan con el apoyo estratégico de la Universitat Politècnica de València –que dispone de una plantilla integrada por 4.500 investigadores, ha dado origen a más de 800 startups y solo en 2021 generó 78 millones de euros de ingresos en I+D+i– y la Universitat de València, en cuyo Parque Científico se integran 76 empresas, con un total de 537 empleos directos con un importe acumulado de contratos, convenios y proyectos superior a los 300 millones de euros.

Una de las compañías promotoras de la iniciativa, Analog Devices, tiene su sede precisamente en esta infraestructura de la UV. Asimismo, el Aula de Microelectrónica de la UPV, implicada en el lanzamiento de la propuesta, es un ejemplo modélico de cooperación entre empresas, universidades y centros de investigación y se prefigura como una de las bazas específicas de la propuesta valenciana, dado el énfasis tan destacado que se propone dar a la formación en sus propuestas de acceso al PERTE.

Primer documento de propuestas

El sector la elaborado un primer documento de propuestas, en respuesta a la solicitud efectuada por la Dirección General de Industria de la Generalitat Valenciana desempeñada por Empar Martínez.

El escrito realiza una descripción de la cadena de valor del sector de semiconductores, identifica los principales operadores del ecosistema valenciano en cada uno de sus diferentes niveles y, finalmente, lanza una «ambiciosa» batería de iniciativas y proyectos tecnológicos, alineados todos ellos con el perfil característico de los proyectos que desea financiar la Unión Europea mediante el Mecanismo Next Generation.

El documento ha sido coordinado por Mayte Bacete, directora de MaxLinear Hispania y Marcos Martínez, y lleva la firma de las siguientes compañías: MaxLinear, Analog Devices, Bosch, VLC Photonics (Hitachi High- Tech), Ipronics y Gobernanza Industrial. También la de UPVfab, infraestructura científica dependiente de la Universitat Politècnica de Valéncia.

El documento técnico establece una descripción por niveles del ecosistema valenciano y demuestra «cómo su fortaleza se apoya en la clara preponderancia nacional de su capital humano y la presencia territorial de varios líderes internacionales en la etapa de valor más prestigiada y relevante de todo el ciclo de producción de chips: su diseño».

A este respecto, se subraya que la capacidad de diseño de microchips, tanto fotónicos como microelectrónicos, es la capacidad «más destacable del ecosistema valenciano».

Este factor, recalcan, «dota de una sobresaliente cualificación a dicho ecosistema, pues la fase de diseño concentra el 50% de todo el proceso de valor, así como un 53% de toda la I+D de un sector con dosis ya de por sí muy elevadas de intensidad tecnológica».

La propuesta contempla igualmente otras opciones en materia de back end, test y encapsulado de microchochips, sin excluir, en el medio plazo, la postulación de la Comunitat Valenciana a grandes infraestructuras de fabricación de chips, dentro de esta última acepción de campus de fabricación.

Inteligencia artificial y 5G

Dada la capacidad de alcance del ecosistema valenciano, la propuesta Valencia Silicon Cluster parte de un carácter multisectorial: computación, telecomunicaciones, inteligencia artificial o 5G.

No obstante, la apuesta consolidadada de grandes grupos multinacionales por España como nuevo centro de automoción ha permeado la propuesta valenciana, situando a los semiconductores para el sector automoción como uno de los posibles entornos de negocio con mayor capacidad de crecimiento industrial en territorio valenciano en las actuales circunstancias.

El año pasado, la empresa Bosch inauguró en Dresde, Alemania, una de las plantas de semiconductores de automoción más modernas del mundo, que se ha convertido en referente en Europa. Una planta de esas características en territorio valenciano supondría un efecto exponencial proyectado hacia plantas como la de Ford en Almussafes, que ha sufrido severas restricciones de microchips en tiempos recientes y que se encuentra pendiente de adjudicación de nuevos vehículos eléctricos en los próximos meses, recuerdan.

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