El CSIC encuentra en España el agua que atenúa las digestiones pesadas
Una investigación del CSIC avala que el agua bicarbonatada de Vichy Catalán ayuda a hacer la digestión reduciendo la acidez en el estómago
Una comida pesada se digiere mejor con agua bicarbonatada. Una indicación extendida como remedio casero pero que ahora obtiene el aval de la ciencia. En concreto, del principal organismo público de investigación en España, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Así se demuestra en un estudio recién publicado que apunta directamente a una de las marcas españolas de agua más conocidas, Vichy Catalán, característica por su fuerte mineralización y alto contenido en sodio.
El informe, presentado este jueves en Barcelona y que ha sido financiado por el grupo Vichy Catalán, lleva la firma de Pilar Vaquero, investigadora del CSIC. En él se señala cómo este tipo de agua “ayuda a reducir la acidez del estómago durante la digestión”, gracias a su efecto moderadamente alcalanizante (aumento del pH) sobre el cuerpo. Esto es, su habilidad para reducir el ácido del organismo. Punto especialmente relevante en una dieta como la occidental, donde abunda (y sobra) la carne, explica Vaquero, con los consiguientes efectos en la salud: daño vascular, debilidad muscular u osteoporosis, entre otros.
La otra novedad del estudio tiene que ver con el supuesto efecto negativo del agua Vichy sobre la presión arterial. Los 64 voluntarios que bebieron durante tres años un litro diario de este líquido dan la respuesta. “Su presión arterial no se ha alterado tras el experimento, debido a la capacidad del organismo para eliminar el sodio por la orina”, argumenta la doctora Vaquero. ¿El motivo? “[El sodio] del agua mineral natural no tiene nada que ver con la sal común”.
«El sodio del agua mineral natural no tiene nada que ver con la sal común», explican desde el CSIC.
La tercera incidencia positiva en el organismo ya no tiene tanto que ver con el agua Vichy, sino con la ingesta de cualquier tipo de agua, en substitución de otras bebidas menos saludables como los refrescos o los zumos más o menos azucarados. Como ya se sabía, optar por el líquido elemento mejora los lípidos y obviamente disminuye la glucosa, recuerdan desde el CSIC.
Preguntada sobre si estas indicaciones valen para otro tipo de aguas con gas, Vaquero advierte de que «no existen en el mundo dos aguas iguales». Y añade: «Hemos utilizado una metodología sobre un agua con una composición determinada». Por tanto, con otras aguas se podrían demostrar estos u otros efectos; o quizá ninguno de ellos. Puro método y pura ciencia.