Rusia bloquea el servicio de correo seguro Protonmail
El servicio de correo electrónico es la última víctima del empeño ruso por limitar y controlar la tecnología que certifica las libertades de sus ciudadanos
La leyes recientemente aprobadas que limitan lo que se puede o no se puede decir en Rusia acerca de sus políticos mantiene en tensión a organizaciones y ciudadanos frente al gobierno ruso. Esta semana Rusia ha bloqueado Protonmail, un servicio de correo electrónico seguro desarrollado en Suiza que está especial ente diseñado para garantizar la seguridad y la privacidad de sus usuarios.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB, antigua KGB) ruso ha ordenador a los proveedores de internet que bloqueen ciertas partes de la infraestructura de Proton Mail.
La razón oficial es que Proton Mail y otros servicios de correo electrónico permiten a los usuarios amenazar a empresas y escuelas con falsos avisos de bombas.
En este caso no se trata de un bloqueo normal en el que todas las direcciones web, incluyendo direcciones IP, se bloquean mediante un filtro que añaden las operadoras. Según comenta TechCrunch, citando el documento interpuesto en la justicia rosa, la FSS ha pedido bloquear ciertas direcciones IP.
Según los responsables de Proton Mail la web sigue cargando, pero ningún usuario en Rusia podrá enviar o recibir correos. De esta forma Rusia puede decir que no ha bloqueado el servicio ya que técnicamente sigue cargando y los usuarios pueden acceder a su correo ya almacenado.
La excusa usada por Rusia es otro impedimento más a servicios de internet que impulsan la seguridad y privacidad lejos del alcance gubernamental.
Protonmail es considerado uno de los servicios de correo mas seguros al cifrar todo el contenido y agregar medidas de privacidad como una doble contraseña a todos sus usuarios.
Los datos de rusos deben almacenarse en Rusia
Según las leyes rusas todos los servicios deben almacenar en servidores rusos los datos de los ciudadanos del país. De esta forma los servicios de seguridad pueden acceder a los datos almacenados sin mucha dificultad ante una permisividad por parte de los jueces.
Uno de los casos mas importantes se dio el pasado febrero, cuando se conoció que Apple empezó a almacenar datos de usuarios rusos de iCloud en servidores dentro de Rusia.
En este caso Tim Cook, CEO de Apple, comentó que la aproximación de la empresa en estos casos (también lo hacen en China) es usar el cifrado más fuerte y almacenar la mínima información posible acerca de sus clientes.
Rusia mantiene el bloqueo al servicio de mensajería Telegram
Telegram es una de las aplicaciones de chat más usadas en Rusia y muy popular en países como España. Creada por los hermanos Durov, fundadores de la red social Vkontakte, fue bloqueada parcialmente en abril de 2018.
Según la ley rusa de retención de datos los servicios tienen que almacenar datos de chats y llamadas durante medio año y su tráfico de internet durante 30 días.
La FSS interpuso una demanda contra Telegram para obligar a la empresa a almacenar las llaves que permitirían descifrar conversaciones almacenadas o interceptadas que en este caso eran sobre una investigación sobre terrorismo.
Telegram se negó y eso llevó a un bloqueo total del servicio. El servicio de chat reaccionó y movió parte de su infraestructura a servidores de Amazon o Google, lo que provocó que las operadoras rusas bloqueasen millones de direcciones IP de estas empresas, rompiendo prácticamente medio internet para sus ciudadanos.
La «desconexión» rusa de la internet global
En Rusia ya se está experimentando con un sistema que filtra todo el tráfico de internet, en esencia un gran cortafuegos que se asemeja mucho al de China. Este sistema podría censurar temas y páginas web que el gobierno ruso, mediante el censor y supervisor de telecomunicaciones Roskomnazor, crea convenientes.
El caso de Telegram, Apple, y Proton Mail no son aislados y se han convertido en un tema especialmente preocupante en la era de los datos.
Unos 15.000 usuarios de internet en Rusia protestaron en Moscú para demandar que el gobierno de Vladimir Putin pusiese fin a la instigación que reciben servicios que no aceptan leyes rusas sobre protección de datos, haciendo del internet en Rusia un sitio cada vez más cerrado.