Ford pospone una semana el ERTE en la fábrica de Almussafes
La dirección de la compañía posterga los expedientes debido a la inestabilidad provocada por la actual crisis mundial de suministro de microchips
Ford ha acordado posponer una semana más la aplicación del Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en la fábrica valenciana de Almussafes. La dirección de la compañía ha llegado a un acuerdo con los sindicatos para esperar cinco días, debido a la «inestabilidad» que está provocando la actual crisis de suministro de semiconductores a escala internacional.
Originalmente, estaba previsto que los trabajadores realizaran un parón entre el 20 y el 24 de septiembre debido a que la escasez de microchips ha tumbado la producción del sector automovilístico. Sin embargo, la situación del mercado internacional ha dado alas a la compañía alemana para que continúe con la fabricación, saltándose el calendario previsto.
Como las previsiones siguen sin ser muy optimistas de cara al final de año, la empresa ha optado por mantener la suspensión temporal de los empleados para la semana siguiente a partir del día 27. «A día de hoy no están garantizados los suministros necesarios para el resto de septiembre», reza el acta de la reunión con los sindicatos publicada por la Agencia Efe.
En todo caso, Ford se ha comprometido a seguir monitoreando la situación para determinar antes del próximo día clave si es necesario mantener el ERTE o si las condiciones del mercado de semiconductores permiten mantener la producción de nuevo. Es la segunda vez consecutiva que anula los parones.
El ERTE de Ford afecta a más de 6.000 empleados de la fábrica valenciana
La aplicación del ERTE ha sido la solución de emergencia que la compañía de automoción encontró antes del verano para hacer frente a la crisis mundial de suministros que le impide mantener su ritmo habitual de suministros. Esta lacra ha golpeado a todas las grandes empresas de la automoción, así como a otros sectores del área de la tecnología o la telefonía.
Ford pactó con los sindicatos un expediente que se prolongaría durante los meses de julio, agosto y septiembre, pero con paros concretos señalados en el tiempo que afectarán a las plantas de fabricación y las líneas de montaje. En total, se han visto implicados 6.121 empleados.
Las previsiones que manejaba la empresa es que los parones provocaran una caída de la producción de 26.000 vehículos y 30.000 motores, aunque las cifras dependerán finalmente de cómo se terminen de concretar los días de suspensión.