Los postres más exclusivos de Raúl Bernal brillan en el Mandarin Oriental Barcelona

Cada tanto el restaurant Blanc, en el hotel Mandarin Oriental Barcelona, ofrece un programa para conocer su propuesta gastro sin necesidad de ir a una cena. Así se presentan sus pop ups, presentaciones de unas seis u ocho semanas donde se invita a una figura de la pastelería, chocolatería o incluso del mundo de la pizza para probar sus creaciones en un ambiente relajado y exclusivo.

Así arriba la experiencia que propone este hotel de cinco estrellas con Raúl Bernal. Desde Huesca, este pastelero juega en la primera liga de la pastelería tras haber ganado premios como Mejor Maestro Artesano Chocolatero de España o haberse llevado el galardón de Mejor Bombón Artesano el año pasado.

Su llegada cierra un ciclo de presentaciones temporales del hotel de Paseo de Gràcia 38-40 dedicadas al mundo del chocolate, como la de Sofía Janer y Víctor Gonzalo de la pastelería barcelonesa La Dramiere, la de Lluc Crusellas (distinguido como mejor maestro chocolatero del mundo en 2022) que fue un éxito de público (según nos apunta el pastelero del Blanc, Jesús Hedrera) o la del premiado Miquel Guarro.

Las dulces joyas de Raúl Bernal

Hasta el 10 de noviembre, entre las 15:00 y las 19:00, el Mandarin propone pasar una tarde en plan merienda o cocteleo con seis creaciones de Bernal, orfebrería de chocolates 100% Lapaca, gelificaciones y cremas que son más contundentes de lo que parece a simple vista.

Los postres de queso, pistacho y calabaza son los más fotogénicos entre todas las creaciones de Bernal

Para los que gustan de la intensidad del chocolate, es mejor optar por el postre Sacher o el Ópera. El primero es una relectura de la clásica tarta vienesa, elaborado con un bizcocho con mousse de chocolate, albaricoque y mango.

En tanto el segundo es un bizcocho de almendra, ganache, mousse de chocolate con leche, crema montada de café y caramelo, añadido que le da un toque dulce adicional difícil de olvidar.

Preparen los móviles

De sabores más tenues, pero con una presentación más original, está el postre Queso (que imita a un trozo de emmental), con un crujiente de galleta María, bavaroise de mascarpone y jengibre, cremoso de chocolate con leche y gelificado de cereza; creación que dialoga con el postre Calabaza: bizcocho de cereales, bavaroise de chocolate con leche, naranja y canela con gelificado de calabaza; que se presenta como una pequeña hortaliza.

A mitad de camino entre unas y otras está una de las mejores propuestas de Bernal, el postre Pistacho, donde el bizcocho aloja un mouse de este fruto seco con cremoso de chocolate con leche y gelificado de frambuesa. La decoración con un puñado de estos frutos rojos son un plus visual para atrapar en Instagram.

Todos estos postres tienen un precio de 9 a 10 euros, aunque por 17 euros también se ofrece una caja con un exclusivo bombón de limón, yuzu y avellana que encaja con la nueva carta del Blanc, de la que hablaremos más adelante.

Para acompañar los postres

Como decíamos, estas dulces creaciones se pueden acompañar con algunos de los cócteles del Blanc, con clásicos como el Dry Martini, el Mo Spritz, el Negroni, el Moscow Mule o el Saketini; además de otras opciones sin alcohol como el Mo Ginger, el Driver’s Cosmo o el No Gin Just Tonic.

También hay opciones de bebidas saludables como la kombucha Bioma Vida Verde, el té espumoso de Acala blanco o el té fermentado de Acala Spritz Style; junto con la interesante carta de cafés de especialidad o tés gourmet; la docena de vinos blancos, tintos o rosados o las diversas alternativas de algunos de los espirituosos más apreciados del mercado.