El director general de Calidad y Educación Ambiental de la Comunidad Valenciana, Joan Piquer, ha explicado que en la Comunitat Valenciana hay un 25% de residuos domésticos a los que “hay que aplicar otras técnicas alternativas al vertedero y la valorización energética en cementeras es una opción adecuada”. Piquer ha realizado estas manifestaciones en el segundo webfast de la serie “Veinte minutos con” dentro de los encuentros CEMEX “La Construcción, Industria Esencial y Segura” evento en el que se ha analizado la gestión de residuos y el papel en la industria del cemento.
En este sentido, ha señalado que las fábricas de cemento “deben ser claramente una alternativa a las incineradoras de residuos”, añadiendo que además, “las directivas europeas han establecido que un 65% de los residuos domésticos tiene que destinarse a operaciones de gestión, reducción, preparación para la reutilización y reciclado de calidad”.
Por otro lado, la Unión Europea también dicta que un máximo del 10% de los residuos pueda ser depositado en vertedero por lo que según Piquer “queda un margen de un 25% de residuos sobre el que utilizar otras técnicas como puede ser la valorización material u otros tipos de valorización, incluido la energética y añadió que “ahí es donde creo que, con el tamaño y las formas adecuadas y la robustez ambiental necesaria el sector cementero tiene una cabida adecuada”. El director general ha querido dejar claro en su intervención que la estrategia de su gobierno no contempla la inversión en incineradoras en la medida en que “no vamos a gastar centenares de millones de euros en la construcción de incineradoras de residuos en nuestra Comunidad”.
Transparencia en la gestión
En otro orden de cosas, Joan Piquer ha explicado que uno de los objetivos prioritarios para su Dirección General es la transparencia en la gestión de residuos y en que la información llegue a todos los estamentos de la sociedad como forma adecuada para que se asuma y entienda el potencial y el valor de los residuos. “Queremos que todas las plantas de tratamiento sean visitables por toda la sociedad. Cuando a un ciudadano le explicas con transparencia lo que es la biomasa, qué son materiales no reciclables y qué se puede conseguir de ellos, el ciudadano está tranquilo”. En este sentido ha destacado que “la transparencia debe afectar a todo el proceso de generación, gestión y la necesaria colaboración público-privada de los residuos no reciclables para que no acaben en vertederos”.
La Comunidad Valencia, en opinión de Joan Piquer, viene de una época muy dura, en 2015- 2016, en la que 60% de los residuos domésticos se depositaban en vertedero, con infraestructuras viejas y anticuadas, y con procesos de recogida selectiva muy deteriorados. “Afortunadamente, ha señalado, esta situación ha mejorado considerablemente en los últimos años, haciendo una clara apuesta por “la reutilización, el reciclado de calidad y la reducción de residuos que nos ha permitido reducir la cantidad de material que se destina a vertedero” ha añadido.
La educación ambiental, imprescindible
Por último, Joan Piquer ha destacado el trabajo que se está desarrollando en el campo de la educación ambiental, donde el Plan Integral de Residuos de la Comunidad se ha introducido la figura de los educadores ambientales. “No podemos hacer lo mismo, hay que hacer cosas diferentes, que los ciudadanos se activen y colaboren en la gestión de los residuos domésticos y que la sociedad perciba que para la Administración la gestión de residuos es una política prioritaria y transparente. Esta figura nos ayudará a trabajar en la reutilización y alternativas al vertedero y explicar que todo tiene su porqué, que puede ser bueno para la sociedad”.
