Los exportadores de cítricos cargan contra la grave «evidencia de ignorancia» de UGT y CCOO

La patronal de vendedores de naranjas censura a los sindicatos que rompan la negociación tras 10 horas de trabajo y compara los 10,66 euros a la hora que cobra un 'collidor' en Valencia con los 1,2 euros que perciben por el mismo trabajo en Sudáfrica

naranjas en el árbol

Naranjas en el árbol. Foto: Pixabay.

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La ruptura de las negociaciones por parte de UGT y CCOO para renovar el Convenio Colectivo de Collidors de la Comunitat Valenciana no ha sentado bien a los representantes del Comité de Gestión de Cítricos (CGC). Y la asociación de exportadores de cítricos, se ha mostrado muy crítica con los sindicatos: “Es una total falta de compromiso, una grave ignorancia sobre el sector y está muy lejos de entender la complicada coyuntura bélica y económica que padecemos”.

Así se manifiesta la presidenta del CGC, Inmaculada Sanfeliu, quien remarca que la citricultura valenciana lleva años “enlazando crisis de rentabilidad, sufre una clara reducción de las ventanas de exportación y una pérdida de competitividad en el mercado de la UE frente a la importación creciente de cítricos de países terceros, que no tienen barreras arancelarias para acceder y se benefician de unos costes de producción y comercialización mucho más bajos, en ausencia de reciprocidad».

Según Sanfeliu, la Comunidad Valencia pierde cuota en la UE y más aún, en países terceros porque compite con una «oferta con unas exigencias laborales, sociales, medioambientales y de seguridad alimentaria mucho más laxas». «Y nos enfrentamos ahora, además, a una coyuntura marcada por el incremento de los costes de producción, con un horizonte de inestabilidad en la inflación”, explica la presidenta del comercio citrícola privado.

Desventaja competitiva

El CGC asegura que la «crítica» posición competitiva del sector valenciano tiene los más altos costes de producción del mundo «debido al minifundismo». Y aporta datos de sus competidores: en Sudáfrica, los trabajadores agrícolas tienen derecho a un salario mínimo de 21,69 rands (1,2 euros por hora); un peón en Egipto cobra, en el mejor de los casos, 5 euros al día. «El actual convenio de collidors era y sigue siendo, por el contrario, el acuerdo colectivo que mejor salario ofrece (10,66 euros/hora, nueve veces más que el sudafricano) de entre todos los convenios agrarios del país», insisten.

El Comité de Gestión de Cítricos defiende que, al contrario que en la mayoría de casos,» las sucesivas subidas del Salario Mínimo Profesional (SMI) no han obligado en el caso del de collidors a realizar revisión al alza alguna«. El incremento que ahora plantean los sindicatos para el primer año –del 4%- más que duplicaría la cifra media de subida acordada este año en el sector agrario en la Comunitat Valenciana -del 1,78%-.

Diez horas de reunión

CGC critica que en la cuarta reunión con los sindicados se permaneció sentado en la mesa «no más de 10 horas efectivas de trabajo en total» y que en anteriores rondas negociadoras, los acuerdos se alcanzaron tras mantener, al menos, 11 o 12 horas. De ahí que el CGC remarque ahora y ya lo expresara también ayer a los propios sindicatos la evidencia de que “la ruptura y la llamada a la huelga haya sido una decisión premeditada por razones más políticas que laborales”, sentencia Sanfeliu.

“La realidad es que las cuadrillas se organizan de manera autónoma, agrupadas en función de la nacionalidad de sus integrantes, con la misma cultura y lengua, pues la mayoría son inmigrantes y trabajan conjuntamente para acoplarse y organizarse en cuestiones como el transporte hacia el campo. Plantear ahora otra singularidad más –a añadir al hecho de que la Comunitat sea la única autonomía del país en la que es el comprador y no el propietario del campo es el que asume los gastos de la recolección- es un perfecto sinsentido”, insiste la presidenta del CGC.

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