Telefónica destina 40 millones de euros al centro de innovación de Barcelona
La capital catalana coordina proyectos que se hacen en todo el mundo
El centro de innovación de Telefónica en Barcelona cumple 10 años este curso. El laboratorio dirigido por Pablo Rodríguez es el más importante dentro del grupo. Tanto, que este año la multinacional ha destinado 40 millones de euros en los proyectos que impulsa, 15 más que el año anterior. Esperan mantener el ritmo de inversión en 2014, asegura su gerente en un encuentro con prensa este lunes. “Estamos ultimando el presupuesto”, ha indicado.
Situado en Torre Telefónica, el edificio de avenida Diagonal, el centro se dedica a fomentar la emprendedoría interna. “En llevar los productos que desarrollamos al mercado y hacer que la gente los use”, añade Rodríguez. Hay dos en cartera, la conexión a Internet compartida y los dispositivo que permiten controlar el transporte de mercancías desde el móvil, entre otros usos.
Rentabilidad
El centro de la capital catalana da empleo ahora a unas 280 personas. En los dos meses que quedan para finalizar el año, trabajan en cómo escalar la prueba piloto con 20 familias de Sant Pere de Ribes (Barcelona) para testear el prototipo de BeWifi. Es decir, compartir la potencia de la conexión a Internet según el uso que se le de.
Por otro lado, también deberán lanzar al mercado el proyecto Thinking Things. Una iniciativa de conectividad inteligente que tiene diferentes aplicaciones.
Hay ganaderos que lo usan para saber dónde están sus res en las montañas desde el móvil, exportadores de vino que controlan los cambios que sufre el líquido desde que se embarca en un avión hasta que se sirve en una mesa (temperatura, presión, etc., que afecta al sabor) o centros hospitalarios para tener información en tiempo real del transporte de unidades de sangre. “Y de forma muy barata, ya que los dispositivos cuestan unos 30 euros”, asegura el director de Telefónica Catalunya, Kim Faura.
‘Big data’ y comunicación ‘M2M’
El laboratorio de Barcelona es la pieza central de la innovación de la multinacional. Dirige el trabajo que hacen los centros situados en Madrid o Israel, entre otros, para coordinar todas las actuaciones.
Cada uno de ellos está especializado en una actividad. En la capital catalana, es dónde se centraliza toda la actividad de cómo compartir información entre dispositivos, llamado Internet de las cosas o M2M. También hay un trabajo importante en interpretar la información que se recoge de la comunicación entre los usuarios de las redes de Telefónica. Unos datos que están altamente regulados por la legislación española, remarcan los directivos de la multinacional.
El llamado big data ya empieza a dar los primeros pasos. “Detectamos cuando una persona bipolar tendrá un brote por las llamadas que hace y, de este modo, se puede medicar ante”, anuncia Faura. Ahora, deben encontrar la fórmula para comercializarlo.