Colapso fotovoltaico: 8.000 millones de inversión en riesgo por la lentitud del gobierno valenciano
La asociación de empresarios valencianos fotovoltaicos alerta que cerca de 500 proyectos para instalar 10.000 MW están a la falta de la Declaración de Impacto Ambiental
La apuesta de los empresarios valencianos por la transición energética verde y sostenible ha encontrado en el gobierno valenciano un lastre para su desarrollo. Los retrasos en las declaraciones de impacto ambiental penden como espada de Damocles sobre 8.000 millones de inversión. Si los trámites burocráticos no se superan antes de acabar el año, los cerca de 500 proyectos para instalar 10.000 MW de energía fotovoltaica en la Comunitat Valenciana corren el peligro de ser anulados.
Este es el riesgo que pone encima de la mesa Marcos Lacruz, presidente de Avaesen, durante un encuentro con Economía Digital Valencia. Esta situación existe por el decreto 23/2020 del Gobierno de España que, según explican desde la asociación que agrupa a 300 empresas del sector con 7.500 empleados en conjunto, favorece el desarrollo de parques fotovoltaicos e incluye unos plazos para mantener los derechos de conexión, la admisión a trámite de los proyectos y obtener la declaración de impacto ambiental.
“A final de este año, aquellos proyectos de que no tengan la declaración de impacto ambiental perderán sus derechos de conexión y se correrá el riesgo de ejecución de los avales”, explica Lacruz aludiendo al citado decreto.
Los cálculos que utiliza la asociación es que los avales son de 40.000 euros por cada MW previsto en los proyectos. Con un montante de 10.000 MW previstos de ejecución en la Comunitat Valenciana, los avales suponen 400 millones de euros.
«Los 315 proyectos de energías renovables que ahora mismo se encuentran en fase de tramitación supondrían una potencia instalada de cerca de 10.000 MW»
Marcos Lacruz, presidente de Avaesen
La inversión prevista es todavía mayor. En el sector calculan una media de 800.000 euros de inversión por cada MW, por lo que la Comunitat Valenciana tiene pendiente inversiones por valor de 8.000 millones de euros en energías renovables.
Desde Avaesen se incide en la farragosa burocracia y se recuerda que durante los años 2019, 2020 y 2021 se instalaron en la Comunitat Valenciana 50 MW de energía fotovoltaica, mientras que en Castilla-La Mancha fueron 1.300 MW.
Con seis meses a la vista, Marcos Lacruz se muestra esperanzado en que exista una solución. Uno de los argumentos para el optimismo es el Decreto Ley 1/2022, de 22 de abril, del Consell, de medidas urgentes en respuesta a la emergencia energética y económica originada en la Comunitat Valenciana por la guerra en Ucrania.
En su exposición de motivos se indica: “El propósito del Consell es transitar hacia la autosuficiencia energética del territorio autonómico. Los 315 proyectos de energías renovables que ahora mismo se encuentran en fase de tramitación (autonómica y estatal) supondrían una potencia instalada de cerca de 10.000 MW suplementarios, entre energía solar y eólica. Esa potencia permitiría superar la actual dependencia energética del exterior que sufre la Comunitat Valenciana”.
Desde Avaesen se eleva la cifra de proyectos presentados hasta los 500 y se valora la voluntad de acelerar los trámites. “Percibimos esfuerzo de los funcionarios ante el gran número de expedientes y voluntad de encontrar una solución”, asegura Lacruz.
Los frenos de Compromís
Uno de los problemas en el avance de la energía renovable en la Comunitat Valenciana es la postura de Compromís dentro del gobierno valenciano. Interpretan el desarrollo de los parques de energía fotovoltaica como una oportunidad para la especulación y un riesgo para la protección del territorio.
Mireia Mollà, consellera de Emergencia Climática y Transición Ecológica, mezcla la necesidad de desarrollar las energías renovables con la limitación al desarrollo de grandes parques fotovoltaicos, lo que actualmente impide el aumento de la producción de MW verdes y sostenibles.
Desde la parte empresarial, Marcos Lacruz expone el debate entre las grandes plantas y las pequeñas: “Nuestra posición es que hay que analizar los proyectos uno a uno. Ni todo tiene que ser megaproyectos ni todos los grandes tienen que estar prohibidos”.
El presidente de Avaesen concluye: “El cambio climático es una amenaza y no hay más que fijarse en el aumento de la temperatura que estamos sufriendo y en la subida de los costes energéticos. Europa tiene un problema grandísimo porque no si no hacemos energía renovable, nos vamos a quedar sin energía porque la energía convencional no va a continuar”.
Placas ‘Made in Valencia’
Mientras se desarrollan los planes de instalaciones fotovoltaicas, en Valencia ha surgido la iniciativa Silicon Valen, que tiene como objetivo producir en España toda la cadena de valor de los paneles solares. La producción actualmente está focalizada en China, ya que todos los productores europeos fueron incapaces de competir con los precios que se ofrecían desde Asia.
Manuel Argüelles, CEO de la compañía, explica el objetivo: “Vamos a suministrar módulos de origen español y que no estén sujetos a la dependencia de China o Asia, ya que no solo vamos a fabricar los módulos, sino también las células, las obleas y la purificación del silicio. Todos los procesos que necesita una instalación fotovoltaica se van a producir en Valencia”.
Silicon Valen tiene planificada abrir una ronda de financiación después del verano con el objetivo de empezar con una producción de 600 MW en el plazo de nueve meses, una potencia que se duplicará en el plazo de dos años.
Este proyecto industrial, que se encuentra ahora decidiendo dónde se va a ubicar de la Comunitat Valenciana, ha recibido ya el apoyo del Consell. De hecho, ha recibido una subvención de 362.215,92 euros para este año dentro de la convocatoria de ayudas para impulsar proyectos industriales estratégicos en la Comunitat Valenciana. La inversión prevista en el proyecto es de 500 millones de euros.