Una batería eléctrica del tamaño de un contenedor de carga
La naviera Maersk explora el uso de baterías eléctricas gigantes para impulsar sus buques de mercancías reduciendo las emisiones contaminantes
La electrificación del transporte va progresivamente extendiéndose a todos tipo de vehículos, desde el patinete y la bicicleta hasta —poco a poco de momento— los buques portacontenedores; categoría en la que se encuentran algunos de los medio de locomoción más grandes del mundo con longitudes que cada vez más rondan (y alcanzan) los 400 metros de eslora o de largo.
Como primer paso previo la naviera Maersk ha construido una gigantesca batería marítima con una capacidad de 600 kWh albergada en un contenedor de carga estándar.
El hecho de que la batería y todos los sistemas auxiliares estén albergados en un contenedor de mercancías estándar no solo asegura su «compatibilizad» con las grúas y sistemas de transporte ya existentes, sino que además además acomoda la batería a las normativas de operatividad, manipulación y seguridad relativa al transporte de mercancías por barco, a la vez que supone baterías de construcción modular.
Reducir el consumo y las emisiones
El objetivo es reducir el consumo y las emisiones de los buques portacontenedores de la compañía, que tiene el compromiso de compensar sus emisiones de CO2 en 2050.
La compañía reconoce que la propulsión eléctrica de sus grandes buques —Maersk posee el portacontenedores de mayor capacidad: el Mærsk Mc-Kinney Møller puede transportas 18.270 contenedores— está «a años vista» de ser viable desde el punto de vista «técnico y económico.»
Imagen: Maersk
Esto no impide, sin embargo, utilizar baterías y otros métodos —como la propulsión asistida por velas o arrastrada por cometas, opciones que también se exploran actualmente— que contribuyan a mejorar la eficiencia eléctrica a bordo de un buque, y a reducir las emisiones de CO2 asociadas al transporte marítimo de mercancías.
Semejante batería se comenzará a instalar en el portacontenedores Cape Town de Maersk el próximo mes de diciembre, para iniciar las primeras pruebas y trayectos en 2020.
Convertir el calor del motor diésel en electricidad
La enorme batería obtendrá la energía eléctrica de los generadores del buque mientras está navegando y también almacenará la electricidad obtenida del calor que producen los motores mientras funcionan a través de generadores termoeléctricos.
Los generadores termoeléctricos convierten el calor en electricidad. Por ejemplo y en este caso, el calor que produce el motor diesel del buque y el calor de los gases resultantes de la quema de combustible y que el buque expulsa por la chimenea o tubo de escape.
Este el mismo tipo de fuente de energía que utilizan diversas sondas espaciales, por ejemplo, par obtener electricidad a partir del calor que produce la desintegración de algunos elementos radiactivos, como el plutonio.
Como poco, desde Maersk creen que la batería será capaz de compensar los momentos de mayor demandan de electricidad a bordo sin incrementar el trabajo de los generadores eléctricos (que queman combustible diésel para funcionar) y que incluso será posible prescindir de estos generadores durante horas mientras el buque permanece fondeado. Como resaltado el buque reducirá el consumo de combustible y las emisiones contaminantes y de CO2.