La nueva entidad CaixaBank ha dado sus primeros pasos oficiales tras la presentación que ha realizado el futuro presidente ejecutivo de la nueva entidad, Jose Ignacio Goirigolzarri, y el CEO de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, con la explicación de las cifras grandes globales. Sin embargo, los trabajadores de las dos entidades tendrán que esperar todavía hasta febrero de 2021 para saber qué reestructuración sufrirán las dos entidades.
De entrada, 2.000 millones de euros es la cifra que la entidad tiene prevista destinar al ajuste de personal y al cierre de oficinas, una cifra que en el primer año ya estima será de 700 millones de euros, aunque ahora “no vamos a hablar de cifras de empleados”.
“Es pronto en este momento para afinar más en este tema”, ha explicado Gonzalo Gortázar. Desde las dos entidades se están realizando los análisis previos pero son optimistas ante posibles acuerdos. “En el pasado ya hemos llegado a acuerdos con los sindicatos, que no han sido traumáticos y buscaremos hacerlo así. Buscaremos maneras innovadoras de ayudar en la situación actual para que sea un proceso en el que todo el mundo gane”.
Cierre de oficinas
Otro de los temas que se han quedado todavía en el aire se centra en el futuro de las oficinas. Hay que recordar que las cifras globales de la nueva entidad explican que tendrán una presencia en alrededor de 2.200 municipios y en 290 será la única entidad con representación.
Ante esta situación, Gonzalo Gortázar, ha explicado que tanto Bankia como CaixaBank “han tenido y tienen una vocación” de trabajar en zonas rurales. En este sentido ha querido dejar claro de que “somos muy conscientes de esa necesidad de no desbancarizar España. Y vamos a cumplir nuestros compromisos”, aunque no ha querido explicar cómo.
De momento, desde CaixaBank asumen que “va a ver consolidación de oficinas, tampoco sabemos exactamente cuántas. Esa reducción del número de oficinas es un proceso que sigue su curso y que estamos haciendo de una manera ordenada. Pero estamos de acuerdo en que sería un error desbancarizar, sería tirarnos un tiro a nosotros mismos”.
El papel del Frob
Otro de los interrogantes abiertos en la fusión es el papel del Frob. Con la nueva entidad pasará del 60% de acciones en Bankia a un 16%, por lo que algunos sectores apuntan a posibles presiones políticas a la hora, sobre todo, de afrontar la reestructuración de la plantilla. En este sentido, el presidente de Bankia ha explicado que su entidad “nunca ha tenido interferencias y no creo que vaya a cambiar ahora”. En este sentido ha recalcado que durante los últimos años, se ha “gestionado la entidad con absoluta independencia, sin ninguna injerencia política y con gobiernos de diferentes sentidos”.