Tesla Model 3 triunfa en una UE desencantada con el coche
Tesla Model 3 se convierte en el coche más vendido en Alemania en marzo, mientras los fabricantes locales sufren un primer trimestre desastroso
Tesla empieza a surgir en Europa al mismo tiempo que la industria doméstica de coches pasa por uno de sus peores momentos. Mientras los inversores de todo el mundo están preocupados por la caída de las ventas en los principales mercados europeos, Tesla cosecha éxito con su Model 3.
Ya a finales de mayo se informaba de que Tesla estaba vendiendo en Alemania más de la mitad del total de coches que entregó en 2018, desafiando a gigantes locales como Volkswagen y BMW. Pero nuevas cifras oficiales recogidas por Forbes apuntan a que en el tercer mes de 2019 se vendieron más de 2.200 Model 3 en el país.
Fue apenas su segundo mes en el mercado, después de su lanzamiento oficial en Europa, y más de las 1.000 unidades que recogían las primeras previsiones. Fue el coche más vendido en Alemania en marzo, aunque parte de este éxito se achaca a la gran cantidad de entregas pendientes que tenía Tesla con clientes que habían reservado el Model 3.
El Model 3 es, obviamente, el coche eléctrico mejor vendido del momento en el mercado alemán, superando modelos como el Zoe de Renault, el i3 de BMW y el e-Golf de Volkswagen. Los pedidos ya superan las 5.000 unidades.
Mientras Tesla triunfa, el coche europeo se hunde
La buena salud del Model 3 contrasta con el resto de la industria automotriz europea. Las ventas de coches cayeron un 3,7% en el primer trimestre, después de que los analistas vaticinaran un 2019 estancado cuando mucho.
En los primeros tres meses del año se vendieron 3,67 millones de coches en mercados como España, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido, menos de los 3,81 millones del mismo periodo de 2018.
Las ventas de FCA cayeron un 12,7%, en especial las de Alfa Romeo (un 41,5% menos) y las de Fiat (un 16%). Las de PSA solo cayeron un 1%, mientras que las del grupo Volkswagen se dejaron un 2,1%.
A las malas ventas se suman otras preocupaciones a futuro: nuevos y estrictos límites de emisiones de la UE y la previsión de elevadas multas por superar los límites de CO2. Una guerra de tarifas también podría amenazar al sector pronto.