Un algoritmo reproduce el ‘look’ de los ‘influencers’
Choosy es capaz de clonar el 'look' de los 'influencers' de Instagram, anticipar las modas y crear colecciones completas de ropa en dos semanas
Durante las semanas de la moda de diferentes ciudades del mundo diseñadores, modelos, famosos y toda clase de personas influyentes se preparan para mostrar las tendencias que copiarán millones de personas en todo el mundo. Todos esos ‘looks’ acaban en Instagram, que meses más tarde se empiezan a filtrar entre los “influencers” de “segunda fila”.
Hoy en día la moda se define en Instagram y las marcas lo saben. Que un producto aparezca en la foto o vídeo de un famoso puede acabar convirtiéndote en el producto del año. Así creció la marca de maquillaje Glossier, que ahora es un negocio que genera más de 100 millones de dólares al año.
Dos ingenieras del MIT crearon en 2017 una empresa que intenta llevar a las masas las tendencias de la moda que surgen en Instagram aprovechando algoritmos inforáticos y la mano de obra barata de China. Se trata de Choosy, una startup que recientemente ha conseguido recaudar 5,4 millones de dólares de capital.
Si Zara es sinónimo de moda rápida, Choosy es moda ultrarrápida
Choosy usa algoritmos informáticos que analizan toda clase de publicaciones: redes sociales, blogs o revistas de moda en busca de aquello que se va a convertir en tendencia.
Se apoyan muchísimo en los comentarios que hacen los usuarios de Instagram, por ejemplo, cuando preguntan dónde pueden comprar una prenda determina como la que muestran los famosos en sus fotos.
Su primera línea de moda se basó en la ropa que las modelos Gigi y Bella Hadid suelen mostrar en sus redes sociales. Fue todo un éxito. Se vendió la colección completa y de generó una lista de espera de más de 10.000 personas.
Esta marca de moda también provee a sus clientes de ropa de moda siguiendo el interés que expresan en redes sociales.
Colecciones completas en tiempo récord
Uno de los mayores retos de Choosy, como también los de las marcas de moda rápida como H&M o la española Zara, es sacar colecciones completas lo más rápido posible para llegar a las masas. Esta ‘startup’, basada en algoritmos y en los intereses de los seguidores de Instagram, es capaz de ofrecer una colección entera en solo dos semanas.
Para ello captan las tendencias de “influencers”, copian los diseños, mandan la producción a una red de docientas fábricas china y, en dos semanas, ya tienen existencias de lo último en moda, o de lo que será lo último de forma inminente.
Para no caer en el peligro de llenar su estanterías de cientos de prendas sin vender, y para mantenerse los suficientemente flexibles como para lanzar una nueva línea de ropa cada dos semanas, las existencias de Choosy son limitadas. Los clientes siempre pueden apuntarse a una lista de espera, aunque en ese caso corren el riesgo de estrenar prendas «pasadas de moda» porque Choosy no para, y en dos semanas habrá cambiado toda su colección.