Vero, la red social que se vende como «la alternativa a Facebook»
La red social que saltó a la popularidad esta semana tiene un modelo con el que pretende combatir al algoritmo de Facebook
Vero parece una red social nueva, pero en realidad la empresa existe desde hace tres años. Sin embargo, no fue sino hasta esta semana en la que saltó al estrellato virtual, un tipo de fama que en un comienzo puede ser tan determinante como pasajera. Su objetivo es convertirse en «la alternativa a Facebook«, con la promesa de librar a los usuarios de los algoritmos de las redes sociales y permitirles expresarse de forma más libre y auténtica.
Hasta hace una semana, la red contaba con apenas 150.000 descargas en las tiendas de apps. Ahora, ya la han descargado más de tres millones de usuarios, con lo que alcanzó la cima en las listas de popularidad a comienzos de la semana, antes de descender al puesto número 11 el jueves. Por la rapidez con la que alcanzó y se despidió de su pico de popularidad en pocos días, algunos analistas se mantienen escépticos de su potencial éxito.
En apariencia, Vero ofrece herramientas muy similares a las de Instagram, la popular app de fotos que es subsidiaria de Facebook. Vero permite publicar imágenes, compartir enlaces y ubicaciones, y recomendar películas, música y libros, herramientas muy similares a las de las demás redes.
Pero su modus operandi es muy diferente al modelo de Facebook. Quizá el cambio más importante es que los contenidos se despliegan en orden cronológico, una táctica de la que Facebook, Instagram y Twitter se despojaron en beneficio de un modelo algorítmico que muestra los contenidos por orden de importancia, basado en los gustos y las preferencias de los usuarios detectadas por las plataformas.
En lugar de que la app decida los contenidos prioritarios, son los mismos usuarios de Vero los que determinan qué quieren ver de sus contactos. La red ofrece la posibilidad de sólo suscribirse a las actualizaciones de los temas que más interesen; es decir, los usuarios pueden escoger sólo observar las recomendaciones de música de uno de sus contactos, y nunca ver sus actualizaciones de temas políticos o sociales.
Vero pretende convertirse en la primera red social masiva que cobra una suscripción
La promesa de Vero es convertirse en una red social libre de la publicidad y de los algoritmos que le han valido tantas críticas a Facebook. Para ello, presenta un modelo de suscripción que aún no ha puesto en marcha; primero ofreció el servicio gratuito a su primer millón de usuarios, pero con la ola de popularidad de los últimos días extendió la promoción a todos los nuevos usuarios hasta nuevo aviso.
Sin embargo, la empresa aún no ha anunciado cuánto cobrará por el servicio, ni ha detallado claramente el modelo de negocio con el que pretende convertirse en la primera red social masiva que cobra por su servicio directamente a los usuarios y no a los anunciantes.
Esta incógnita se suma a su rápido descenso en las listas de popularidad para aumentar las dudas de los analistas que ya la incluyen en la misma lista de redes sociales como Secret y Ello, que no se lograron convertir en competidores directos de Facebook.
Aunado a ello, el fundador y consejero delegado de Vero, Can Ayman Hariri, fue criticado esta semana en Twitter por sus nexos con Saudi Oger, una constructora que fue demandada por 30.000 de sus empleados por salarios impagos. Hariri, un multimillonario de origen libanés, se defendió y alegó que las demandas sucedieron dos años después de su salida de la empresa.
El consejero tiene fe en que el proyecto despegará y se convertirá en una alternativa real. «Muchas personas que están frustradas por la forma en la que funcionan las otras redes sociales se han acercado a Vero. Son personas y artistas que no pueden acceder a sus propias audiencias, y (les ha parecido atractiva) la posibilidad de actuar como ellos mismos en una red social», manifestó.