Telefónica quiere un millón de clientes más
A partir del próximo 1 de octubre lanzará las tarifas más agresivas del mercado
“No sé que respuesta pueden tener nuestros competidores ante una oferta tan agresiva”. Esta cuestión planteada por el director general de Telefónica en Catalunya, Kim Faura, es el quebradero de cabeza de las operadoras de España para contrarestar los nuevos paquetes de servicios que comercializará a partir del 1 de octubre, Movistar Fusión, y que significarán una rebaja de precios de hasta el 42%. Su objetivo es alto: conseguir un millón de clientes en toda España hasta finales de año, 200.000 en Catalunya.
“Nuestro mix ideal es que la mitad sean nuevos usuarios y la otra mitad clientes actuales que adquieran más servicios”, detalla el director de consumo en Telefónica en Catalunya, Bruno Vilarasau. Otra de las novedades en el sector es que, por primera vez, Movistar Fusión comercializa un precio único y cerrado para servicios de telefonía móvil, fija e Internet.
Permanencia
La compañía anunció el tarifazo el viernes 14 de septiembre, antes de recibir el visto bueno de la Comisión Nacional de la Competencia. “Casi nos obligaron a hacer la rueda de prensa porque se empezaba a filtrar la noticia al formar al personal que atenderá a estos clientes”, reconoce Faura, en referencia a la presión de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CMNV) para que anunciaran el cambio de rumbo en su política de precios.
Los competidores de Telefónica esperaban la resolución de Competencia y, finalmente, el regulador se limitó a modificar la permanencia que se aplicará al contratar el servicio. “Se ha quedado en 12 meses y nosotros hubiéramos preferido otra cifra”, afirma el director general.
Guerra de precios
Ahora, tanto los competidores directos como las operadoras virtuales se verán casi obligadas a replantear sus servicios. Los directivos de Telefónica recuerdan que el precio final que anuncian “va todo incluido”, incluso el mantenimiento de línea.
Su estrategia es recuperar el volumen de negocio que perdió al dejar de subvencionar terminales con una guerra de precios en la que, de entrada, tienen ventaja tanto en el mercado de telefonía fija cómo en la red de fibra óptica. Aunque pierdan ingresos en un primer momento, prevén compensar la facturación menor con la cantidad de nuevos usuarios potenciales de todos los servicios de Movistar Fusión.
“Son unas ofertas que difícilmente se pueden replicar. Si yo fuera ellos [sus competidores] continuaría con todas las medidas posibles para intentar evitar perder clientes, como continuar con las subvenciones de terminales”, confiesa Faura. La primera decisión que tomó Telefónica para atajar pérdidas y que ha provocado, al final, una revolución en las tarifas de telecomunicaciones en España.