Telegram se convierte en un nuevo nido de ciberdelincuentes
La app se ha llenado de canales de criminales informáticos en los que trafican con los datos robados durante sus operaciones
Telegram se ha convertido con los años en una popular alternativa a WhatsApp. La aplicaciĂłn de mensajerĂa, sin embargo, siempre ha sido señalada por su laxitud al velar por la legalidad en su plataforma. En 2018 abriĂł las puertas a colaborar con las autoridades si habĂa Ăłrdenes judiciales de por medio. Primero fue el terrorismo. Ahora la app se ha llenado de ciberdelincuentes.
El Financial Times publica esta semana un reportaje en el que detalla cómo la plataforma fundada por Pável Durov, desarrollador ruso exiliado en Reino Unido, se ha llenado de canales de criminales informáticos en los que trafican con los datos robados durante sus operaciones. Desde contraseñas de servicios como PlayStation a usuarios y contraseñas de correo electrónico.
«Hemos visto que el uso por parte de ciberdelincuentes de Telegram ha crecido en un 100%», destaca al diario británico un analista de ciberseguridad llamado Tal Samra, que trabaja en una firma llamada Cyberint. «El servicio de mensajerĂa cifrada es cada vez más popular entre estos actores maliciosos para ejecutar sus actividades fraudulentas y vender datos robados». «Y es más conveniente usar Telegram que la dark web«.
La mayorĂa de grupos de ciberdelincuentes no operan a la luz pĂşblica en grandes redes sociales como Facebook o Twitter. En lugar de ello, muchos acuden a foros de hacking más desconocidos e incluso mantienen páginas web en la dark web en la que lanzan comunicados y extorsionan a sus vĂctimas, en el caso de que se trate de una mafia que opera un ransomware.
Sin embargo, todo ello está cambiando. Telegram vive un auge de canales de ciberdelincuentes. Según Cyberint, el número de menciones a términos como «email:pass» o «combo» (la expresión que usan los criminales informáticos para ofertar habitualmente contraseñas y direcciones de correo) se ha multiplicado hasta por cuatro hasta alcanzar las 3.400 menciones.
De hecho, el Financial Times incide en que hasta hace unos dĂas existĂa un canal llamado «combolist» en el que criminales informáticos vendĂan y ofrecĂan regularmente este tipo de artĂculos ilĂcitos. Telegram cerrĂł el canal poco despuĂ©s de que el diario británico se pusiese en contacto con la plataforma para recabar su opiniĂłn sobre este tema.
El mismo estudio elaborado por Cyberint tambiĂ©n destaca que los enlaces que se publican en foros de hacking a grupos y canales de Telegram han crecido hasta superar el millĂłn este año, cuando en el mismo momento del año pasado apenas se compartĂan unos 180.000.
Además, el Financial Times abunda en que antes del estudio de Cyberint otra empresa especializada en seguridad informática, vpnMentor, realizĂł otro análisis similar. Sin embargo, sus conclusiones diferĂan un poco, al determinar que muchas de las filtraciones de datos que se veĂan en Telegram aparecĂan en sus canales poco despuĂ©s de que fuesen compradas en la dark web.
Telegram apenas colabora con las autoridades
El movimiento, sin embargo, sorprende. A pesar de que a los foros de hacking en la dark web se les puede presuponer más seguridad y privacidad, el hecho es que por su misma naturaleza están siendo más vigilados que canales en Telegram. Además, la aplicaciĂłn de mensajerĂa instantánea no es tan colaboradora con las autoridades como otras plataformas como Facebook o Twitter.
Además, la accesibilidad y facilidad de uso por parte de usuarios de Telegram está permitiendo que muchos de estos criminales informáticos se hayan convertido en early adopters de esta nueva dimensión que adquiere la plataforma. Como ya se señalaba, Telegram tuvo que tomar medidas después de que se constatara que terroristas empleaban su app.
No solo para organizar atentados. Muchos terroristas empleaban canales de Telegram para propagar su propaganda, algo que cambió hace apenas algo más de 2 años después de que la Europol comenzase a perseguir estos contenidos con más intensidad.
Noticia original: Business Insider
Autor: Alberto R. Aguiar